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Kim entrelaza sus dedos para así que Jimin no se soltara, caminando hasta llegar a lo que era un pequeño balcón antes de llegar al Jardín, donde aún gracias a las ventanas se podía escuchar la fuerte música que había dentro de la casona.
Kim se voltea para mirar a jimin, elevando sus cejas mientras este se cruzaba de brazos mirándole con un pucherito.
—No me juzgues, robe estas prendas de una tienda. — Expresa, Kim frunce su ceño y Jimin ríe. — Es broma, son.. prestadas.
— Jimin, llegaste hace menos de un mes así que no estés metiéndote en líos. — Espeta, mientras el menor daba una rodada de ojos y Kim se acomodaba en el barandal de aquella zona. — No te miro por las prendas... Te miro porque te ves muy bien. —
—Estas usando tus tácticas de coqueteo de nuevo. — Refunfuña, Kim da una risita, acercándose a Jimin haciendo que este retroceda y choque también con el barandal redondo que había ahí. — Respete mi espacio personal, Monarca.
— ¿Por qué? — Consulta, colocando una de sus manos contra el barandal mientras elevaba su mentón mirando a Jimin, una de las tácticas de superioridad que solían hacer los alfas cuando se trataba de estar cerca de su omega, siempre tratando de verse altos. — No parece que de verdad te molestara, risitos.
—¿estuviste tomando? — Le mira con una ceja elevada, mientras el alfa hacia un suave movimiento de hombros.
— Puede ser... hay que bajar los nervios de alguna manera. — Le dice con una sonrisita, mientras Jimin subía sus manos hacia la corona de Kim la cual estaba torcida, acomodandola suavemente haciendo que Kim baje un poco su cabeza y sus rostros queden cerca. — ¿No te gusta tampoco el alcohol?
— Lo tolero... — Dice, bajando sus manos mientras el alfa tomaba la corona y se la colocaba a Jimin, haciendo que este le mire anonadado. — Taehyung, q-qué estas...?
— Te queda mejor a ti. — Le da una dulce sonrisa, acomodandole la corona mientras jugaba con uno de los risitos del menor. — Gran monarca Jimin.
— Mh~ no suena tan imponente como Taehyung. — Arruga un poquito su nariz, aún acorralado contra el barandal pero sin estar en lo absoluto incómodo. — Esta corona pesa.
— Es porque no está echa para omegas. — Dice, antes de tomarla y dejarla a un costado. — Antes de que me malinterpretes, — le toma el mentón, haciendo que eleve su cabeza. — Me refiero, a que tu cabeza es más ligera que la mía, en sí todo mi cuerpo es más pesado que el tuyo, por lo cual, debes portar una corona más ligera, esta puede causarte daño. — Jimin asiente, sintiendo la suave caricia que Kim dejó en su mentón. — ¿Me dejarías bailar contigo?
El menor le mira confundido, sin entender muy bien el porqué Tae estaba empeñado en hacerle compañía a pesar de que toda la diversión estaba dentro de la casa, no en el jardín.
— Tiene suerte, señor, sé bailar Vals. — sonríe orgulloso.
— Permíteme esta pieza entonces.
Jimin sintió una corriente pasar en su cuerpo cuando sus ojos se conectaron, regalandole una sonrisa juguetona para despues asentir, mientras Kim se alejaba un poco de el con una sutil sonrisa coqueta en su rostro tan varonil y marcado, y al igual que la música comenzaba, Taehyung comenzó a acercarse lentamente haciendo que Jimin le siga sus pasos, alcanzando su cuerpo y tomando dulcemente una de las manos del menor, hace un pequeño movimiento que produce a Jimin dar una lenta vuelta sobre su eje al compás de las notas de violín.
Su espalda quedó contra el pecho contrario mientras sus cuerpos se movían suavemente de un costado a otro, el de ojos azules pudo notar la respiracion del mas alto en la oreja, cosa que le hizo cerrar por unos instantes sus ojos con una dulce sonrisa en sus belfos.
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El corderito del lobo - Vmin
Teen FictionUn chico con rostro de ángel y algo contestón, tuvo la suerte de llegar al corazón del alfa más codiciado de su pueblo, de tal modo, que ya jamás les podrán separar. Historia ambientada en una época antigua, donde los reyes, príncipes y monarcas aú...