El viernes después de clases Mason me llevó a la ciudad para comprarle un obsequio a Addison, a esa niña no le hace falta nada pero aun así no quiero llegar con las manos vacías, yo también fui niña y lo mejor de los cumpleaños eran los regalos. Como sé que a Addison Morgan nada le hace falta, quise comprarle algo diferente, algo que una niña como ella jamás hubiese tenido, y fue difícil pero al final encontré lo adecuado.
Aaron no me dijo donde sería la fiesta, ni como sería o que temática tendría, así que solo me puse un vestido negro con flores blancas con amarillo pequeñas, no es ajustado pero si corto y de manga larga, lo combine con un cinturón negro ajustando mi cintura y unas medias negras, mis botines negros y me recogí el cabello en un moño alto dejando algunos mechones sueltos. Después de un rato, Aaron me envió un mensaje avisándome que ya está abajo esperando, así que tomo mi bolso y la bolsa del regalo de Addison. Me despido de Sury y salgo del edificio, subo al auto de Aaron y lo saludo.— Te ves muy bonita — me dice antes de encender el Bugatti. — Addison estará feliz de que vayas con nosotros. — frunzo el ceño sin comprender, pero no le tomo importancia, solo asiento y le doy las gracias.
— No sabía que regalarle a tu hermana — confieso — pero creo que encontré algo que le puede gustar.
— Estoy seguro de que le encantará — dice con seguridad mientras seguimos avanzando. — Así que... ¿Tu y Mason? — pregunta después de un rato haciéndome reír.
— Ya te habías tardado en preguntar — le digo rodando los ojos.
— Somos amigos, ¿no? — se encoge de hombros.
— Si — asiento — Mason es agradable — admito — y me gusta pasar tiempo con él.
— Es buen chico — asegura — lamenté mucho cuando él y Andrew se distanciaron, me caía bien.
— ¿Y porque no le sigues hablando? — pregunto frunciendo el ceño
— Andrew me mataría si lo hago — resopla.
— Andrew no es dueño de tu vida — ruedo los ojos. Es increíble el nivel de respeto o sumisión que Aaron y Alexander le tienen a Andrew solo por ser el mayo, es un tirano eso no cabe la menor duda, pero aun así tarde o temprano cada uno tendrá que hacer su vida por un lado diferente, así que deben aprender a no obedecer en todo a ese cascarrabias.
Aaron no dice nada, solo sigue con la vista al frente. Suspiro y desvío la mirada hacia la ventanilla para mirar el camino que pasa con rapidez por la velocidad. Sé que solo una vez he ido a la mansión de los Morgan a las afueras de Londres, pero este no es el camino que recuerdo, aun así me quedo callada, probablemente la fiesta será en otro lugar. Después de un rato de viaje con música de fondo, Aaron se mete en lo que parece ser una pista privada, me muevo inquieta y cuando un enorme helicóptero aparece ante mí, volteo a ver a Aaron con el ceño fruncido. — ¿Dónde se supone que es la fiesta de Addison? — pregunto— ¿No te lo dije? — pregunta confundido — Todos los años vamos a uno de los cruceros que tiene mi padre — informa dejándome atónita. — Viajamos en el helicóptero para llegar más rápido porque justo ahora está en medio del océano.
— ¿Qué? — me quedo en shock. Yo jamás accedí a ir a un maldito crucero en medio del océano, creí que la fiesta sería en la mansión y así podría regresar a tiempo para mi cita con Mason en el Saturn. — Aaron, ¿Por qué no me dijiste? — lo reprendo
— Porque no aceptarías — se encoge de hombros mirándome con culpa — Addison realmente quería que vinieras y si te decía que pasaríamos el fin de semana en el crucero no aceptari...
— ¡¿Todo el fin de semana?! — grito — ¡Aaron!
— Lo sé — alza ambas manos en señal de rendición — Por favor... — suplica — ya estamos aquí y ella ya sabe que vendrás.
ESTÁS LEYENDO
Cariño, esto es guerra
Romance¿Qué pasaría si juntas a dos personas expertas en póker en una sola mesa? ¿Qué pasaría si dos personas con temperamento de los mil demonios se cruzan? Bueno... lo sabrás a continuación porque esta es la historia de una chica de Illinois, chicago, qu...