—Nos va a matar —dice Saul antes de entrar.
—Bueno, sería interesante ver cómo lo hace.
—¡Odette!
—Solo bromeaba. Vamos.Ambos entran al despacho de la directora seguidos de Andreas.
—Me encantaría saber por qué tengo que citaros a mi despacho como si fuerais unos alumnos irresponsables —Se queja la directora. Está airada, es evidente, pero no es solo eso y Odette es capaz de percibirlo. Sigue habiendo celos dentro de ella que la hacen querer quemar todo a su paso. Odette puede sentirlo cada vez que la directora pone sus ojos en ella.
—No sé de que me hablas —dice Odette.
—Oh claro que lo sabes. Esta flecha —dice sacándola de un cajón. —Lleva tu nombre grabado. —Le muestra la flecha a Odette y efectivamente, tiene tallado su nombre.
—Mierda... —se queja.
—Que no vuelva a suceder. Lo pasaré como un accidente.
—No lo ha sido —dice Odette recuperando su flecha de la mano de Farah. —Nunca fallo un tiro. En mi defensa diré que Saul me retó.
—¿Saul?
—Es solo una broma, Farah, sabía que no os daría a ninguna.
—No me parece una broma de buen gusto, Saul.
—Oh, Farah.
—Que no se repita.
—Descuida.Sin mediar más palabra abandonan el lugar, Odette está harta de los repentinos cambios de humor por parte de la directora.
—Le has echado huevos —dice Andreas alcanzándola.
—¿No tienes nada mejor que hacer?
—No. Escucha, sé que Farah...
—Si pretendes emparejarme con Farah para tener el camino libre con Luna, que sepas que es toda tuya. Sabes bien que dejé de tener lo que sea con ella hace años.
—Pero ella sigue mirándote con deseo.
—Que se meta el deseo en el culo. Está loca, y ha tratado como una mierda a su hija. Y ahora que es poderosa la quiere de vuelta.
—Sí... Es un tanto...
—Dejé de desearla hace ya mucho solo es una aliada de Linphea...
—Lo sé.
—Mejor. Me voy a nadar.
—¿Nadas?
—Cuando me agobio.
—Bueno pues elimina ese agobio rápido. Esta noche llegan las flores de Harvey y vas a tener que ayudarlo.
—¿Yo? ¿Por qué yo?
—Tiene un plan.
—Os odio. Que lo sepáis. Sobre todo a ti.
—Un placer.Odette pasa parte de la tarde nadando en el río. Cuando s lo suficientemente tarde se dirige al invernadero.
—¿Qué necesitas Ben?
—Que me ayudes, me ha llegado un cargamento de plantas, Farah está trayendo algunas. Están en el Hall.
—Vale, voy a por ellas.Cuando solo una de las plantas queda, Farah y Odette se encuentran en la entrada.
—Yo la llevo, no te preocupes.
—No, tranquila, iba a hablar con Ben de cualquier modo.Farah se marcha con la planta y Odette es alertada de que dos alumnos han ido tras un quemado más allá de la barrera. Sin pensarlo dos veces, reúne a algunos de los mejores especialistas que quedan en Alfea y van tras ellos.
Para cuando Odette llega, es demasiado tarde. Lo único que encuentra son restos carbonizados y destrozados humanos. Sabe que el quemado sigue ahí. Sabe que espera para atacar. Odette empuña su arco pensando en todo lo que ha pasado estos días. Cuando escucha a uno de sus especialistas gritar, sabe que el quemado ha realizado su primer ataque. Otro de estos corre rápidamente huyendo del lugar y otros dos encaran al quemado en vano.
Odette clava dos flechas en la criatura y esta cae al suelo. Baja la guardia durante menos de un segundo pero es el tiempo suficiente para que el quemado demuestre no estar muerto y le ataque por la espalda. Odette cae al suelo, herida y la criatura se enzarza con el especialista que queda con vida y trata de matarla.
Odette se arrastra hasta un árbol y nota como la infección se va apoderando poco a poco de sus sentidos. Le es imposible no pensar en el hada, en que ella probablemente muera ahí, sola en el bosque y que nunca volverá a verla. Odia sentir lo que siente por Farah, pero le es imposible dejar de hacerlo. También piensa en Stella y en su hermano. En el dolor que supone no volver a ver a ninguno de los dos.
Una lágrima rueda por su mejilla mientras todo su cuerpo siente un dolor inaguantable.Pasan menos de cinco minutos entre agonía cuando el especialista que había huido vuelve junto a dos hadas y un pequeño frasco de Zanbaq.
—No os acerquéis —musita Odette.
—Tranquila profesora, tenemos Zanbaq, Musa, ponlo en su boca —dice Terra, la hija de Ben Harvey, una de las dos hadas a la otra. Esta hace que unas raíces inmovilicen a la heredera para que Musa pueda darle el remedio.Odette siente un absoluto alivio cuando nota el líquido bajar por su garganta. Las hadas y el especialista cargan a Odette hasta la escuela rápida y eficazmente. Stella la ve nada más llegar y corre junto a ella al invernadero.
Una de las hadas corre al despacho de la directora para alertarla del problema.
—La profesora Odette está herida, no sé qué le ha pasado, puede que haya sido ese monstruo —dice el hada de manera atropellada entrando al despacho de Farah sin siquiera llamar a la puerta.
—¡Maldita sea! —exclama. Farah sale a toda velocidad de su despacho y corre al invernadero, donde sabe que Odette estará con Ben.Farah llega rápidamente encontrándose en el lugar con las hadas que la ayudaron. Quienes observaban como Ben curaba a Odette y Stella sostenía su mano con sus ojos aguados.
—Chicos, nos dejáis solos... —dice Ben a los alumnos. La directora asiente.
—Odette por favor...
—Estaré bien, Stella, descuida. Te avisaré. Lo prometo.Los adolescentes abandonan el lugar e instintivamente Farah, que ve como Odette lucha y se queja por mantenerse erguida, se sienta y hace que se acueste sobre sus piernas.
—Ya estamos solos, Odette —confirma Ben.
—¿Cómo te has hecho esto? —pregunta Farah sin entender en qué momento decidió ir a por un quemado.
—Me informaron de que dos alumnos iban tras él... Cuando llegué era tarde para ellos...
—No tendrías que haber ido sola... —dice el hada. Su respiración es pesada y expresa preocupación.
—Farah...
—Estoy aquí, estoy aquí...
—Si me muero...
—No digas eso, Odette, no vas a morir... —dice el hada conteniendo fervientemente las lágrimas que quieren escapar de sus ojos.
—Farah, el Zanbaq no es suficiente —le susurra Ben.
—¿Qué dices Ben?
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YOU BELONG WITH ME (Farah Dowling)
RomanceOdette Ségolène, heredera de Linphea. Es un hada poderosa que no tiene ninguna intención de obedecer a la familia real. Es por ello, que pese a formarse con instructores privados en palacio. Consigue instruirse y conseguir una plaza para impartir cl...