La cuenta regresiva de los días para el gran evento de celebración para un año más de la universidad ha comenzado. Todos en los pasillos solo hablan sobre la familia Morgan y sobre el evento tan esperado para el Royal... siendo honesta no entiendo su entusiasmo, solo es un aniversario más y ya, no es nada de otro mundo, pero aquí todos parecen tener ese día como el más esperado del año.Hasta donde Abby me dijo; el aniversario es como un baile de fin de año... así es, también hacen esos bailes cliché de fin de año, claro que en ese nadie está obligado a ir, y en este sí, así que es una razón más para ir, a nadie le vienen mal unos puntos extras por asistir a un evento con vestido, además mi pareja será Mason y al menos así tengo el entretenimiento asegurado porque él se desvive por hacerme sonreír a cada nada... las sonrisas que no tuve antes de venir aquí, las estoy recuperando con él.
El jueves después de clases mi agenda universitaria estuvo un poco menos apretada, así que después de varios días al fin 'pudimos regresar a la motocicleta desarmada. Mason sí avanzó mientras yo estuve en el crucero de los Morgan, porque lo primero que vi al llegar fue que ya se había deshecho de las partes imposibles de utilizar.
— Hiciste un gran trabajo — le digo con las manos en la cintura — pero ahora si se viene el trabajo de verdad — digo y se ríe — no estoy jugando — digo con mirada seria intentando no sonreír. — así que mueve tu lindo trasero y pongámonos manos a la obra. — suelto un aplauso para comenzar a tomar piezas pero su sonrisa pícara y su ceja arqueada me detienen.
— ¿Tengo lindo trasero? — pregunta mientras se acerca a mí.
— Si, ¿algún problema con eso? — me cruzo de brazos divertida y sacude la cabeza sin dejar de acercarse.
— Ninguno — asegura antes de besarme y agarrar mi trasero con ambas manos haciéndome reír.
— Si continuas tendremos que subir a tu departamento — le digo entre risas dejando que me bese el cuello
— Eso definitivamente me gustaría — dice contra mi piel
— Y así nunca terminaremos la motocicleta — le recuerdo intentando apartarlo pero no lo consigo, aunque siendo honesta no puse mucho empeño en hacerlo a un lado porque me gusta su cercanía.
— A la mierda — dice — compraré otra.
— ¿Ahora sí? — arqueo una ceja y solo consigo que haga un ruido de afirmación. Ladeo la cabeza para darle más acceso a mi cuello y siento como las comisuras de sus labios se extienden en una sonrisa, pero justo cuando el calor se está apoderando del cobertizo; alguien aclarándose la garganta nos obliga a apartarnos de golpe para mirar hacia la puerta abierta en la que el conserje nos observa con clara desaprobación.
— Lo sentimos — se disculpa Mason.
— ¿Tienen espacio para guardar esto? — pregunta y nos muestra la máquina de podar que trae con él.
— Claro — dice de inmediato y comienza a mover unas cosas para hacer espacio en el rincón. El conserje la hace rodar hacia allí y sale sin decir nada y cuando lo veo alejarse suelto una risa que había estado reprimiendo. — ¿Qué es divertido? — pregunta entre risas
— Tú lo eres — le digo sin poder dejar de reírme de como actuó frente al hombre después de que nos vio besándonos.
— ¿A si? — arque a una ceja y asiento sin contener las risas que después se intensifican cuando Mason se me viene encima y me pone sobre sus hombros para sacarme del cobertizo y darme vueltas.
— ¡Ya basta! — chillo entre risas — ¡Mason ya!
— ¿Te sigue pareciendo divertido? — su risa se mezcla con la mía mientras me da vueltas, pero todo se va al carajo cuando me muevo mal provocando que pierda el equilibrio y ambos terminemos en el suelo.
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Cariño, esto es guerra
Romansa¿Qué pasaría si juntas a dos personas expertas en póker en una sola mesa? ¿Qué pasaría si dos personas con temperamento de los mil demonios se cruzan? Bueno... lo sabrás a continuación porque esta es la historia de una chica de Illinois, chicago, qu...