Poco después de que Farah consiga conciliar el sueño, Odette lo hace también.
Al amanecer se encuentran en la misma posición en la que se han dormido. Farah sigue abrazada a la princesa.Odette abre los ojos lentamente y ve que la directora aún duerme profundamente. La observa, y sabe, que le gustaría despertar junto a ella cada día.
Toma una profunda bocanada de aire y se pierde en sus pensamientos.—Buenos días... —dice la directora en un susurro.
—Farah... Buenos días... ¿Has dormido bien?
—Sí... Gracias Odette.
—No hay de qué... Farah... Yo daría lo que fuera por verte despertar junto a mí cada día... Si me lo permitieras... Y entiendo si no sientes lo mismo pero por favor, sea lo que sea que sientas, deja de reprimirlo...
—Odette...
—Si no me quieres... Si no me quieres, Farah, por favor dímelo... Si esto ha sido un juego, un malentendido o si simplemente tus sentimientos se han diluido, dímelo... Porque voy a volverme loca. Mírame a los ojos y dime que no sientes nada por mí y te juro, te juro Farah, que jamás volveré a molestarte. Jamás volveré a mirarte como lo hago, ni a anhelar un beso tuyo. Pero por favor, rompe mi corazón para que me permitas empezar a reconstruirlo sin ti...La directora se queda unos segundos en silencio observando a Odette.
—Mentiría si te dijera eso, Odette. Pero...Antes de que Farah continue Odette la besa profundamente.
—Somos dos adultas, Farah. Nada de esto está mal. Por favor... déjame quererte.
—No quiero hacerte daño, ni complicar tu ascenso al trono...
—No podrías hacerme daño... Abandonaría el trono si así lo quisieras, Farah, solo quiero estar contigo...
—No quiero que abandones nada por mí...
—¡Farah tenemos un... —dice Saúl entrando sin siquiera llamar. —Perdón... Bloom está en el bosque, ha perdido el control.
—¿Qué?
—Yo me ocupo —dice Odette levantándose y saliendo rápidamente mientras con su magia hacía que en una llamarada su pijama de seda se convirtiera en un mono de cuero.
—¡Odette no, necesitas reposo! ¡Mierda! ¡Cógela Saul! —exclama Farah haciendo que Saul vaya tras ella y cerrando la puerta para cambiarse rápidamente.—¡Bloom! —dice Odette llegando al lugar.
—Señorita Ségolène... —suspira Bloom rodeada de fuego que se extendía más y más rápido.El hada se transformó y voló hasta Bloom colocándose delante de ella y absorbiendo las llamas deshaciendo el incendio que se había formado.
—¿Te encuentras bien?
—Sí... Eso creo... Gracias...
—No hay de qué... Si necesitas ayuda con tus poderes... Que veo que sí... Pídemela. Tienes fuerza y potencial pero... Te falta práctica y control.
—Las clases de Dowling no me ayudan... —dice Bloom comenzando a caminar hacia la escuela junto a Odette.
—Ey. Dowling es buena en lo que hace, además de poderosa. Sabe cómo sacar lo mejor de cada uno, quizá es que simplemente tú necesitas otra metodología... Empezaremos mañana... —dice Odette atravesando la barrera de vuelta a Alfea.
—De eso nada —dice Farah llegando a ellas de brazos cruzados.
—¿Me he perdido algo?
—La profesora Ségolène no podrá entrenarte, Bloom, hasta dentro de unos días. Necesita reposo. Ahora, por favor, retírate.Bloom se marcha dedicando una sonrisa a Odette, quien queda a solas con Farah.
—Estoy bien...
—Demente, es lo que estás. Podrías perder la audición y quién sabe qué más podría pasarte... No quiero que hagas ese tipo de tonterías, yo habría ido a ayudar a Bloom.
—Farah he sobrevivido muchos años haciendo cosas peores que esta. Estoy perfectamente, solo ha sido un momento.
—Me da igual. No quiero que te pongas en riesgo...Un fuerte golpe tras ellas las hace girarse de golpe. En ese momento la mirada de Farah se vuelve aterrorizada ante lo que ve. Dos quemados golpean con fuerza la barrera emitiendo gritos y aullidos.
Antes de que Farah se dé cuenta, Odette se encuentra saliendo de la barrera y colocándose tras ellos haciéndolos estallar en miles de pedazos de fuego.
La heredera vuelve dentro rápidamente mientras sus ojos pierden la iluminación que habían adquirido debido a la magia usada.
—Dos menos... No sabía que se acercaran tanto a la barrera...
—No lo hacen... Esto es nuevo.
—Lo que nos faltaba...
—Lo que nos faltaba es que sufrieras por no guardar reposo. Te encadenaré si es necesario hasta que estés completamente bien.La declaración de la directora hace reír a Odette.
—No bromeo.
—Saul nos interrumpió...
—Estás comprometida...
—Por orden de la reina, pero ese compromiso no se consumirá. Farah... Deja de excusarte... Dime que me quieres... —dice Odette acercándose a ella y acariciando su rostro.
—Odette...
—Siempre me ha gustado como suena mi nombre cuando roza tus labios...
—Aléjate... porque no sé cuánto voy a poder controlarme...
—No te controles...Odette acerca su boca a la de la directora. Ambas pueden sentir el aliento de la otra. Ninguna es consciente de cuál ha iniciado el contacto. Pero cuando sus labios se encuentran están hambrientos de los de la otra.
—Para, para... —jadea Farah contra sus labios.
—¿Algo está mal? —pregunta Odette.
—Pueden vernos... —dice alejándose de ella unos centímetros con la respiración entrecortada. —No quiero dar una exhibición obscena a los alumnos.
—Inevitablemente tengo una clase que supervisar... Iré a tu despacho cuando termine... —articula Odette. Se acerca a Farah y le da un rápido pico dejándola estática y abandona el lugar para cumplir su deber como profesora. Ben le ha encomendado reposo pero ella espera al menos poder acudir a la clase como espectadora para ver el avance de sus alumnos.Odette llega a donde se encuentran los especialistas con lo arcos.
—Odette —dice Stella acercándose a ella.
—Querida, ¿todo bien?
—Perfecto. Tengo unas horas libres, ¿puedo hacerte compañía?
—Por favor. ¡Menos charlar y más apuntar! —declara a los especialistas.
—¿Qué hay entre tú y la directora?
—¿Qué?
—Te buscaba y os vi besándoos. Tranquila, tu secreto está a salvo conmigo —ríe Stella.
—Lo sé, sé que puedo contarte lo que sea, pero no sé qué hay entre nosotras.
—Veo como la miras... También como ella te mira a ti... Si voy a tener una madrastra me alegra que sea ella.

ESTÁS LEYENDO
YOU BELONG WITH ME (Farah Dowling)
RomanceOdette Ségolène, heredera de Linphea. Es un hada poderosa que no tiene ninguna intención de obedecer a la familia real. Es por ello, que pese a formarse con instructores privados en palacio. Consigue instruirse y conseguir una plaza para impartir cl...