Cap. 37 *Narra Rocío* 2ª parte.
—Rocío, ¿te vienes a comprar con nosotras? —me pregunta Casilda con Sofía.
—Vale —les respondo tras de terminar de recoger los restos de mi desayuno.
Así que nos vamos al supermercado a comprar algunas cosas, se nota que las grandes cenas de navidad están cerca.
Al llegar a casa nos espera un olor a la comida recién hecha de Helena y todos en la mesa esperando para comer.
Después de la hora de comer, nos quedamos viendo una película en la televisión mientras que los pequeños duermen.
Cuando ya le quedan menos de cinco minutos a la película, bajan Sofía y Elisa corriendo por las escaleras para jugar todos a la consola. Eligen un juego de baile. Así que acabamos Casilda, Pablo, Salvador, yo y las pequeñas bailando y viendo como bailan los demás. Empiezan ellas, la verdad es que son toda una monada y, cuando ya se cansan, obligan a Pablo a que sea él el que baile ahora. Tras mucho quejarse, acaba aceptando y yo lucho por no romper a reír al verle, cosa que Casilda y Salvador no ocultan. Cuando acaba su canción, no puedo más y me uno a la risa.
—Pequeñas, ¿sabéis que Rocío baila genial? —les dice Pablo en venganza.
Enseguida paro de reírme. Qué malo eres, señor Moreno.
Las pequeñas consiguen levantarme del sofá, así que me pongo a bailar la canción que me escogen. Es una con bastante ritmo, pero aún así, consigo una gran puntuación.
Al acabarla, miro detrás de mí y me encuentro a Casilda, Salvador y las sobrinas aplaudiendo y a Pablo con la boca abierta. Me encanta esto.
***
A media tarde, no sé cómo pero poco a poco nos hemos ido quedando solos en la casa Pablo y yo.
—¿Quieres ayudarme a envolver los regalos de Navidad? —pregunta él. Pero, ¿cuándo compran los regalos ellos? Si yo soy capaz de llegar a comprarlos el veintidós o el veintitrés.
Acepto.
Subimos a su habitación y le ayudo a envolverlos todos entre bromas. Algo que me llama la atención es que también ha comprado un papel especial de regalo para cada uno. Para las pequeñas, de las princesas, por supuesto.
Cuando acabamos, Pablo me dice que me quede en su habitación mientras él baja a por unas cosas.
Me siento en su cómoda cama y comienzo a observar la habitación. Es preciosa. Cuando vuelve, le veo con varias bolsas de palomitas y golosinas y un par de películas en las manos.
—Te propongo un plan —me dice mientras va dejando todo sobre la cama bajo mi atenta mirada. —Tú, yo, unas películas y unas palomitas con chocolate. ¿Qué me dices?
—No se me ocurre mejor plan.
Mira las carátulas de las películas y pregunta:
—¿"La vida es bella" y "Los juegos del hambre" o "Los juegos del hambre" y "La vida es bella"?
No he visto ninguna así que me decanto por la segunda opción.
Y así nos pasamos lo que queda de tarde tumbados en la cama viendo las películas y comiendo palomitas y demás.
He de decir que ambas me han hecho llorar. Quizás esté sensible. Pablo es tan mono que me abraza y me aparta las lágrimas de los ojos.
Cuando todos han vuelto, nos volvemos a sentar a cenar juntos, y esta vez la cena se centra en la conversación de las pequeñas, aunque también capto alguna que otra miradita de Casilda hacia mí como intentando recordarme lo de anoche.
ESTÁS LEYENDO
Un beso, un te quiero y una canción.
FanfictionÉl, un artista con antiguas heridas en el corazón. Pero, una vez pasados esos malos recuerdos, ¿porqué no volverse a enamorar al volver a sentir esas mariposas en el estómago? ¿El problema? Enamorado de ella... Ella, una chica normal y corriente cen...