Capítulo 10

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Holaaaaa ya llegueee.

Gracias por tomarse el tiempo de  leerme, hay ocasiones en que leo comentarios y me da risa porque pienso en las sandeces que a veces se me ocurre escribir jajajajajaa. Me gusta contestar comentarios, es de las cosas que más me entretienen y divierten. Gracias a los que hacen el esfuerzo de  votar y a los que no votan tambien, por que a mi tambien me pasa que me meto en una historia y se me olvida votar, así que no los puedo juzgar jajajajajaja

ay siento bien raro escribir este Naruto tan sweet y luego escribir el Naruto loquito de ambivalencia. 

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—¿Y bien?—El atractivo hombre maduro mira a su bello retoño con un gesto serio—¿Qué es lo que nos quieres decir?

Coloca los cubiertos en su plato y carraspea para aclararse—Les pedí cenar por qué...—mira a su hermano mayor quien asiente firme para darle valor—Les quiero informar que encontré a mi alfa destinado—declara parco.

—¡Ohhh cariño! —la feliz madre se levanta emocionada para estrujar a su pequeño—¡Me da tanto gusto!

—Vaya...—el progenitor sonríe notablemente orgulloso—Eso es verdaderamente inesperado... Eres de las pocas personas en el mundo con esa suerte—se incorpora y pide a la servidumbre una botella de champán —Esto es digno de celebrar —ríe escandaloso—Debe ser un gran alfa dominante, digno de un omega dominante como tú, ya quiero conocerlo.

El menor mira la reacción de sus padres y sabe que viene la parte más difícil, pero es que ni le dejan hablar, mientras Itachi los mira con un semblante severo y estos, llevados por la emoción, no se percatan.

—¡Organizaré una gran cena para que traigas a tu alfa, mi amor! —verbaliza amorosa poniendo las finas manos en su pecho— Debe ser tan grande y guapo.

—Sí, has eso Mikoto—enuncia llevado por la catarsis del momento mientras sirve las copas — Yo quiero discutir con el de negocios, debe ser alguien importante... Será cómo ganar otro hijo— y Sasuke se hace pequeñito en su silla al ver los ojos brillosos de su comúnmente frío padre—¿Cómo apellida?

—Namikaze—murmura en un hilo de voz apenas audible.

—¡Sasuke! — el mesurado hombre da un respingo—Apellida como el ministro de estado—una gran sonrisa pinta la madura faz del señor Uchiha.

El primogénito alfa, harto de ver a su hermanito cada instante más desanimado y escurrido en su silla como globo desinflado, toma la palabra, a ver si así sus padres dejan de actuar de esa molesta manera.

—Es el hijo de los Namikaze—los mira acusador, a ver si sus brillantes mentes logran deducir lo que está pasando.

—Un momento...—la alegre Mikoto se queda reflexiva por breves instantes —Alguna vez supe por la televisión que el ministro solo tenía un hijo pequeño—luego sonríe como si le hubiera venido una gran idea—¿Acaso tiene otro hijo?

—No.

—¿E... Entonces? —la mujer indaga confusa.

—Su hijo pequeño... —levanta la mirada que permanecía gacha, para conectar sus ojos de noche con los de ambos progenitores—Su hijo pequeño es mi alfa destinado.

Un gran silencio se apodera del suntuoso comedor. Incluso la sinfonía de los grillos nocturnos, ayudan a dar drama al tenso momento.

—¿Un niño? —la voz grave rompe la inquietante atmósfera.

—Sí, un niño— el tono altivo del omega no deja espacio para la duda. Por nada del mundo piensa bajar la cabeza para hablar de su alfita—No es todo.

MY  SWEET ALPHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora