—Odette... —continúa Farah. —Entendería que ahora con mi aspecto...
—¿De qué hablas, Farah?
—Ben dice que recuperaré mi brazo en algún momento, pero ahora tengo una rama y... Entendería que... que...
—Farah, habla claro, puedes contarme lo que sea.
—Entendería que... Quizá... Bueno... Mi aspecto... Quizá no te agrade o...
—Farah... ¿Crees que me das asco?
—No lo habría dicho así, pero...
—Oh Farah... —dice Odette tomando su rostro. —¿Cómo puedes creer eso? Me gustabas hasta como roble, pero te prefiero viva, fuera de un árbol... Y conmigo... —tras decir eso Odette da un profundo beso a la directora.Farah cuela su mano por debajo de la camisa de Odette y aprieta uno de sus pechos. Pasa su brazo en forma de rama por la cintura de Odette y la pega más a su cuerpo.
—Odette...
—¿Algo va mal? —murmura contra sus labios.
—Odette no quiero que hagas nada que no quieras.
—Bien, creo que necesitamos hablar.Odette se separa de ella y se sienta en un sillón indicándole que se siente frente a ella.
—¿Qué ocurre mi amor? —le dice Odette.
—Yo... Yo... —dice Farah sentándose. —Odette, soy horrible —dice dejando que una lágrima ruede por su mejilla. —No quiero que te compadezcas de mí. Me repudio a mí misma.
—Farah...
—Odette... No entiendo como eres capaz de mirarme.
—Farah, el hechizo pasará y... Aunque no lo hiciera. Farah, no dejaría de quererte por algo tan banal como eso. Te querría aunque fueras un roble.
—Lo dices para reconfortarme, Odette.
—Farah, ¿te estás escuchado?
—Odette, no es solo por la rama... Eres algo más joven, más atlética, más poderosa, más atractiva... Podrías tener a quien quisieras, incluso Luna babea por ti.
—Farah, ni Luna ni el mayor soberano del otro mundo te llegaría a la suela del zapato —dice arrodillándose frente a ella y limpiando la lágrima de su mejilla. —Farah, tenemos casi la misma edad, eres el hada más atractiva, preciosa, espectacular y poderosa que he conocido. Eres perfecta, Farah te quiero a ti. No hay nada que pueda definirte, eres más de lo que cualquiera pudiera desear. Y necesito que te lo creas. No quiero a Andreas, no quiero a Luna, ni tampoco a Cryos. Solo quiero estar contigo, eres la única dueña de mi corazón.
—¿Hablas en serio?
—Farah... Nunca he hablado más en serio.Odette se inclina ante el hada y la abraza con fuerza.
—Te quiero Odette, la sola idea de perderte me causa terror, pensar en que no soy suficiente para ti y...
—Farah, no sé qué he hecho para merecer a un hada como tú, entregaría el primer y el otro mundo por un solo beso tuyo, por favor, no dudes de mis sentimientos. Haría lo que fuera por ti.
—Yo sí que no sé qué he hecho para merecerte.
—Te mereces todo y espero poder dártelo.Odette se recuesta en el sofá y hace que Farah se estire sobre ella para abrazarla y acariciar su espalda.
—Relájate, hoy no hay nada más que tengas que hacer que tomarte un tiempo para ti, para nosotras, si me permites acompañarte.
—Será un placer, pero tengo papeleo que atender y...
—Mañana, puedes hacerlo mañana. Hoy no, mi amor. Hoy descansa.
—No me dejarás hacer nada en todo el día ¿me equivoco?
—Tienes toda la razón, yo necesito descansar y estar contigo.
—Yo también... Pero ¿estás segura de que este es el sitio? Podrían llamar a la puerta, entrar...
—Vamos a mi habitación.Ambas se trasladan rápidamente a la habitación de Odette y tras unos lagos minutos de besos se colocan en la cama. Farah se acurruca en el pecho de Odette y ambas duermen durante el resto del día.
Odette despierta en mitad de la noche, han pasado horas y horas durmiendo. Farah nota el movimiento de Odette y se gira, pero una de sus ramitas se parte en el movimiento haciendo que Farah se despierte por el dolor.
—Auch, mierda —dice Farah.
—¿Te encuentras bien? —dice Odette incorporándose rápidamente.
—Me he partido una ramita —declara Farah. Odette puede ver una pequeña rama de apenas seis centímetros con una hojita en la cama.
—Oh, déjame ayudarte.Odette toma el lugar donde ha sufrido Farah y coloca sus manos aliviando por completo su dolor y regenerando la ramita.
—Gracias.
—No hay de qué. ¿No te mueres de hambre? Pediré que me suban algo de comer. ¿Qué te apetece?
—Lo que tú prefieras.Odette pide unos bowls con arroz, salmón y verduras para ambas, acompañados de un zumo natural.
—Aún no he ido a ver a Griffin, va a matarme —ríe Odette.
—¿Cómo la conociste?
—No todas las brujas son de sangre, en torre se nubes se trabaja con otro tipo de magia. Aunque son diferentes a los poderes de las hadas. Nosotras actuamos directamente con los elementos que nos tocan o los que entrenamos, ellas realizan rituales a través de materiales u oraciones. Son aliadas de Linphea gracias a que Griffin y yo forjamos una fuerte amistad.
—Linphea tiene mucha suerte de tenerte.
—A propósito, Stella de ha transformado.
—¿Qué?
—Cuando casi muero en el círculo de piedra.
—¿Cómo? Necesito más detalles cariño.
—Te di mi energía vital para traerte de vuelta. Stella tuvo que reanimarme en el círculo de piedra. Bloom y las chicas de la suite ayudaron a Stella pero no fue suficiente y Stella consiguió una gran cantidad de poder que la hizo transformarse y salvarme.
—Estás completamente loca. ¿Cómo demonios se te ocurre darme tu energía vital? Podrías haber muerto.
—Farah no podía dejarte así, si no te sacaba en ese momento te habrías convertido en roble para siempre. No soportaría el no tenerte conmigo.
—Gracias, pero deja de arriesgar tu vida, te lo ruego.
—No te prometo nada —ríe Odette. —Pero lo intentaré.Farah rueda los ojos y da un trago a su zumo.
—Tengo que darme una ducha —dice Farah.
—¿Te has enfadado? Solo bromeaba. No voy a morir...
—Claro que no —dice dándole un beso a Odette. —Pero de verdad necesito esa ducha —ríe.
—Antes de que te vayas... Llevo días con un mal cuerpo. Puede ser sugestión pero... Necesitamos un código.
—¿Código?
—Si algo malo llegará a pasar, necesitamos poder entendernos sin palabras y sin poderes.
—¿Crees que algo malo va a pasar?
—No pero... Farah es por seguridad... Hay quemados fuera y quién sabe qué más...
—Entiendo...
—Si estoy en peligro te lo haré saber con una prenda rosa, nunca visto de rosa... No me favorece...
—Yo te lo haré saber luciendo el pelo suelto en público, ni si quiera recuerdo la última vez que lo lucí —ríe Farah sin tomar demasiado en serio el tema.
—Está bien... Ya puedes ir a darte esa ducha.
—¿No me acompañas? —pregunta la directora antes de dar a Odette un profundo beso.
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YOU BELONG WITH ME (Farah Dowling)
RomanceOdette Ségolène, heredera de Linphea. Es un hada poderosa que no tiene ninguna intención de obedecer a la familia real. Es por ello, que pese a formarse con instructores privados en palacio. Consigue instruirse y conseguir una plaza para impartir cl...