2020 Actualidad.
—No te veía con ánimos para fiestas.
—Oh, calla Bob y ponme otra birra ¿quieres?
—Marchando otra birra para la señorita gruñona.
—Genial...
—Me preocupas Odette.
—No empecemos...
—No puedes ahogar tus penas en al alcohol cada fin de semana.
—Lo tengo controlado. Estoy de celebración. En unas semanas comenzaré en mi nuevo trabajo.
—Ilústrame.
—Profesora de Alfea.
—¿Hablas del colegio para Hadas?
—Ajá.
—No recuerdo haberte visto ahí cuando yo estudiaba.
—Porque no estudié ahí. Lo hice desde casa, en... —antes de que Odette pueda terminar su frase. Observa a lo lejos en una mesa a una mujer. Se encuentra sola. Parece abatida y adolorida y se intenta tapar algo en la palma de su mano. Y no es capaz de evitar centrar toda su atención en ella.—¡Odette!
—¡¿Qué?! —dice volviendo a prestar atención a Bob de golpe.
—¿A dónde se había ido tu cabeza?
—Ahora vuelvo —dice Odette sin responder a su pregunta y toma toda su birra de golpe para abandonar la barra.
—Oh no...—¿Te encuentras bien? —pregunta, sacando a aquella mujer de sus pensamientos de manera abrupta. Haciendo que por accidente derrame lo poco que quedaba en su copa.
—Oh. Lo siento...
—No te preocupes. ¿Puedo ayudarte? —dijo viendo el corte profundo en la palma de la mujer. Toma la mano entre las suyas y sus ojos se iluminan, la herida de esa mujer se cierra rápidamente causándole un alivio casi inmediato.
Odette retira su pañuelo y lo envuelve en su palma para asegurar la herida que acaba de aliviar.
—Gracias por tu ayuda.
—No hay de qué —responde Odette sonriendo.—Me temo que he manchado tu vestido... —dice, mirando una pequeña mancha roja oscura que antes no se encontraba ahí. —Permíteme —añade, sus ojos se iluminan y la mancha desparece rápidamente como por arte de magia.
—Gracias. Debo irme. ¿Cómo te llamas?
—¿Cómo te llamas? —preguntaron a la vez.Antes de que ninguna pudiera contestar, Odette observó a lo lejos a Derek, su hermano pequeño y Segundo en la línea de sucesión al trono de Linphea.
—¡Oh mierda! —dice en voz alta. —¡Me acordaré de ti! —dice a la mujer cuyo nombre no sabe y sale rápidamente del lugar.
—Muy bonito ver a la heredera bebiendo en un pub de hadas de mala muerte.
—¿Qué quieres Derek?
—Papá quiere que cumplas con tus obligaciones reales.
—Yo renuncié a la corona ¿qué es lo que no entendéis?
—Sabes que no funciona así.
—Dile que no me has encontrado.
—Odette...
—En unas semanas desapareceré y no volveré a ser tu problema. Estarás primero en la línea de sucesión y no te preocuparás por cuidar a la desquiciada de tu hermana mayor.
—Sabes que no es eso lo que quiero. No quiero que te vayas.
—Derek... Ya está hecho... Mi libertad es lo que está en juego. No la perdería por nadie...
—Al menos da recuerdos a Stella de mi parte...
—Descuida, lo haré.Mientras tanto, Farah salía de aquel bar encontrándose con Ben.
—¿Quién era esa chica?
—No lo sé... pero me corté y me ayudó con la herida...
—¿Sabes su nombre?
—No me lo ha dicho... Ha tenido que irse.
—Bien. ¿cuál es el siguiente paso?
—No hay siguiente paso, Ben.Ben la mira como si acabara de matar a un cachorro. —Oh, vamos, Fa. Ha pasado mucho tiempo. Y esperaba que ahora que Rosalind se ha ido...
—Nada ha cambiado.
—Tienes derecho a ser feliz y... he visto como la mirabas...
—Olvídalo, Ben. Y deja de tratar de emparejarme con cada persona a la que nos cruzamos.Horas más tarde, Farah se encuentra en una fiesta formal que se celebra en Solaria tras el inicio del curso. La reina Luna había invitado a todo el reino y a los soberanos de los reinos vecinos.
Farah se dispone a rellenarse la copa y buscar a sus amigos cuando escucha a Andreas mantener una conversación con Saul y Ben.
—Siempre podemos contratar a un o una prostituta —dice Andreas.
—¿Quieres que nos mate? —pregunta Saul.
—Oh vamos, Farah necesita diversión —añade Andreas.
—No seas capullo —dice Ben algo molesto.
—Oh, vamos. Con todos estos dignatarios alrededor, debe haber muchos aquí. Estoy seguro de que ni siquiera Farah podría resistirse a un chico o chica guapo o guapa que se ofreciera descaradamente... Ninguno de nosotros se resistiría.
—No me metas en tu saco —se queja Ben.
—Eres aburrido.
—No podemos simplemente comprar a alguien para que Farah pase una noche de diversión, no lo aceptaría —dice Saul.
—Al final nos lo agradecerá —asegura Andreas.
—No quiero formar parte de esto, es cruel —dice Ben.
—Dejadme elegir a alguien y veréis... Quizá lo he hecho ya y no lo sabéis... —asegura Andreas riendo.Andreas sigue conspirando pero Farah se aleja, no quiere ni puede escucharlo más. Ahora realmente quiere terminar con la estúpida fiesta, volver a su habitación, empezar a hacer las maletas e irse a Alfea antes de que esos dos idiotas de Andreas y un Saul influenciado por el mismo puedan pagarle a alguien y enviarlo a su suite en el palacio real.
Se aleja del lugar cuando escucha una voz tras ella.
—Vaya... Parece que el destino quería que supiera tu nombre —dice una voz que Farah reconoce al instante. Era aquella mujer.
—¿Qué estás haciendo aquí? —dice sorprendida.
—Vaya, no esperaba ser recibida con pétalos pero tampoco esto... ¿Y ese disgusto?
—Lo siento. Nada tiene que ver contigo. Solo... Me has pillado por sorpresa.
—Ya lo veo... Me he aburrido toda la noche pero... ahora estás aquí...
—No soy buena compañía esta noche, no estoy... en mi mejor humor.
—Lo siento por eso... ¿Hay algo que pueda hacer? De ser así, soy toda tuya toda la noche... —dice Odette con una leve sonrisa que denotaba complicidad.Poco después de que las palabras salgan de la boca de Odette, Farah la mira con una conmoción que Odette no espera. Le encantaría saber qué está pasando dentro de la cabeza de esa mujer cuyo nombre no conoce.
Mientras tanto, la mente de Farah se llena de miles de teorías por cada milésima de segundo que pasa. La que mayor peso tiene es la absurda idea de que la mujer que tiene frente a ella es la prostituta que planeaban contratar los otros dos absurdos hombres. Piensa que ha sido un plan premeditado y por eso aquella mujer había sido tan atenta en el bar horas antes.
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YOU BELONG WITH ME (Farah Dowling)
RomanceOdette Ségolène, heredera de Linphea. Es un hada poderosa que no tiene ninguna intención de obedecer a la familia real. Es por ello, que pese a formarse con instructores privados en palacio. Consigue instruirse y conseguir una plaza para impartir cl...