Cap.21 *Narra Pablo*
Estoy destrozado por dentro, jamás me habría imaginado nada así de ella. Ahora mismo me siento como un idiota por hacerme ilusiones con unadesconocida.
En este momento se me pasan porla cabeza los momentos vividos junto a ella es estos escasos cuatro días. ¿Por qué todo tan difícil?
Paso toda la tarde deambulandopor esta perdida y escondida cala donde pude contemplar su bella imágen con el mar de fondo, recordando involuntariamente todos los momentos a su lado. La nube se extinguió y yo caí sin previo aviso, sin paracaidas, sin ninguna expectativa de llegar a tierra y no caerde cabeza.
Cuando está a punto de caer el imponente Sol es el peor momento. Fue cuando ella se levantó agitada dejándome con la pregunta en el aire y me pidió que la volviera a llevar a casa, a su hogar. Su hogar con su novio, su mascotas, sus muebles, su vida... Ella se ha montado su vida y yo no soy quién para entrometerme en su futuro. Entonces lo pienso de verdad y ella tiene razón, debo de alejarme; es más, jamás debería de haberlo intentado. Soy un idiota.
Rescato el teléfono de donde antes lo arrojé y me siento en la húmeda arena. Entro en la listade contactos, decidido a borrar su número, sus mensajes e incluso su recuerdo en mi. Será fácil, ¿no? Sólo nos conocemos de cuatro días. Veo su nombre ahí, torturándome. Jamás pensé que algo tan sencillo me resultaría tan difícil. Tan sólo es darle a un par de botones y ya estará. No. No, no puedo. No puedo borrar estos trágicos pero maravillosos días. No puedo eliminar su bella imágen y no puedo suprimir su recuerdo.
Entro en la aplicación de mensajes y sin pensarlo borro nuestra conversación. Por algo se empieza, supongo.
¿Porqué tengo tan mala suerte en el amor?, ¿porqué siempre tengo que fijarme en quien me va a hacer daño?, ¿encontraré a alguien algún día?, ¿es tan difícil enterrar el dolor? Otra ligera lágrima se desliza por mi mejilla.
En ese momento, suena mi móvil. Lolo. Lo cojo e intento que no se note que estoy mal.
-Ey,chaval. ¿Dónde paras? Te espero en mi casa en media hora.-Medice con un tono que me hace sonreir. Éste sí que es un amigo de verdad.
-Vale, vale, no me mates. En media hora estoy allí.
Nos reímos y colgamos.
Supongo que será hora de irnos ya. Me levanto y me sacudo la arena. Camino despistado hacia mi coche y entro en éste.
Veinte minutos después me encuentro aparcando cerca de la casa de Lolo. Aún así, me pongo mis gafas y mi gorra para intentar pasar desapercibido mientras recorro la no muy larga distancia hacia su portal.
Bajo del coche y me dirijo a paso ligero hacia la gran puerta de madera en la que, tras de ella, se encuentra mi colega. Voy mirando disimuladamente hacia todos los lados para que nadie me reconozca.
Entonces, y sin esperarlo aparece en mi camino un rostro conocido. La última persona a quien me imaginaría encontrar.
No es ella, pero cuánto se parecen. Su prima. La misma que entró con ella al camerino. Lucía. Esa chica con ese brillo en sus ojos verdes y esa sonrisa.
Me pregunto si me reconocerá, si sabrá que soy yo o si pasará de largo. La verdad, por ser ella, ninguna de las dos opciones me parece muy desagradable. Por ser su prima, quizás sí que me gustaría que supiera de mi, me recuerda a ella tanto. Aunque por otro lado, si hablo con ella, jamás podré olvidar ni sacar de mi mente a su prima.
Vamos por la misma acera y estamos a escasos veinte metros. Juraría que todavía no sabe quién soy. Levanta la cabeza y, de pronto, se detiene de forma brusca observando mi rostro. Yo le dedico una sonrisa y sigo caminando hacia ella. Ahora, más de cerca y habiendo observado el rostro de Rocío, son muy parecidas. Pero a Rocío no le causo la misma sensación que a su prima.
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Un beso, un te quiero y una canción.
FanficÉl, un artista con antiguas heridas en el corazón. Pero, una vez pasados esos malos recuerdos, ¿porqué no volverse a enamorar al volver a sentir esas mariposas en el estómago? ¿El problema? Enamorado de ella... Ella, una chica normal y corriente cen...