Mi Primer Error Favorito |Kevin Álvarez| [FINALIZADA]

Capitulo Cincuenta y Tres ♡ "Rosas para Alex"

— ¡Y ahí está mi pequeña prodigio! — exclamó Izan llegando a la oficina, Lisa lo recibió con una sonrisa.

— ¡Hola, Izan!

— Ey, hoy vienes muy feliz ¿Que paso? — Lisa se sonrojó al recordar lo que había pasado — Ya veo, ¡que afortunados son algunos! — Izan tomo asiento frente al escritorio de Lisa.

— Dime, ¿Que pasa con tu visita? — pregunto tomando asiento también.

— Tenemos un problema — Lisa frunció el ceño.

— ¿A qué te refieres?

— Tu prima, ha estado insistiendo tanto en trabajar aquí... Y...

— ¡No! — Lisa se levantó de golpe de su escritorio, llamando la atención de las personas que pasaban afuera de la oficina.

— ¡Shh! — Izan se levantó y se apresuro a cerrar la puerta. — Si, se le ha dado trabajo, pero el jefe de los jefes — se refirió al dueño de la empresa de músicos donde Lisa trabajaba — es el que se ha hartado de ella y por eso.

— ¿Que va a hacer aquí?

— Según compondrá igual música, pero depende, los cantantes tienen que darle la oportunidad a ella, si a nadie le gustan sus canciones, no tendrá chiste tenerla aquí.

— Bueno... Ya no importa, espero no cruzarmela seguido, es incómodo — comentó Lisa volviendo a tomar asiento.

— No te preocupes, tranquila — Izan le dedicó una sonrisa.

En ese momento, llamaron a la puerta, Izan se levantó a abrir topandose con un repartidor de flores, el chico parecía tener unos 18 años, se veía bastante adorable con su uniforme de la florería y tenías sus mejillas rosadas debido al calor y a lo pesado del ramo.

— Buenas tardes, ¿Es aquí la oficina de la señorita Lisa Alejandra Reyes Rivera? — hablo el chico mientras trataba de leer la tarjeta donde estaba el nombre escrito.

— Si, soy yo — respondió ella y se acercó para ayudar al chico a cargar aquel ramo.

— Es un regalo para usted — comentó el chico.

— ¡Gracias! — el chico se despidió y se fue de ahí, Lisa puso el ramo de flores sobre su escritorio y busco la nota.

— ¡Uy! —exclamo Izan — ¿De tu novio?

Lisa encontró la tarjeta, abrió el pequeño sobre y saco de ella la dedicatoria.

Para la chica que más amo en el planeta, mi preciosa Alex, con todo mi amor envío estas flores, ojala pudiera regalarte muchas más, cada una de ellas simboliza el tiempo que me la paso pensando en ti. Te amo.

Kevin Álvarez.

— Si, son de él — comentó sonriendo y llevando la tarjeta hacia su pecho, no podía creer que el niño que antes la molestaba hasta el cansancio ahora era el hombre que amaba.

— Vaya, ese futbolista si que sabe cómo tratar a su novia  — sonrió.

— Es un chico maravilloso... — suspiro. Izan soltó una risa y miro a  Lisa.

— Bueno enamorada, te dejo, necesito hacer unas cosas.

— Si, está bien, no te preocupes — Izan se despidió de la jóven y salió por la puerta de la oficina.

Lisa aún mantenía aquella sonrisa en sus labios, por primera vez sentia lo que en verdad era el amor, gracias a aquel pelinegro, que le quitaba el sueño.

Pero su sonrisa desapareció cuando recordó que su prima iba a trabajar en el mismo lugar que ella, en verdad no comprendía por qué se empeñaba en hacer todo lo que ella hacia, como si no tuviera una vida propia.