—¿Te acostarás conmigo? —dice Farah de manera repentina. Odette sabe la respuesta, ha coqueteado descaradamente con esa mujer durante toda la noche y la ha seguido a su habitación, sin embargo, se siente confusa de repente.
Odette se inclina y besa a Farah sin mediar palabra. Nunca había deseado besar tanto a alguien como desea a Farah en este momento.
—Dime que es esto lo que quieres... —susurra con urgencia contra la piel de Odette. Ella, en cambio se mueve sentándose a horcajadas sobre ella. Farah toma sus caderas y la pega más a su cuerpo.
—Es lo que quiero... —dice Odette a duras penas contra los labios de Farah. Y se detiene a mirarla. —Eres preciosa... Sublime... —dice retirando un mechón que cae por su cara y colocándolo detrás de su oreja.Las palabras de Odette van más allá de simple deseo, más allá de sexo corriente. Farah puede verlo en sus ojos. Se pregunta qué es lo que realmente quiere Odette de ella. Por qué convertía la escena en algo tan intimo y repleto de emociones. Cree que solo le han pagado para que se divierta pero que quizá Andreas ha ido más allá y ha querido pagar alguna experiencia romántica. En ese momento no quiere pensar en ello. Quiere perderse en sus palabras y olvidarse del resto del mundo. Creer que sus labios y sus ojos no mienten al menos por esta noche.
—Farah... —respira Odette en su cuello. La excitación aumentaba y la tensión sexual era palpable.
Odette vuelve a besarla, deja un camino de besos en el cuello de Farah y se arrodilla ante ella. Sus manos se deslizan por sus tobillos debajo de su vestido. Farah observa com Odette levanta la falda de su vestido hasta la cintura y comienza a besar el interior de uno de sus muslos. Una de sus manos se cuela entre ellos y retira el encaje negro que cubría su intimidad.
Farah jadea e inclina su cabeza hacia atrás cuando nota los labios de Odette sobre su intimidad. La lengua de Odette se pasea por sus pliegues siguiendo un ritmo de más y menos presión mientras Farah lucha contra el impulso de sujetar su pelo y presionarla más contra ella. Una de las manos de Odette se encuentra firme en uno de los muslos de Farah, en cambio, la otra. Se ha colado por debajo de su vestido.Cuando la mano de Odette se encuentra con su pezon, pellizca este con delicadeza y se desliza en busca de su otro pecho, haciendo que Farah gima su nombre.
Farah deja de resistirse a sus impulsos y coloca su mano en el pelo de Odette empujando su cabeza con cuidado, haciendo que esta gima y se adentre más en ella. Odette aumenta la velocidad y sabe que no falta mucho para que Farah termine. Cuando lo hace, tira de Odette para besarla como si su vida dependiera de ello.Tras separarse unos segundos, Farah sabe que está completamente atrapada en los ojos de Odette. Se levanta lentamente bajo la vista de esa mujer y deja caer su vestido. Haciendo un gesto a esta para que se traslade a la cama.
Odette obedece. Se retira su vestido y queda estriada sobre la cama. Le mantiene la mirada a Farah pidiendo desesperadamente que se acerque a ella con los ojos llenos de pasión y deseo.
—Abre las piernas.
Odette obedece, y un segundo después, Farah estaba enterrada en ella. Su boca lamé, chupa e incluso muerde mientras Odette se retuerce debajo de ella. Farah no se detiene hasta que Odette le hace saber que ha llegado.
Entonces, se mueve sobre ella para besarla. Odette se gira quedando contra ella. Sus piernas están entrelazadas y sus respiraciones aún agitadas.Durante la noche no fue la única vez que ambas se acostaron, lo hicieron varias veces más, cada una mejor que la anterior.
Cuando Odette siente los rayos del sol, abre los ojos en una habitación vacía. Farah no había dejado nada. No había nota con algún número, dirección o manera de comunicarse con ella, simplemente se había marchado.
Odette decide no dar demasiadas vueltas al tema, se siente profundamente triste por la idea de no volver a ver a aquella mujer. Aunque le gusta creer que el destino siempre tiene algo planeado para aquellos que están destinados a encontrarse.
Días más tarde, se encuentra ante las puertas del que será su nuevo hogar durante el año escolar y, si le gusta ejercer como profesora allí, quien sabe si durante varios años más. No sabe nada sobre Alfea más allá de su buena reputación. No estudió ahí, lo hizo en Linphea con tutores privados, los mejores, como es costumbre en su familia.
Nada más llegar, es recibida por un hombre calvo cuya cara le suena haber visto en la fiesta de Solaria.
—Encantado —dice con una sonrisa.
—Igualmente, soy Odette, Odette Ségolène. La nueva profesora.
—Yo soy Ben, Ben Harvey. Es un placer. Permíteme acompañarte, la directora quiere verte.
—Claro. Gracias.Odette nota como desde que la vio, ese hombre no deja de mirarla, como si le resultara familiar, pero de nuevo, piensa que quizá es por qué la ha reconocido como heredera de Linphea.
Antes de llegar al despacho, una joven de pelo rubio la detiene en el pasillo.
—¡Odette! —dice Stella abrazándola con fuerza.
—Mi querida Stella —dice Odette.
—¿Qué haces aquí?
—Seré tu nueva profesora, querida.
—¿Hablas en serio? Eso es fantástico.
—Lo es, sin duda. Me encantaría quedarme un rato charlando pero tengo que entregar unas cosas a la directora y avisar de mi llegada. ¿Te llamo luego y damos un paseo?
—Claro. Suerte —le dice con una sonrisa antes de abandonar el lugar.Ben abre la puerta del despacho y hace un gesto a Odette para que entre, dejándole un guiño de buena suerte antes de irse. Solo había una persona más sorprendida que Odette al verla; la propia directora.
—¿Qué estás haciendo aquí?
—No me jodas... —dice Odette rebuscando entre sus papeles. —Claro, tenía que haberme dado cuenta —dice encontrando un documento en el que se puede leer el nombre de la directora de Alfea el cual no había ojeado antes. —Farah Dowling...Farah se encuentra pálida tras su escritorio con un gesto indescifrable.
—¿Qué estás haciendo aquí? —repite.
—Soy la nueva profesora de curación mágica, alta magia, magia avanzada, magia de combate y tiro con arco...
—¿Me estás diciendo que eres la nueva profesora a la que espero?
—Eso he dicho, sí.
—No puedes estar aquí.
—¿Disculpa?
—¿De verdad me estás preguntando?
—Madre mía... sí que se toman en serio lo que no tener relaciones interpersonales entre miembros del profesorado aquí... —se queja Odette poniendo los ojos en blanco.
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YOU BELONG WITH ME (Farah Dowling)
RomansaOdette Ségolène, heredera de Linphea. Es un hada poderosa que no tiene ninguna intención de obedecer a la familia real. Es por ello, que pese a formarse con instructores privados en palacio. Consigue instruirse y conseguir una plaza para impartir cl...