A la mañana siguiente como fue planeado, Mason y yo nos levantamos temprano para salir del departamento y llamar a un amigo de él, que en poco rato llegó a mi edificio y nos llevó a su edificio <<Y el de Andrew también>>, no pudimos desayunar nada y como no tiene su motocicleta, optamos por pedir comida a domicilio de su restaurante/cafetería. No podemos llevar a cabo la reparación en su departamento por obvias razones, pero el conserje del edificio nos ha permitido hacerlo en un pequeño cobertizo de limpieza que tiene a un costado del edificio, no es grande pero ya es algo y nos dará completa libertad para llevar a cabo la reparación de la Harley, lo único malo es que muy posiblemente me veré la cara al idiota que también vive en este edifico, eso no me tiene muy feliz pero al menos tendré en que mantenerme ocupada.
— Al menos es algo espacioso — me encojo de hombros
— Si — resopla — pero necesitará una buena limpieza.
— No me importa ensuciarme las manos — frunzo los labios y él sonríe como si en su mente estuviese diciéndome <<por supuesto que no>> — Despejemos un poco más, y saquemos lo que no necesitaremos.
— Lo que ordenes — se lleva la mano a la frente para hacer un saludo militar y se mueve a empezar con la limpieza del lugar. Polvo, telarañas, y basura fueron muchas de las cosas que nos encontramos en el interior del cobertizo de limpieza. — oye — me habla y alzo la mirada hacia el — mira lo que encontré — dice sosteniendo una antigua toca discos de madera que alza para que pueda ver bien.
— Mi padre tenía una igual — le digo y me sacudo las manos para caminar hacia él. — ¿funcionará? — pregunto con curiosidad causando que su sonrisa se agrande.
— Solo hay una manera de saberlo — dice y ruedo los ojos. Me pongo a limpiar nuevamente mientras que el intenta verificar si funciona o no, barro la tierra y con el recogedor llevo la basura y polvo a una bolsa negra. Ignoro a Mason por unos minutos con la intención de avanzar, hasta que el ruido de la punta tocando un disco me hace girar para ver el tocadiscos funcionando y reproduciendo una canción viejísima que reconozco bien.
— The cramps — digo al escuchar la tonada de goo goo muck, es un clásico y la reconocí de inmediato porque de pequeña solía ver los locos Addams con mis hermanos, recuerdo que en un episodio Merlina bailo esa canción con largo.
— ¿Los quién? — pregunta frunciendo el ceño provocando que lo mire confundida y un tanto ofendida porque no sepa quiénes son los cramps, ni que mucho menos reconozca ese tema tan famoso.
— Son un grupo viejísimo — le digo tras poner los ojos en blanco — Knox y Kaden ahorraron mucho para comprarme el álbum con esa canción cuando era pequeña.
— ¿Por qué esa canción en especial? — pregunta con curiosidad
— Porque era pequeña y quería ser Merlina Addams — suelto de repente provocando que se eche a reír por mi confesión. — si continuas riendo, voy a vaciar la bolsa negra encima de ti. — amenazo con la mirada severa.
— Pues tu personalidad se acerca mucho a la de ella, a excepción del extraño gusto por la muerte y por provocarla — bromea.
— Por ahora. — digo sin muestra de emociones — pero eso cambia cuando cierto Morgan se me cruza por enfrente. — suelto haciéndolo reír.
— Por más que eso me guste, eres demasiado bonita como para pasar el resto de tus días en una prisión — confiesa mirándome nuevamente con esa expresión que no he podido descifrar.
— Será mejor que continuemos — me aclaro la garganta y vuelvo a tomar la escoba — aun debemos hacer la lista de las piezas que necesitaremos para empezar — le recuerdo
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Cariño, esto es guerra
Dragoste¿Qué pasaría si juntas a dos personas expertas en póker en una sola mesa? ¿Qué pasaría si dos personas con temperamento de los mil demonios se cruzan? Bueno... lo sabrás a continuación porque esta es la historia de una chica de Illinois, chicago, qu...