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Las palabras de el señor Bujoo daban vueltas por su cabeza, lo hicieron durante todo el día. Sabía que el hombre no tenía malas intenciones, el hecho de decirle aquello y prevenirle de cualquier crítica le hacía saber que tenia cierto cariño hacia el. El único problema en todo esto, era el cariño que Jimin tenía hacia Taehyung, un cariño muy fuerte como para aceptar el alejarse de el.

De pequeño más de una vez soñó en tener una familia así como las que solía ver, donde el esposo podía ser o un alfa muy agresivo, o un alfa dulce y tierno, que diese una buena familia y sustento. Los años pasaban, comenzó a percatarse de que muchas veces, las cosas no son como uno piensa de pequeño, ni las que ve.

Se dió cuenta de que muchas veces los alfas quizá no son lo que el omega simplemente debe buscar, que este no depende de ellos. Y ahí fue que comenzó su faceta de omega independiente, que no había tenido una pareja y se encontraba guardando su propia persona, hasta encontrar el alfa que de verdad le hiciese feliz.

Y cuando creyó encontrarlo... este se casó con alguien más.
Le dolía, claro que si. Pero esa muchacha era muy distinta a él, era una omega que no trabajaba, ni trabajó en su momento, su padre la mantenía muy bien y en sí era de una familia de un estatus pronunciado en el pueblo, por algo poseía un hermano príncipe, dueño de otras tierras.

¿Qué podía ofrecerle Jimin a Kim más que solo un amor incondicional? De amor no se vive, ni se come. Y que un jardinero como el de repente se interese en el monarca, solo atraerá miradas de repudio si se enterasen de que el gran monarca engañaba a su prometida.

¿En qué momento creyó que lo que ellos tenían podía funcionar? No eran nada, no poseían nada más que muestras de cariño sin ningún tipo de interés a más allá, por parte del alfa, puesto que Jimin sabía muy bien qué es lo que quería.
Este había dado la bendición de que Jimin encontrase a otro alfa, el único que se detenía a sí mismo era Jimin.

Las lágrimas no era algo que el pudiese controlar, simplemente salían, reflejando sus tristes pensamientos al mismo tiempo que acariciaba entre sus manos la tela de una camiseta de Taehyung que él en algún momento había dejado ahí.

"El amor puede llegar después. Y si no llega, tendrás una compañía de por vida." Jadea, sollozando bajo mientras apretaba entre sus manitos la tela de la camiseta y sorbía su nariz, mirando hacia otro lado mientras pensaba en que la noche anterior, ambos habían estado en esta misma habitación, compartiendo momentos que jamás se le van a olvidar.

"Antes de que quedes en cinta de este alfa, cásate con el príncipe y asegura tu futuro, Jimin."

Una familia.
Una familia con alguien que no ama, pero que puede lograr darle a su vida y sus cachorros una gran estabilidad.
Si llegaba a quedar en cinta del monarca, ¿qué pasaría cuando comience a notarse su embarazo? ¿qué diría? ¿Qué le diría a su bebé cuando esté creciera?
Cuando estuviese ya con su panza notoria, nadie querría a un omega con un bebé. Un omega que se entregó a un alfa sin haber estado en matrimonio como primera instancia... Era tan mal visto.

Todos esos pensamientos hicieron que saliera de la habitación y luego de la casona, pasando por el living y notando a su costado a Kim charlando con Liha con un semblante serio, como de costumbre, pero este en cuanto vió a Jimin al instante levantó su cabeza siguiéndolo con la mirada, esperando a que este le correspondiera pero claramente no fue así.

Sus pies avanzaban con cierta rapidez por el suelo, dando pisadas firmes pero en sí, con todos sus pensamientos llenos de inseguridad, sin querer verse de esa manera.
Observa toda la plaza, buscando al pelinegro con la mirada mientras se colocaba un nudo en su garganta.

El corderito del lobo - VminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora