Nota: Ayyyyyy van a decir que que sentimental, pero la verdad, aparte de escribir por gusto, el principal motivo es el ambiente que siento en cada capítulo y que aunque sea por las pequeñas notas, me puedo comunicar con ustedes. Todo eso es muy valioso para mi, pues cuando comencé a escribir a mediados de 2022, fue por que estaba sumamente estresada con mi monótona rutina entre el trabajo y mi maternidad. No es que no me importe tener seguidores o votaciones, solo que es un poco irrelevante, siempre voy a preferir los comentarios porque es como una especie de comunicación directa. Siento agobiarles con mis reflexiones de señora que envía imágenes de piolin por whatsapp jajajajajajajajaja. Ya casi acaban mis vacaciones :(
Los te quierooooo muchoooo muchoooo muchoooo <3
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—Buenas noches—el atractivo hombre saluda con amabilidad, una muy poco usual para ser un alfa—Disculpe, yo estoy extraviado—el gesto bobo al rascarse las doradas hebras hace a Madara sonreír por dentro, aunque se mantenga con el gesto inexpresivo.
—¿Qué estás buscando, citadino? —cala su puro e interroga áspero.
—Eh...bue bueno yo—por breves segundos se pone nervioso ante el tempestivo trato de lo que reconoce como un omega—Busco la finca del señor Jiraiya.
—Ya veo—le escruta pesado y se incorpora, haciendo sonar los pesados pasos de sus botas vaqueras—Sigue este mismo camino hasta que se divida en dos, después toma el izquierdo—indica parco.
La profundidad de la mirada oscura le pone tenso—Gracias—sonríe amable a pesar de todo—Mi nombre es Minato Namikaze, mucho gusto—extiende la mano educadamente.
Mira la extremidad estirada con recelo, y le deja con el saludo en el aire—Madara Uchiha—responde apático.
—¿Uchiha? —indaga sorprendido—¡¿Es usted algo de Sasuke Uchiha?!
—Es mi sobrino—confirma después de volver a calar su puro— Tú debes ser padre del mocoso alfa—asegura seco.
—Ah, sí—mueve su mano para disipar el aroma a tabaco, haciendo a Madara sonreír malévolo. Después de unos segundos, Minato se entusiasma, mostrando un rostro de infinita felicidad. —¡¿Eso quiere decir que ya se reencontraron verdad?!
—Así es.
—¡Oh muchas gracias, señor Madara! —se despide emocionado—Tengo mucho que hablar con mi hijo—reverencia exageradamente.
Dando pequeños brinquitos, el alfa sube a su automóvil y arranca con infantil gracia.
Una vez que el vehículo se ha alejado lo suficiente, las comisuras del omega se alzan en una preciosa y pequeña sonrisa, aspira hondo al aire.
—¿Con qué licor frutal, eh? —murmura con buen humor—Interesante.
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Adora el aroma a bosque y cedro de su esposa desde que la conoció, durante su etapa universitaria, quedó flechado por la avasalladora belleza y el temple de acero. Jamás fue adepto a los omegas, siempre se sintió empalagado por los aromas dulzones que estos despedían y esas apariencias debiluchas, todo el tiempo buscando ser protegidos. Por esa razón, se siente extraño. Si no fuese por el predominante aroma a tierra mojada y flor de vainilla, juraría que ese hombre era un alfa. Es la primera vez que disfruta de un aroma omega y también es la primera vez que encuentra atractivo a uno. Sin dejar de mencionar, que jamás se había sentido tan intimidado. Estaba seguro de que, si ese tal Madara quisiera propinarle una golpiza, probablemente lo lograría. Sonríe al imaginarlo, pues había pasado más tiempo de lo necesario pensando en eso, en lugar de estar pensando en lo feliz que debe estar Naruto, por haber encontrado a Sasuke. Extraña a su esposa, si bien nunca se enlazaron al ser ambos alfas, la necesita como si el ritual se hubiese llevado a cabo.
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Sentado en el suelo y con la espalda recargada sobre un árbol, la masculina mano, acaricia el suave rostro con afán. Espera a que la conciencia de Sasuke regrese, quiere estar ahí cuando el otro se dé cuenta del renacer de su omega.
Poco a poco abre los ojos y se encuentra con los azules mirándole desde arriba con ternura. Entonces se percata que le tienen sostenido como a un bebé en brazos. No puede evitar sonreír al ver el cálido rostro de Naruto.
Un momento...
¿Acaso está soñando?, si eso debe ser, un maldito sueño de esos que son muy realistas, pues todo su sistema respiratorio está irruido por esa exquisita esencia de acanelado licor de naranja. Ergo, si es un sueño hará lo que se le venga en gana, por consiguiente y sin encogimiento alguno, alza un poco la cabeza y comienza a olisquear el aire. Sonríe como idiota, pues no puede explicar con palabras, el deleite de ese viril aroma.
Naruto le mira con picardía—¿Te gusta mucho mi aroma?
—Me encanta—se apresura a contestar, qué más da si es solo un sueño, uno muy hermoso, pero al fin y al cabo un sueño—No existe en el mundo otro igual.
—Y entonces ¿Por qué no hueles aquí? —señala con diablura su bronceado cuello.
Le cintilan los ojos ante la expectación, sin dilaciones de por medio, se acomoda a horcajadas sobre el regazo del entusiasmado alfa y con la mirada traviesa, se hunde en el cuello, aspira como un adicto y sin bochorno. Mientras tanto, el aprovechado alfa, disfruta de lo lindo la desvergüenza del omega. Conoce de antemano el orgullo de Sasuke y comprende que debe estar muy confundido para mostrarse así.
De manera súbita, le mira y con la tristeza tiñendo su tono, le habla despacito—Lamento no poder ser un omega para ti—la mirada de carbón está brillosa por la vorágine de emociones acumuladas—No quiero despertar Naruto.
El alfa se conmueve por el radical cambio y decide aclarar la situación. —No es un sueño—reparte caricias en la espalda larga—Tu omega renació Sasuke.
La blanquecina faz es indescifrable, como si le hubiesen puesto mute con un control remoto.
—¿Sasuke? —indaga preocupado—¿Estás bien?
—Si... Si... Si esto no es un sueño—enuncia tartajeando y sumamente azorado —Dame una prueba.
—¿Una prueba dices? —cuestiona incrédulo y exiguamente divertido—¿Cómo cuál?
—Házmelo...
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—¡Minato! — la enamorada bermeja, corre a los brazos de su consorte.
—Cariño—murmura sobre sus labios con sedosidad—¿Me extrañaste?
—Mucho mi amor—replica sonriente.
—¡Kushina! —le alza en el aire—¿Ya lo sabes?
—¿El qué? —arguye jubilosa por su mimoso marido.
— Sasuke y Naruto se reencontraron—ríe estruendoso y con la dicha dibujada en su atractivo semblante. —Naruto debe estar inmensamente feliz.
El gesto radiante de la hermosa mujer se borra de un momento a otro, mutando en uno severo. —¡Lo sé!
El amoroso alfa, le contempla pasmado—¿No te da gusto? —le sujeta por los hombros con afecto—Eso es lo que más haría feliz a nuestro hijo en el mundo...
—Yo no estoy segura de eso—declara disgustada. —Naruto aún no sabe lo que quiere.
—¿De qué hablas? —interpela con la rigidez poco usual en su persona—Son destinados Kushina.
—¡No puede tener hijos! —vocea frustrada, porque nadie le entiende.
El hombre albo relaja la faz y acurruca a su mujer en su fornido pecho—No es ese tu asunto—se lo dice sinceramente y con quietud—Naruto es un hombre querida, ya no es más tu niño—besa la rojiza coronilla con afección—Entre más rápido lo entiendas, será mejor para ti.
Busca los labios de su cónyuge con adoración, los roza con anhelo, así como lo ha hecho desde hace tantos años, abre los ojos en medio de la caricia y un par de felinos ojos afilados, de tono oscuro, sustituyen a los violetas por escasos segundos. Aterrorizado, se aparta de la perpleja mujer.
—¿Qué sucede?
—Nada... El viaje fue largo amor mío—toma de la mano a su princesa alfa—Entremos.
Continuará ....
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MY SWEET ALPHA
FanficComo omega independiente e importante, no hay nada que te falte en esta vida, pero ¿Qué haces cuando descubres que tu destinado solo tiene 8 años?... Y no suficiente con eso, además padece TOC. NARUSASU +18 NO SHOTACON Naruto y personajes pertenecen...