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— Majestad... Por favor, tome el agua. ¿Quiere que hable con el doctor del pueblo? — Pregunta Yoongi ya con la presión baja, acariciando de forma suave la espalda del alfa dejando ahí suaves palmadas mientras aún seguía con el en el suelo, sintiéndole sollozar y temblar ligeramente por los sollozos.

Taehyung sorbe su nariz vagamente y se aleja del cuerpo del beta con pesadez, estirando su mano para terminar de cerrar del todo la puerta con las pocas fuerzas que le quedaban, quedándose estático en su lugar con sus manos ahora en su regazo, con la palma hacia arriba, teniendo ahora su cabeza gacha y con sus ojos observando fijamente estas, cargados de lágrimas.

— Déjame solo, Yoongi. — Su voz sale quebrada y ronca. Termina por levantarse con dificultad por la manera en que temblaron nuevamente sus piernas, dándole la espalda al beta antes de dejar sus palmas contra la mesa y apoyar todo su peso ahí, apretando fuertemente sus ojos con un inminente dolor en su pecho y su lobo estando devastado ante el rechazo que había sufrido.

Yoongi por otro lado le mira desde abajo y suspira, levantándose con cautela para así acercarse nuevamente al alfa y tocar suavemente su hombro, abriendo otra vez sus brazos y notando como el alfa volteaba ligeramente su cabeza a mirarle, teniendo sus ojos cargados de lagrimas nuevamente, soltando un bajo sollozo.

Otra vez lo envuelve en un fuerte y apretado abrazo, dejando el beta que el alfa se desahogue lo que deba hacerlo sin presionarle con nada más, para que se olvidase por un momento de que era el alfa del lugar y fuese un simple ser humano, un humano que simplemente cometía errores como cualquier otro.

. . .

— ¿Estás bien, Jimin? Te noto pálido. — Expresa Sunwoo mientras se comía un pote de frutas, al mismo tiempo que Jimin estaba sentado a su costado, ambos en el dormitorio del de ojos claros ya que este había ido a buscar a Sunwoo después de todo lo ocurrido con Taehyung.

Jimin había quedado tieso después de haber hablado con el alfa, luego de haberle visto llorar por segunda vez. Estando destruido internamente, ¿Pero de qué valía? Ya estaba comprometido con alguien más, no podía demostrar sus sentimientos por otro hombre por más fuerte que sea el dolor.

— ¿Alguna vez... has visto al Monarca llorar, sunwoo? — Pregunta el bajo, sin contexto alguno y con una voz tan ida al estar metido en su pensamientos. Sunwoo por otro lado se voltea a mirarle extrañado.

— ¿Al monarca? Jimin, ¿el siquiera llora? Siempre le veo con cara larga. — Espeta Sunwoo dando una risa. — Es amable, y demás... pero jamás se le ha visto llorar ni reírse en pleno público. No sé cómo controla tan bien esas emociones, yo... ah, no podría. — sunwoo eleva sus hombros suavemente con un ligero puchero en sus belfos, antes de abrir sus labios para comer más y mirar a Jimin.

— Mh... — susurra ido el menor, bajando su mirada a sus manos mientras apretaba sus puños de forma vaga contra su ropa, sintiendo las fuertes punzadas a su corazón, notando la manera en que con solo recordar que había hecho llorar al mayor, su corazón de oprimía y su lobo parecía desgarrarse por la culpa, castigandose a sí mismo por haberle tratado así.

— Ya dime qué te ocurre. — se gira hacia el omega y toma suavemente su hombro para moverlo y llamar su atención, sacándolo de su trance. — Dime por qué me preguntas eso. ¿Le viste llorando? — eleva sus cejas.

— ... algo así. — toma aire, con sus manos apretadas y su mirada aún en ellas. Sunwoo le miraba expectante mientras comía y masticaba lentamente. Jimin suspira pesado y le mira. — Yo ... e-e que... — traga saliva. — Lo provoqué. — Susurra, Sunwoo ladea su cabeza confundido.

— ¿Tú provocaste qué? — come otra vez, mirándole atento.

— Yo provoque que el llorara cuando... T-terminé todo con el. — Sunwoo en el momento en que escucha sus palabras abre sus ojos más de lo normal y se queda estático, mientras el menor miraba un punto perdido en la habitación, sin emoción alguna en su rostro.

El corderito del lobo - VminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora