Nota: Sí, la volví a reescribir, porque no me convencia del todo; 2 de diciembre del 2022.
[...]
Lo primero que Rosie hace al cerrar la puerta tras de ella, es quitarse los tacones. Luego deja que el vestido caiga de forma natural resbalando por su caderas. El aire acondicionado está en marcha lo que convierte la acumulación de sudor en su cuello y en su espalda en gotas de rocío gélido. Sus pies se sienten livianos y supuso que se debía por los tragos que se había tomado antes. ¿Cómo era que se llamaban?, ah, sí, un old fashioned. Le hubiera gustado pedir vodka con coca cola o algún gintonic cuan lo mucho. Sin embargo, no era el momento para eso. No era una entusiasta de los tragos cosmopolitans; esa sin duda era Jennie; tampoco estaba tan familiarizada con los vinos como Jisoo. La razón por la que Lisa y ella se adherían bien la una a la otra fue por sus elecciones rudimentarias al beber — habían aprendido juntas los placebos del alcohol —. Preferían una cerveza en cualquier tipo de presentación, sean latas o en botellas de vidrio, servidas en tarros espumosos o en un simple vaso de plástico rojo. Sí tenía que ponerse exigente estaba pidiendo un daikiri o una piña colada. El soju siempre era un común denominador para los asadores de carne a los que iba con sus amigas en Seúl. Una vez probó el negroni en una de sus salidas de fiesta con Jennie por L.A., mala idea. Tenía un sabor tan insípido como el jarabe para la tos. A veces le gana la tentación de pedirlo, cuando está en algún bar de incógnito queriendo impresionar a una chica en la barra creciendo sobre ella un halo misterioso.
Estaba algo ebria. Eso lo tenía claro. ¿Fue el old fashioned?, quizá. Incluso pudo haber sido los tragos de Bacardi que había tomado como un calentamiento antes de salir de la SUV. Pudo ser la botella de Johnny Walker que Joan y ella compartieron después de transpirar en medio de un grupo de estadounidenses hasta el culo de ebrios danzando de forma descoordinada. Se talló la cara con desaprobación gimiendo de cansancio. El maquillaje se le quedó adherido a la yema de los dedos y no había mucho que rescatar de éste; se había corrido con el paso de la noche. Hasta llegó a pensar que si los paparazzi la hubieran seguido aparecieran fotos de ella con los ojos desorbitados siendo guiada por sus escoltas hacía el SUV. Su nariz se arrugó mientras comenzaba a sentirse disgustada consigo misma por estar tan pegajosa.
No le gustaba esa sensación.
Un rato después salió del baño con la cara lavada y el cuerpo envuelto en una bata. Su visión estaba borrosa porque se había quitado con éxito sus lentes de contacto. No recordaba bien donde dejó el estuche con sus gafas circulares. Usualmente sólo las utiliza cuando está en su apartamento y rara vez fuera de él. De hecho, se sintió bastante arrepentida de haber cogido primero el teléfono de su cartera YSL. Sólo iba a dañar más la retina de sus ojos y su oftalmólogo no estaría para nada contento. El señor Ok le había dicho imperiosamente que por ningún motivo utilizará dispositivos electrónicos sin su gafas o lentes de contacto. Y cada que pecaba de eso solía decirse a sí misma que eran las desventajas de haberse formado miope.
Desbloquea con la huella dactilar y comienza a desplazarse a través de las notificaciones. Twitter estaba lleno de comentarios sobre ella y su atención a la cena que Anthony había realizado en honor a los Oscars. Las fotos ya circulaban por todo internet y la mañana siguiente cuando despertara con resaca habría más. Ella no navegó por ahí. No tenía ganas de interactuar con sus mutuals, cuya identidad desconocían por completo. En cambio fue a sus SMS y comenzó a contestar las tandas de mensajes que se acumularon como si fueran bacterias en una superficie insalubre. Primero, contestó los mensajes de Joan que le había preguntado si ya estaba segura en su hotel. Después de la "fiesta" ambas terminaron en una discoteca gay bastante discreta en la ciudad. Seguidamente comenzó a contestar los mensajes de sus unnies que estaban pidiendo una actualización completa sobre su estado; estaban algo preocupadas cuando les mandó un mensaje diciendo que saldría con Joan después de vacíar su agenda. Jennie sobre todo le dio un par de tics para pasar desapercibida; lo menos que querían era que la prensa se diera cuenta de dónde estaba y con quién. Rosie se sacó una selfie bastante horrible que sabía nunca tendría que ver la luz del día en Instagram con la cama desecha en el fondo. También tuvo una breve charla con Lisa en su chat privado. Su mejor amiga estaba enviando fotos de los platillos callejeros que sus primos y ella comían en los puestos callejeros de Bangkok. Incluso le envió una selfie con Palisa a su lado sonriendo. Lisa había viajado a Tailandia hace unos días para pasar su cumpleaños con su familia. Hacía tiempo que no los veía y Rosie estaba feliz de saber que se pudo reunir con todos sus seres queridos. Los últimos años habían sido verdaderamente estresantes para ella. Desde el momento en que las restricciones comenzaron y estaba atrapada en China grabando Youth With You; Luego The Album, The Show, el documental, su debut en solitario... hasta Jennie.
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Cuando las noches son de té y los días de lluvía| Suzé o Susé
FanficDonde después de malas experiencias y tonto rumor con Rosé de Blackpink, Suzy comienza a pensar de que quizás Park Chaeyoung no es tan desagradable como pensaba.