— Psss, Lisa... — susurro Wendy esperando a que su amiga despertara. — Lisa.
Todos ya se encontraban durmiendo en las colchonetas que la maestra había colocado en el salón de clases, claro a excepción de Wendy quien no podía dormir por la culpa de un farol, su luz daba de lleno en la ventana evitando que la castaña pudiera pegar un ojo.
Wendy gateo hasta llegar a la pelinegra que dormia plácidamente al lado de otra de sus compañeras de nombre Camila.
— Lisa despierta... — la niña movió a la pelinegra, logrando que está despertara.
— ¿Que pasa, Wen? — pregunto mientras tallaba sus ojos.
— Estoy aburrida no puedo dormir desde hace un buen rato... — se sentó a un lado de ella, Lisa bostezó y de igual forma se sentó, agradecía que había traído su pijama calientita ya que en el salón hacia mucho frio, aunque claro, Kevin al ver su pijama no dudo en reírse, aquel recuerdo le causó enojo.
— Cuenta ovejas — dijo la pelinegra mientras miraba a su amiga.
— Lo he intentado... Pero no me funciona.
— Si la maestra se da cuenta que no estamos durmiendo nos regañara.
Wendy soltó un suspiro y giro a ver a la maestra, quien parecía que no iba a despertar para nada.
— No te preocupes por eso, ella parecía muy cansada, dudo que despierte. — La castaña poso su vista en aquellos cuatro niños, quienes siempre se la pasaban molestando a Lisa y a ella, una sonrisa malévola se formo en los labios de la niña. — Ya se que vamos a hacer, Lisa. — la pelinegra ya se encontraba cerrando los ojos nuevamente — ¡Lisa!
— ¿Eh, que?
— ¿Estabas durmiendo sentada?
— Nooou — claro que sí lo estaba haciendo — bueno... ¿Decías?
— Vamos a hacerle una broma a Kevin, y a los tontos de sus amigos ¿Te parece?
Escuchar eso no se le hizo tan mala idea, después de todo ese niño le debía muchas.
— ¿Que tienes en mente? — cómo por arte de magia a Lisa se le había ido el sueño.
— Traigo plumones en mi mochila, pintémosle la cara — ambas niñas se pararon y con cuidado de no pisar a nadie fueron hasta sus mochilas, sacaron sus linternas para buscar los plumones — ¡Aquí están!
— Shhh baja la voz — siseó Lisa mientras observaba hacia sus compañeros para asegurarse que todos siguieran durmiendo.
— Lo siento.
— Bueno, préstame el plumón negro, de preferencia el de aceite — Wendy asintió y se lo dió a Lisa, está esbozó una sonrisa enorme... Por fin Kevin se las pagaría, solo esperaba que la maestra no se enojara, aunque no iba a tener pruebas de quién había sido el que hizo eso.
— Mañana si la maestra dice algo, nosostras no sabemos nada ¿De acuerdo?
— Wen, es lo mismo que estuve pensando...
Después de aquella breve plática, se acercaron a los niños, Lisa destapó el plumón y miro a Kevin, agradecía que la luz del farol alumbrará así evitaría prender la linterna, miro el rostro de Kevin, durmiendo realmente parecía un ser inocente, pero para Lisa era un demonio disfrazado de oveja, era un niño bonito eso no lo podía negar ni ella, pero tenía que vengarse de todas, así que con cuidado comenzó a dibujarle unos bigotes, y una barba, le puso cuernos dibujados en la frente, unos espirales en ambas mejillas y por último le puso un pentagrama en medio de la frente.
— Si que tiene el sueño pesado — susurró la pelinegra, en ese momento Kevin se movió un poco y se acomodo, Lisa se quedó quieta, cuando noto que nuevamente se quedó tranquilo, volvió a pintarlo, está vez pintó sus labios color negro, y puso su mano sobre la boca para evitar que la risa saliera. Mientras Wendy terminaba de pintar a los otros tres. — Desearía poder tomar una foto.
— ¿Terminaste? — pregunto Wendy, Lisa asintió — Es hora de ir a dormir
[...]
Al día siguiente, domingo, todos ya estaban despiertos a excepción de Kevin y sus amigos, todos los niños se les quedaban viendo con extrañeza, y también se habían comenzado a reír cuando Kevin abrió los ojos y se incorporó.
— ¿Que? — pregunto el pelinegro.
La maestra no se encontraba ya que habia ido al sanitario. Lisa y Wendy estaban de espaldas según platicando entre ellas tomando un juguito de sabor mango.
— ¿Por qué se ríen? — volvió a insistir Kevin, sus amigos despertaron y miraron al pelinegro, inmediatamente se comenzaron a reír. — ¿Que te pasa Daniel?... ¿De qué te ríes y por qué en la cara tienes rayones? —El niño se dejó de reír y se levantó como si su vida dependiera de ello y salió del salón directamente al baño, Kevin giro para ver a sus otros amigos — ¿Tengo monos en la cara o que?
— No, pero tienes cosas diabólicas dibujadas — respondió otro de sus amigos.
Kevin abrió los ojos a mas no poder y se levantó de inmediato, se acercó al espejo que había en el salón y se miro, abrió la boca tanto que uno podría pensar que su mandíbula se iba a despegar de su cara.
Giro enojado a ver a aquella niña, no le cabía duda que ella había sido, y todavía se hacía la desentendida tomando un jugo de mango a la 07:30 de la mañana.
— Ustedes también mirense al espejo — hablo Kevin a sus amigos, pero sin despegar la vista de esas dos niñas. — Bien... Así que quieres guerra, Lisa... Entonces guerra vas a tener — susurró.
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Holaaa aquí dejo otro capítulo, de madrugada jeje espero les guste, mañana trataré de subir otro.
Muchas gracias por leerla. ꒰⑅ᵕ༚ᵕ꒱˖♡
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Mi Primer Error Favorito |Kevin Álvarez| [FINALIZADA]
Fanfic"El problema es que, jamás pude odiarte" La infancia es la etapa más bella de la vida de un humano... O eso es lo que muchos creen. Para Lisa Reyes fue sumamente difícil, lidiar con sus compañeros de clase y sobre todo con ese pequeño pelinegro que...