Capítulo 31

3.2K 435 66
                                    

Nota: OLAAAAAA  de mar.

Gracias por sintonizar su novela de la noche jajajaajajaja Ya se va desenlazando cada asunto, por que no se como se me ocurrió meter una pareja extra al final, ya quiero acabar. jajajaja

*****************

Si le preguntasen, se apresuraría a contestar que no se arrepiente. Retozar en los brazos de su destinado no tiene similitud con nada que cualquier humano pudiese experimentar en la vida terrenal. Después del fatídico día, hablo con el señor Madara y renuncio definitivamente, pues no podía soportar el doloroso rechazo de su alfa destinado. Lloro cada minuto y segundo a partir de dicho acontecimiento, eso hasta el día que se enteró de su estado actual, en cinta. Está seguro que Itachi le buscara tarde que temprano, pues él también ha comenzado a sentir como su salud y energía merman lentamente, inevitablemente han creado un lazo.

**********

Todo cambió radicalmente desde el día en que Sasuke entro a sus vidas, sabe y admite que en ese instante, Naruto dejo de ser suyo. Las palabras de la dulce Hinata, dan vueltas en su cabeza. Le es tan difícil entregar a su hijo, aunque en el fondo entienda que él ya ha hecho su propia elección. No le quiere perder, pero se niega a doblegar su orgullo y darle la razón. Ella siempre pensó que al final Naruto y Hinata le darían nietos fuertes y saludables. Mira su reflejo en el espejo, mientras cavila respecto a la relación con su primogénito. Unos fuertes brazos le afianzan por detrás y el fuerte mentón de su marido se entierra en su hombro.

—¿Qué es esa actitud para con nuestro hijo huh? —interroga primoroso.

La mujer alfa desvía la mirada con vergüenza y evita responder.

Ante el mutismo, el rubio insiste. —Acompañaremos a nuestro hijo esta noche. —afirma en un tono de súplica—Estamos invitados a su finca.

—No iré.

—Por favor cariño—le afianza con más fuerza—Es la familia de su omega, además el señor Madara es muy amable.

—No me gusta ese hombre.

—¿Qué, por qué? —cuestiona sobrecogido y mira el rostro de su mujer a través del reflejo.

—Se parece mucho a Sasuke—replica con desprecio. —¿No lo crees?

Minato se pasma pensando en lo dicho por su consorte, y a su mente llega la respuesta de manera automática. Para él, Sasuke es disímil al señor Madara y si tiene que ser sincero, la belleza de este le parece bastante superior, más madura y cautivadora. En cuanto el aroma, el del primero es empalagoso y dulzón, contrario a la esencia del Uchiha mayor, que incluso la podría tildar de exquisita. Instintivamente, sabe que esa no es una respuesta que debería dar a su mujer y se siente profundamente abochornado por el desacertado rumbo de sus pensamientos.

—Sí, supongo que si...— vuelve a conectar con los primorosos ojos violetas, observa con una sonrisa lo que el reflejo en el espejo le muestra. Su mujer es hermosa, las curvas son seductoras y suaves, ama el color rojizo de sus largos cabellos y el aroma que despiden. Entierra el rostro sobre estos y aspira profundo, sonríe bobo e inconscientemente comienza a perderse en la fantasía.

Acaricia calmo y sin apremio las estrechas caderas. Desliza las yemas de sus masculinos dedos dentro de la camisa vaquera rozando el vientre plano, siente titiritar al toque de sus dedos la dermis lechosa y hace pequeños circulitos en el ombligo pequeño a manera de juego, suspiraal ver la sonrisa altanera en el reflejo. La nariz afilada del alfa repasa el cuello largo y estético, arrancando carcajadas genuinas por el airecito caliente que las fosas nasales soplan sobre la piel. Las dos manos grandes que se mantienen reptando en el abdomen firme bajo la ropa, suben hasta el pecho plano buscando los pezones y los orbes negros le miran desde el reflejo de manera intensa.

—Estás muy animado hoy cariño, aún no es tiempo de tu celo—la femenina voz le saca de su fantasía, dándose cuenta con horror lo que estaba imaginando. —¿Minato pasa algo?

—¡No! —exclama perturbado y con la culpabilidad, tiñendo los inocentes ojos celestes—Solo estoy preocupado, deje mucho trabajo pendiente en la ciudad—rasca su cabeza de manera tonta.

**************

Cae pesado sobre la silla forrada de piel y sube las botas vaqueras en la mesa de roble. Cala su puro y sonríe cínico. Vaya par de padres idiotas que tiene el alfa de su sobrino. La mujer es una pesada y el hombre es demasiado bueno, tanto que raya en lo estúpido... Lástima que a él siempre le han gustado estúpidos. Es un hombre tan atractivo, un alfa digno sin dudarlo, grande, fuerte y mimoso. Ni hablar de su aroma tenue y relajante, sin dejar de ser viril. Lógicamente, un hombre así debía estar casado, le recordaba en demasía al idiota de Hashirama.

—Hijo—verbaliza con cariño cuando mira a Sasuke entrar al estudio, incorporándose en el acto. —Estoy muy orgulloso de ti. —le abraza con afecto—Eres un omega.

—Gracias tío—replica conmovido ante el sincero cariño—Quiero sorprender a mis padres y a Itachi, he pensado en invitarles a venir.

—Sasuke...

—¿sí?

—Después de esto—refiriéndose al renacer de su omega. —¿Te irás? —indaga con el semblante cabizbajo. —Supongo seguirás a tu alfa, ahora estás enlazado.

—Yo... No había pensado en eso—contesta reflexiva, pues realmente la idea aún no cruzaba por su mente.

—Yo puedo entenderlo—empatiza de manera madura. —Ese mocoso es un buen alfa, no lo dejes ir.

El menor trata de darle otro rumbo a la conversación. —¿Sabes algo de Itachi?

—Recibí una carta de mi hermano Kagami, Shisui no le va a perdonar—replica mientras se vuelve a sentar y suspira cansino.

—Mi.... Mi hermano no podrá soportar eso...—murmura mortificado. —Ha amado a nuestro primo desde que somos niños.

***************

Está nervioso y se reprende así mismo por el motivo de dicho estado. Ha dirigido su vida en total rectitud y moralidad desde que tiene uso de razón, de esta manera llego a ser ministro de estado durante varios años. Ama a su familia por sobre todas las cosas, pero lo que su instinto de alfa le ha estado pidiendo las últimas horas, no tiene perdón de Dios.

Continuará....

MY  SWEET ALPHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora