Gracias por leerme a pesar de que voy improvisando sobre la marcha jajajajaaja, no soy mucho de estructurar, organizar y pensar, usualmente voy escribiendo como se me va ocurriendo en mis ratos libres en el trabajo o mientras espero a que mi hija salga de su clase. Valoro mucho que lo aprecien.
********************
—Naruto es MI destinado—proclama remarcando el mi, le mira a los ojos de miel, firme y sin contemplaciones, incluso se atreve a cruzar los brazos con soberbia, como esperando a que la mujer se atreva a contradecirlo—Me lo tengo que llevar—en su cabeza de Uchiha, su "propuesta" suena del todo lógica.
No recuerda haber tomado sake, ya que por lo general cuando viaja con su nietecito, no bebe ni una gota de su amado elixir de la juventud. La otra opción es que el omega altivo "ese", que tiene frente a ella mirándole con esos ojos de perra loca, si haya bebido y se encuentre en estado de embriaguez.
—JAJAJAJAJAJAJA—suelta una estruendosa risotada—Oe omega, ¿estás ebrio? —y la risa se convierte en un gesto gélido aterrador—Cariño, vámonos de aquí—hace amago de caminar hacia la puerta esperando que el rubiecito le siga, cuando el otro le toma por la muñeca interponiéndose en el medio.
—Estoy hablando en serio—aprieta los dientes mientras sostiene con fuerza la muñeca de la rubia—Naruto es mi alfa destinado.
La mujer mayor se enfurece liberándose violentamente del agarre—Mira mocoso...—Coloca su dedo en el pecho contrario—Estoy teniéndote mucha paciencia, lamento lo de tu maleta, pero no voy a permitir tus perversiones—espeta enfurecida dispuesta a todo por defender a su nieto.
Sasuke está rojo por la furia ¿Cómo se atreve a pensar algo así de él, un omega codiciado y de renombre?, pero pronto la parte de la razón se hace presente en su prodigioso cerebro haciéndole reaccionar. Si quiere lograr su objetivo tiene que tratar bien a la que dice ser la abuela de su pequeño alfa.
Relaja su postura defensiva y se dirige a la mujer, hace un esfuerzo monumental para ser diplomático. —No estoy bromeando—verbaliza apacible—Naruto es mi destinado... Él puede sentir mi aroma.
Tsunade lo mira con incredulidad y recuerda los sucesos del avión y las "galletas de vainilla", mira al rubio quien está parado ahí perdido en su propio mundo e ignorando a ambos adultos de manera natural, y un suceso que pasó por alto le deja perpleja. La ropa... Naruto toco la ropa de ese omega y debido a su trastorno, el niño jamás toca las prendas de alguien más por la obsesión que le causa la suciedad.
—Lo que dices no puede ser posible—cruza los brazos y explica fríamente—Naruto ni siquiera se ha presentado como alfa u omega.
—Yo tampoco lo puedo entender—responde frustrado— ¿Cree que voy a estar aquí discutiendo con usted por algo así cuando tengo cosas más importantes que hacer?
—Mira niño... En el remoto caso de lo que dices fuese verdad—se soba el entrecejo en señal de cansancio mental—Naruto solo tiene 8 años.
—Eso no es problema—resuelve sencillo—Puedo esperar a que crezca y enlazarme con el cuándo sea mayor.
—Mi nieto no es como los demás...—suspira resignada—Él padece TOC.
—Me instruiré en el tema todo lo que sea necesario—afirma sin atisbo de duda.
—¿Te das cuenta lo que me estás pidiendo? —interroga escéptica.
—Nada ilógico—se atreve a decir— Es mi destinado, por ende, es mi alfa... Me pertenece—enuncia tan quitado de la pena—Es mío.
La beta está cansada, odia la gente pretenciosa y la vida no podría ser tan injusta para darle a su nietecito adorable un destinado tan arrogante, ¿o sí?
Con la paciencia al límite, saca el celular de su bolsillo sin quitarle la vista de encima al Uchiha, está lista para darle una paliza, si se intenta sobrepasar con su niño de sol. Marca el número de memoria y espera que le dé línea.
—¿Mamá? —pregunta una masculina voz al otro lado.
—Hijo—mira acusadoramente al muchacho—Hay un maldito omega que dice ser el destinado de Naruto—lo escruta de arriba abajo con desprecio—Se lo quiere llevar.
—¡¿QUÉ?! —el ferviente grito de una mujer le rompe los tímpanos a Tsunade—¡¿QUIÉN DEMONIOS SE QUIERE LLEVAR A MI BEBÉ?!
—Cariño tranquilízate...—se escucha que el varón intenta calmar a la histérica mujer.
—¡CÁLLATE Y LLÉVAME AHORA MISMO CON ÉL!
—De... De acuerdo, mamá, ¿dónde están?
—En el aeropuerto.
La línea se corta indicando que ambos padres vienen en camino. Por lo mientras el pelinegro sigue parado estratégicamente entre la abuela y el niño con sus manos en la cadera y la pose altiva e indiferente. Cuando la mujer cuelga su teléfono, ahora es su turno de sacar el suyo y llamar a su refuerzo, y entonces marca el número de la única persona que le cumple todos sus caprichos sin chistar.
—¿Sasuke?
—Aniki—lloriquea dramático haciendo a Tsunade rodar los ojos por la evidente falsedad.
—Otouto, ¿te encuentras bien? —indaga preocupado—¿Pasó algo con el negocio? ¿Algún alfa te falto al respeto? —y el tono amenazador se hace presente.
—Ven pronto Aniki—ruega—Una mujer no me deja llevarme a mi alfa.
—¡¿A tú qué?! —expone desconcertado.
—¡A mi destinado!
—Sasuke...—trata de razonar paciente—¿Qué demonios estás haciendo? ¿Dónde estás? —el miedo de que los caprichos de Sasuke hubiesen pasado el límite y ahora intente llevarse personas, le causa temor.
—Estoy en el aeropuerto.
—Voy para allá.
**********************
De manera diplomática y tras algunas ofensas, los dos adultos y el niño deciden esperar en la cafetería.
Sasuke mira embelesado a su dulce alfa, su bonita y suave piel de color caramelo, sus ojos cristalinos y azules de mirada curiosa, abanicados por rubias pestañas desprolijas, los cabellos dorados que apuntan a todas direcciones y la boquita de color durazno, asesinaría por depositar un beso de piquito en esos preciosos labiecitos, ahhh su alfita es tan perfecto. Discretamente, se inclina muy leve para olfatear su divino y relajante aroma.
—Alto ahí pervertido—la mujer que no le quita los ojos de encima, le reprende.
En el lapso de 20 minutos que llevan en la cafetería del aeropuerto, el pequeño rubio ha regresado al sanitario a lavarse las manos al menos 3 veces.
—¿Es siempre así? —se aguanta el orgullo y pregunta curioso.
—Si—confiesa en calma—Ahora es menos... Con las constantes terapias conductuales ha mejorado—sonríe tierna mientras acaricia la nuca dorada del pequeño—Viaje con él a Ámsterdam porque ahí reside su psiquiatra.
—Ya veo—la faz del Uchiha es seria, cualquier información en torno a su alfa le importa.
Está controlando con una monumental fuerza de espíritu, las ganas de tener contacto físico con el pequeño, se conformaría con agarrar su mano, o darle un besito casto en las mejillas bronceadas, pero por la condición del este, teme asustarlo. Su mente es una vorágine de sentimientos encontrados, miedo, temor, sorpresa, tristeza, alegría y más. Un sonoro y escandaloso grito lo saca de sus cavilaciones amorosas.
—¡MI BEBÉ! —una hermosa mujer de largos cabellos rojos, corre hacia ellos con un notario enfado y tras ella viene un atractivo hombre que intenta calmarla, imagina es el padre de su pequeño alfa.
Continuará ...
ESTÁS LEYENDO
MY SWEET ALPHA
FanfictionComo omega independiente e importante, no hay nada que te falte en esta vida, pero ¿Qué haces cuando descubres que tu destinado solo tiene 8 años?... Y no suficiente con eso, además padece TOC. NARUSASU +18 NO SHOTACON Naruto y personajes pertenecen...