El lunes, como era de esperarse en una escuela como estas en donde los rumores y cotilleos son la comillida de todos los días; las malas lenguas se encargaron de soltar por cada rincón de la universidad que yo había vencido nuevamente a Andrew y que además de eso le había quitado su auto. Incluso comenzaron a hablar sobre Emily, pero en cuanto escuche que mencionaban a la novia de mi hermano me detuve en medio de los pasillos en seco para dejarles bien claro que de mi podían hablar lo que quisieran pero que si volvía a escucharlos mencionar a Emily entonces les cerraría la boca de un puñetazo. Lo que hablen y digan de mi me tiene sin cuidado, jamás me ha importado lo que otros crean sobre mí, pero si sobre mi familia y Emily es mi familia y la primer chica además de mí que todos en la familia defendían a capa y espada.
La última de mis clases fue la de historia, porque el profesor había tenido un inconveniente y tuvo que recorrer las horas y hacer un cambio con otro maestro para poder darnos la clase al final. Al entrar al aula, me senté donde debía y al cabo de unos segundos, Alexander Morgan se sentó junto a mí.
— Te di un consejo como buen amigo, y te lo pasaste por el arco del triunfo — dice de repente.
— En mi defensa, no somos amigos — digo con mala cara. — y a todo esto, ¿Por qué te importa si nos matamos tu hermano y yo?
— Porque antes de lograr matarse, van a causar muchos problemas — resopla mirándome como si fuera estúpida. — Andrew está furioso y no es para celebrarlo — advierte cuando ve que intento sonreír — cuando se enoja, no piensa con claridad, ya lo jodiste, ahora te vas a tener que aguantar cuando le toque dar su golpe.
— Me importa un pimiento lo que tu hermano quiera hacerme — espeto — podre con lo que sea que intente.
— No digas que no te lo advertí — me dice con tono severo antes de desviar la mirada de nuevo hacia al frente cuando el profesor hace acto de presencia.
Al terminar la clase, tome mis cosas y me fui directo a casa en el Audi. Debo admitir que adoro este auto, es una belleza pero aún no ha sacado todo su potencial, y tengo la urgida necesidad de explotar su belleza en una buena pista para que todos vean lo que realmente puede hacer este bebe además de hacerte lucir cuando lo montas. Después de un corto camino, entro al edificio y subo a mi departamento, para poder llamar a Kaden. Es el único que no ha tenido tiempo de llamarme porque su trabajo como bombero forestal lo ha mantenido muy ocupado en Canadá.
Después de cambiarme y ponerme cómoda, le hago la video llamada que responde al instante y hace que mi hermano aparezca en la pantalla con su uniforme de bombero y con unas manchas de humo en su rostro, pero aun así de sucio se ve muy guapo.— ¿Otro fuego? — pregunto
— Hay más de los que me gustaría admitir — hace una mueca antes de sonreír de nuevo — pero ¿Cómo estás? — pregunta
— Mejor — respondo — las cosas van acomodándose poco a poco — le aseguro
— Me alegra saberlo — dice con entusiasmo — Freya y yo estamos pensando visitar Londres cuando me den mis vacaciones — informa — quiero llevarla para que conozca y así poder pedírselo, claro que también iremos a verte si así lo quieres...
— ¡¿Le pedirás matrimonio?! — ni siquiera lo dejo terminar porque doy un brinco de la cama de emoción. Kaden la conoció en Canadá, y a pesar de que pocas veces nos fueron a visitar a Illinois, me agrada, es buena y ama a mi hermano.
— Si — dice entre risas — es la indicada, hermanita — asegura — y no pienso dejarla ir.
— Haces muy bien — le digo sin poder borrar la sonrisa de mi rostro. — Adoro a Freya y sé que algún día me darán lindos sobrinos a los cuales podre consentir.
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Cariño, esto es guerra
Romance¿Qué pasaría si juntas a dos personas expertas en póker en una sola mesa? ¿Qué pasaría si dos personas con temperamento de los mil demonios se cruzan? Bueno... lo sabrás a continuación porque esta es la historia de una chica de Illinois, chicago, qu...