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Capitulo largo (+18)

— ¿Y? Bueno, señor, opino que debería darle un regalo a su prometida. — Dice el padre de la joven mientras todos estaban cenando en la mesa.

Jimin se encontraba afuera regando y plantando nuevas especies, a la par que regulando el invernadero.

— ¿Mh? — Kim despega su mirada de la ventana y da una dulce sonrisa al padre de la muchacha, sintiendo como esta acariciaba su mano. — ¿Regalo me dijo, señor?

— Claro que si, algún detalle. Flores, un anillo. — Eleva sus cejas con jugueteo, el lobo de Taehyung gruñó internamente antes de que este carraspeara con lentitud y diera una sonrisa. —

— Por supuesto... — Mira a la muchacha. — Sobre la boda, umh... — relame sus labios.

— ¿Sucede algo con la boda?

Taehyung traga saliva.
Se encontraba contra la espada y la pared. Por un lado estaba ese omega que desde ahí, por la ventana, se encontraba con sus rizos sucios por la tierra. Kim ansiaba darle una mejor vida, ser diferente con el. Deseaba tenerlo comiendo a su lado y que sea el quien tome su mano. Pero ya había elegido, y debía cuidar su imagen.

Suspira suavemente y niega, luego de pensarlo por un par de segundos cosa que no dejó al padre de la prometida precisamente muy tranquilo.

— para nada, estoy preparando ya los preparativos, claro. — La chica sonríe y deja su cabeza en el el hombro de Kim. — Por el momento deseo cortejarla hasta tener día asegurado en la iglesia y que sea de manera especial, está mas que claro. — Kim le regala una sonrisa sin más a su prometida antes de comer más.

— ¡Jimin no puedes entrar con los pies asi! — Dice la ama de llaves persiguiendo al omega quien dió una risa y subió corriendo los escalones, haciendo que Kim casi se rompa el cuello siguiéndolo con la mirada de una manera que no fue nada sutil. — Mis disculpas, es un nuevo empleado en el lugar y es ... pequeño, y rebelde.

Mi pequeño y rebelde.

La ama de llaves da una reverencia y sube los escalones dispuesta a regañar al de rizos rubios, mientras Kim daba una sonrisa y solo suspiraba comiendo un poco más, era una sonrisa simple que ni siquiera mostraba sus blancos dientes y cuadrada sonrisa. Solo era elevar sus comisuras por cortesía.

— Señor Kim, hoy si no le molesta me encantaría hacerle una presentación adelantada de el hermano de Liha. — expresa el padre de Taehyung. — Posiblemente llegará mañana por la mañana a saludarlo, es un hombre muy protector así que, desea conocer al prometido de mi pequeña, también es un príncipe. —

Kim quedó confundido, puesto que si era un príncipe... ¿por qué la muchacha era pueblerina? A pesar de eso, prefirió no preguntar para evitar tener algún malentendido con el padre de su futura esposa, la cual para variar tocaba sus manos de una manera que le desagradaba, y las pegó prácticamente a la mesa para evitarse a sí mismo quitarlas.

Kim suspira pesado, mirando el reloj el resto de aquella velada de vez en cuando tratando de ser sutil, solo queriendo que esa cena pronto acabará.
Cada vez le quedaba menos tiempo para estar solo en su habitación, puesto que cuando sea esposo de aquella muchacha, deberá irse a vivir ahí.

Tensa su mandíbula y se levanta en cuanto dan las doce. Todos ahí se despiden y el siente como la chica besa sus labios de una manera dulce, acariciando sus mejillas mientras el en lo único que podía pensar era en esos labios pomposos y esos ojos azules que le esperaban cada vez que abría sus orbes para mirarle de una manera brillosa.

El corderito del lobo - VminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora