Había pasado una semana desde que Lisa entro a la nueva escuela, y a pesar de que su maestra y su escuela eran bonitas habia algo que no le gustaba. Y es que desde que entró no habia logrado hacer amigos... ¿Que tenía de malo? ¿Acaso olia mal?... Además su compañero de pupitre siempre la miraba feo y evitaba todo el contacto con ella.
La última vez ella le tocó el brazo para hacerle una pregunta de la tarea que la maestra había dejado, pero él no le respondió, incluso se cambió de lugar diciéndole a la maestra que iba ayudar a su amigo Daniel a terminar el trabajo.
Decidió ignorar aquello, quizás al niño le caía mal, pero a pesar de eso ella quería llevarse bien con él, sobre todo si compartirían lugar lo que restaba del ciclo escolar.
A la hora de recreo, la pelinegra se sentó sobre el pasto a comer, mientras observaba a los niños jugar, entre ellos estaba Kevin, quien a pesar de su corta edad jugaba muy bien a la pelota, la niña sonrió de lado, y se le ocurrió una idea, había visto en varias películas que si llevaba regalos para sus compañeros de clase lograría hacer amigos, cuando llegara a casa le diría a su mamá que hicieran galletas en forma de balón, ya que lo importante para ella era hacer que Kevin se llevará bien con ella, pues era incómodo sentarse con alguien que te mirara como si fueras la apestada, además a Kevin parecían gustarle mucho los equipos de fútbol, ya que tenía sus libretas forradas con estampas de futbolistas famosos.
Justo en ese momento un balonazo la saco de sus pensamientos, los niños comenzaron a reírse de ella.
— ¡Eso fue gracioso, Kevin! — exclamó uno de los niños que estaban jugando, Lisa comenzó a sobarse su mejilla, y de pronto sintio cómo sus ojos se le llenaban de lágrimas, aquel golpe si que había dolido, pero a Kevin parecía no importarle el hecho de que había golpeado a una niña con un balón, pues él estaba riendo como si no hubiera un mañana, Lisa se levantó y salió corriendo al baño, le avergonzaba que la vieran llorar.
Después del recreo, llegó Kevin con una pequeña sonrisa en su rostro, tomo asiento y saco de su mochila una botella de agua y comenzó a beber, Lisa estaba haciendo un dibujo, después de recibir aquel balonazo habia preferido regresar al salón, definitivamente extrañaba a Diego.
— Me golpeaste a propósito — hablo la pequeña apretando su pintura y mirando al pelinegro con enojo.
— No es cierto — Kevin la miro con indiferencia.
— ¡Claro que sí, y ahorita le voy a decir a la maestra!
— Eres una chismosa, por eso no tienes amigos.
Aquellas palabras le dolieron a la pelinegra quizás él tenía razón, por eso nadie se juntaba con ella, las niñas se alejaban de ella cuando la veían acercarse, y los niños simplemente la ignoraban.
La niña se quedó callada, pero aún así tenía cierto coraje por lo que Kevin le había dicho, aunque se sorprendió, por primera vez él había cruzado palabras con ella.
La maestra llegó al salón, Lisa se debatía entre decirle o no, quería agradarle a Kevin y si lo acusaba eso haría que las cosas entre ellos fueran peores, decidido guardar silencio.
Comenzó la clase de matemáticas, mientras ella intentaba resolver multiplicaciones Kevin ya había terminado y se encontraba en la fila para calificar, seguido de más niños que observaban a la pelinegra con burla.
— Ella es muy lenta, y seguramente lo hizo mal — hablo Kevin mirando a sus amigos e ignorando a Lisa, hablando de ella como si no pudiera escucharlos, la maestra estaba ocupada explicándole a otro niño que ni siquiera se dió cuenta que su alumno estaba haciendo sentír mal a una de las niñas. Aquellos niños comenzaron a reírse, y cuando llegó el turno para calificar el cuaderno de Kevin, Lisa deseo que se equivocara en todas pero no, habia logrado hacerlas sin ningún error.
Cómo pudo la niña termino y fue a calificar, de las cuales solo dos tuvo correctas, Kevin ahogó una risa cuando Lisa volvió a sentarse junto a él.
— Si que eres tonta.
— ¡No lo soy!
— Si lo eres, además tienes cara de moco.
— ¡Maestra! — exclamó Lisa, la maestra dejo de escribir en el pizarrón y se acercó a ellos.
— ¿Que ocurre Lisa?
— Kevin me está molestando. — la maestra poso su mirada en el pequeño, a pesar de tener la misma edad, Kevin era mucho más bajo que Lisa por unos 5 o 7 centímetros.
— ¿Que paso? — la maestra soltó un suspiro.
— No es cierto maestra, yo solo quería ayudarla a resolver las operaciones que tuvo mal, pero ella piensa que al hacerlo la molestó.
— ¿Es cierto eso Lisa?
La pequeña miro a Kevin, luego a la maestra y después a sus compañeros los cuáles parecían estar del lado de Kevin... No quería que la odiaran más.
— Yo... — se puso nerviosa.
— Lisa — hablo la maestra con tono de reproche.
— Si... Es cierto... — dijo y agachó la cabeza, Kevin esbozó una sonrisa.
— Bien entonces deja que Kevin te apoye, eso no es malo.
— De acuerdo, maestra...
La maestra volvió al pizarrón a escribir dejándolos solos.
— Eres una chismosa, casi arruinas todo, si me regañan mi mamá se va a enfadar conmigo y me prohibirá salir a jugar en la tardes, deja de ser una chillona, Chilindrina.
— ¿Chilindrina?
— Si por esas feas coletas que te haces.
Kevin puso los brazos sobre el pupitre y escondió su rostro en él. Definitivamente ese niño no toleraba a Lisa. ¿Pero que es lo que ella había hecho?
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Mi Primer Error Favorito |Kevin Álvarez| [FINALIZADA]
Fanfiction"El problema es que, jamás pude odiarte" La infancia es la etapa más bella de la vida de un humano... O eso es lo que muchos creen. Para Lisa Reyes fue sumamente difícil, lidiar con sus compañeros de clase y sobre todo con ese pequeño pelinegro que...