Cariño, esto es guerra

Capitulo 6 Complicaciones

Durante la tarde del sábado y todo el día del domingo no Salí para nada, no quería ver a nadie, ni tener que escuchar a nadie porque cada que alguien me dirigía la palabra era para mencionar a Andrew Morgan y lo último que quiero ahora es pensar en ese tonto. La siguiente semana no tuve ningún contra tiempo con el individuo al que ahora toda la escuela cree mi novio, lo cual me dio un poco de paz mental por un rato, incluso el sábado siguiente Sury y los chicos me invitaron al Red pero me niegue y les cerré la puerta en la cara para que se dieran cuenta de que no tenía ganas de ir, por suerte lo entendieron y se fueron dejándome sola en el departamento, encendí la televisión y me puse a ver una película de Marvel. Después de lo de la piscina y lo del beso, le conté todo a Emily, y me dijo que nada perdía con hacer una tregua entre ambos, que a veces era bueno ceder primero, pero fui clara al decirle con firmeza que si tenía algo que perder: mi orgullo y mi dignidad de Black.

A media película subí el volumen para ir a la cocina y preparar palomitas, tome un traste y puse mi botana ahí para poder continuar en el sofá, pero justo cuando estaba por sentarme alguien llamo a la puerta. Decidí ignorarlo, pero continuo tocando <<Voy a matar a quien quiera que esté allí>>, a regañadientes deje las palomitas sobre la mesita y puse pausa a la película para ir hacia y la puerta y quedar completamente confundida cuando Aaron Morgan apareció enfrente.

— ¿Qué se te perdió? — espeto sin apartarme de la entrada.

— Andrew me envío a buscarte — responde encogiéndose de hombros

— ¿Para qué? — me cruzo de brazos.

— Para decirte que en dos semanas iremos a nuestra casa a las afueras de Londres para un baile de beneficencia que está organizando nuestra madre para construir un hospital en áfrica — informa — Es el día de san Valentín, así que prepara tu maleta para ese día y nosotros pasaremos por ti.

— Eso es una gran labor — digo — pero no iré, los bailes no son lo mío, y ¿Por qué querría el llevarme a ese baile? Sabe que podría dejarlo en ridículo, ¿Por qué se arriesga?

— Porque es un idiota — resopla — los dos lo son — ataca y alzo ambas cejas con sorpresa

— ¿Disculpa?

— Mira — suspira — la guerra que tengan entre ustedes, manténgala ahí, ni Alexander ni yo queremos formar parte de esto y mucho menos quedar en medio.

— El empezó la guerra — le recuerdo — tan fácil era ignorarme y ya está, pero no lo quiso así y yo tampoco soy de las personas que baja la mirada y se va con la cola entre las patas.

— Eso jamás iba a pasar y ahora menos que me di cuenta que los dos están cortados por la misma tijera — resopla con burla — son tan iguales que van a terminar matándose.

— Me gustan los tulipanes — digo tajante y frunce el ceño confundido — para mi funeral. — agrego causando que se ría amargamente.

— Me agradas Katie — dice aun entre risas — espero que cuando todo termine no acabe mal para ninguno de los dos porque me gustaría que seamos amigos — se encoge de hombros.

— Yo no tengo amigos.

— Tal vez ese sea el problema — se mete las manos a los bolsillos — No confías, no cedes porque no sabes lo que es ceder ante alguien que no sea tu familia, los amigos no son algo malo... — hace una mueca — bueno, si, pero solo si no sabes cómo elegirlos. — tiene un punto. Nunca he querido tener amigos o amigas, porque las chicas solo babean por mis hermanos y los chicos les temen. Siempre fui la loba solitaria que decían que era por ser una Black, y no me molestaba en lo absoluto porque así yo solo me ocupaba de mis asuntos y nada más.
En otras ocasiones si he intentado hacer amigos pero como pase mucho tiempo sola, se me dificultaba, al final me rendí y me convertí en la cascarrabias que soy. Las únicas amigas que tengo son, Emily, Rose y Lori, pero porque las considero familia, no una amistad cualquiera. Tal vez tiene razón y lo que me hace falta son amigos, pero mi soledad es más fuerte y los repelo como mosquitos.