MY SWEET ALPHA

Capítulo 17

Nota: Hagan de cuenta que si esto fuese un anime, este capítulo sería relleno jajajajaja

Ay dios jajajaaja me está costando preparar el terreno, literal me estoy sacando la trama de la cola , y no quiero hacer del reencuentro cualquier tonteria, gracias por leerme.

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Adora a su hermanito más que a nada, pero aun se pregunta ¿Qué rayos había pensado para irse a vivir en la nada?

El viaje en avión fue bastante pesado y la camioneta que rentó para llegar a la finca se acababa de varar a medio camino. Para terminar la mala racha, a Shisui le había salido un compromiso familiar de último momento y lo alcanzaría un par de días después.

Ríe cuando recuerda la expresión de su padre el día que le contó sobre su relación con otro alfa. Le grito, le corrió, amenazó con desheredarle y al final de la discusión terminó dándole la bienvenida a Shisui a la familia; cosa irónica, pues Shisui ya era parte de los Uchiha al ser primo de Sasuke e Itachi.

Su relación iba viento en popa. Con infinita devoción y paciencia, logró que el otro dejara de lado sus inseguridades respecto a su estado de alfa recesivo. Estaba seguro, no había poder humano en este mundo que lo hiciera dejar de amar a su primo.

Una gruesa gota le saca de sus reflexiones amorosas, mira al cielo y las enormes nubes negras se arremolinan sobre su cabeza, amenazando con hacer el cielo colapsar. Ingresa de nueva cuenta a la camioneta a esperar que alguien le auxilie. Pronto va a anochecer y conociendo a Sasuke, este enviaría a alguien para ayudarle con el automóvil encallado.

Tal y como predijo, minutos después divisa a los lejos las luces amarillas de un vehículo. Suspira aliviado y cuando la ayuda se encuentra a unos cuantos metros de distancia, el rostro se le desfigura en una mueca de horror. Siente de lleno un aroma frutal, invadir sus fosas nasales de manera agresiva. Ha leído muchos libros en sus 35 años de vida y sabe todo sobre el suceso venidero.

No logra controlar la comezón en los caninos que de un momento a otro se han asomado por la sedienta boca, escurriendo saliva cargada de hormonas alfa. Cualquier persona en su lugar estaría muerta de la dicha, pero para él, es una pesadilla. Siente a su alfa aullar alborotado, en ese maldito vehículo está su omega destinado.

Cuando la camioneta se estaciona frente a la suya, de esta baja su hermanito con un rompevientos y mala cara. Las pesadas botas de lluvia repiquetean contra los recientes charcos lodosos. Sostiene la respiración cuando logra divisar en el asiento copiloto, a un muchacho rubio que tiene la misma cara de espanto. Al conectar con la mirada azul, lo entiende, ese omega tampoco desea lo que está pasando en esos momentos.

Guarda la compostura como puede, cuando un toque agresivo en la ventana le saca de su obnubilación.

—Itachi—el gesto fastidioso de Sasuke, se convierte en una cálida sonrisa.

—Hermanito—el mayor se baja del vehículo y le da un efusivo abrazo. Inevitablemente, los orbes de carbón se centran en el omega quien baja de la camioneta.

—¿Dónde está Shisui? —ojea curioso.

—Vendrá en unos días—réplica aún desconcertado—El tío Kagami está enfermo.

—Buenas noches—saluda el omega con el rostro colorado—Deidara Kamiruzu—extiende la delicada mano en un gesto de cortesía.

—Buenas noches—replica con falsa seguridad, controlar a su alfa interior, le está costando un esfuerzo sobrehumano—Itachi Uchiha—toma la temblorosa extremidad, solo para sentir la vorágine de emociones que desata en su interior, tocar a su destinado. Ambos se miran cómplices, dándose a entender, que nadie dirá nada.

—Sube a la camioneta—señala el Uchiha menor—Mañana mandaré por esta.

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Ha revisado su maleta por quinta vez en la tarde, ya que algunas compulsiones no se quitan. La muchacha le observa cabizbaja mientras juega nerviosa con sus dedos.

—Naruto-kun—espeta tímida—¿Ta... Tardarás mucho en regresar?

—No lo sé, Hina-chan—le mira con ternura—Planeo regresar el año entrante.

—¿U... Un año? —murmura afligida.

—Si—la culpabilidad le come por dentro, así que con suavidad se sienta junto a la muchacha. Con delicadeza toma la blanca mano haciéndola temblar—Nunca hemos hablado de esto y quiero que sea ahora—suspira profundo para darse valor—Yo... Yo quiero aclarar mis pensamientos, por ello me voy...tú eres una omega hermosa... Pe...pero yo nunca te voy a poder ver de otra manera.

Las tórridas lágrimas caen por las mejillas de la omega enamorada y el alfa las limpia con sus pulgares—No quiero que sigas esperando por mí—le alza el mentón para mirarla a los ojos—¿Prometes que continuaras con tu vida?

Tímida, asiente resignada, en el fondo sabía que Naruto nunca le podría amar, desde que lo conoció entendía que su corazón estaba ocupado.

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—Hijo—le mira con pena—No tienes que irte... Yo no insistiré más. —el aroma de la bermeja es agrio, reflejando así su pesar.

El alto alfa besa la frente de su progenitora con cariño—No me voy por tu culpa mamá—le abraza y ella entierra la cabeza en el pecho de su retoño—Necesito definir mi situación... No quiero vivir la vida esperando por Sasuke... Solo será un año.

—Te extrañaremos hijo—su padre le sonríe cálido—No le des problemas a tu padrino, ¿bien?

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Sale del pasillo y Jiraiya ya le espera con una gran sonrisa. El viaje fue su primer gran reto, cerro los ojos durante el despegue y aguanto valientemente la turbulencia del aterrizaje, es la primera vez que viaja solo.

—¡Naruto! —el viejo le estruja—¿Cómo estás, muchacho? —lo ojea de arriba abajo con cariño—Que bueno tenerte aquí, este lugar te va a agradar mucho.

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—Llegaste ayer—le reprocha—¿Por qué te quieres ir tan pronto? —indaga en un puchero.

—Hay cosas que hacer en la empresa—explica esquivo mientras mira de reojo al rubio quien les sirve los alimentos.

—Al menos solo quédate hasta que llegue Shisui—ruega con los ojos de borrego.

El otro carraspea incómodo y decide aceptar, después de todo lleva mucho tiempo sin ver a su hermano, pero estar bajo el mismo techo que su destinado, es una prueba demasiado difícil.

Continuará....