Pasa su antebrazo por su frente, mientras jadeaba algo cansado e iba hasta su costado a buscar su botella con agua, bebiendo de esta misma antes de ver al señor bujoo caminar con un costal de papas en una carreta, haciendo que el menor frunza su ceño y vaya corriendo a ayudarle. - Usted es realmente muy terco, ¿sabía? Ya le dije que me avisara cuando tuviese trabajos pesados, señor.
Espeta Jimin tomando suavemente la carreta entre sus dos manos para así avanzar, viendo como el hombre daba una sonrisa y achinaba ligeramente sus ojitos con leves arrugas a su alrededor, provocando que Jimin sonriera también. - Eres un chico muy dulce, Jimin. Pero este viejo aún se puede esforzar un poco más. - Explica, dejando sus gastadas manos en su espalda mientras caminaba al costado del omega quien llevaba aún la carretilla. - Muchas gracias por ayudarme, muchacho.
- No hay de qué señor, para eso estoy aquí. - El hombre suspira negando suavemente, provocando que el menor le mire al observar esto por el rabillo de su ojo, mirándole ahora con sus orbes azules atentas. - ¿Qué sucede?
El hombre suspira otra vez, casi como su estuviese buscando las palabras para decirlo o simplemente, sin saber como expresar lo que quería decir. - ¿Por qué no buscas un alfa, Jimin? - Pregunta, adelantándose solo un poco para abrirle la puerta de la cocina al menor y así ayudarle a entrar con el costal de papas al sacarlo de la carreta. Jimin relame sus labios dando una risa nasal.
- señor... yo no quiero ni necesito de ningún alfa en estos momentos. - Expresa dulcemente, lavando sus manos después en el lavaplatos antes de secarlas en su ropa, donde no estuviese tan sucio. - aparte, ninguno está interesado en mi de forma romántica.
El menor se cruza de brazos y camina fuera de la casona, con el hombre a su costado quien negaba suavemente con sus manos tras su espalda nuevamente. - el príncipe de la pareja del monarca si lo estaba. ¿No? ¿Qué sucedió con el, Jimin? Ambos parecían verse muy bien juntos.
El omega eleva suavemente sus hombros, negando al instante después sin dar incapié a ninguna respuesta positiva. - Simplemente no me gusta, Señor... no puedo controlar que a mi lobo le guste el primer alfa que se fije en mi ¿tan desesperado me veo? - Le mira, este niega dando una risa suave.
- Tienes alrededor de 20 años, chiquillo. Eres un omega precioso, de los más lindos de este pueblo, que se parte las manos aquí, en la tierra todos los días y que termina realmente sucio, sin poder mostrar aquella belleza. - El de ojos azules suspira negando vagamente antes de solo acariciar sus brazos entre sí.
- ¿Para qué, señor? - Le mira - Yo no quiero que alguien se fije en mi solo por mi belleza. Agradezco los dotes que tengo, no piense que no, pero... Prefiero esto a ser mantenido toda la vida por un príncipe, o por quien sea. - Murmura, aún que de cierta manera, si estaba no siendo totalmente sincero con el. Puesto que no negaba que si quería tener un alfa en algún momento, con el que tener familiar y cachorros. -
- Dame tus manos - Dice, haciendo que el menor pase saliva suavemente en su boca y se le entregue sus manos, mirándole algo confundido viendo como el mayor acariciaba las leves arrugas que tenía en las palmas - Muy pocos omegas tienen las manos así. - Explica con dulzura. - Muy pocos omegas se encuentran trabajando bajo sol después de las 5 de la tarde y ayudan a acarrear carretas y cosas pesadas. - acaricia suavemente con su pulgar haciendo que el menor apriete sus labios. - No mereces esto, Jimin. Mereces estar en una casa, no precisamente solo siendo dueño de esta porque no es lo que un omega debería hacer, aún que en esta época se piense eso...
El más bajito le mira con sus ojos algo opacos, puesto que no sabía bien qué responder aquello. Debía de admitir que algunas veces sí se cansaba de más, y que también sobrexigía más de lo debido su cuerpo que a pesar de ser un omega y quisiera ser más fuerte de lo común, algunas veces solo se le salía de las manos.
- La oportunidad con ese príncipe es la mejor que te pudo haber llegado en estos momentos. - Explica el hombre mientras acariciaba aún sus manos. - Algunas veces uno no necesita casarse por amor, Jimin. Si no por el hecho de que es lo que conviene, muchas veces en esta vida uno debe de ser egoísta. ¿Sabes por qué? - el omega niega suavemente mirándole aún - Cuando las personas son de buen corazón, siempre se van a aprovechar de ellas... y nunca van a esperar que hagan nada por sobre los demás para pensar para sí misma.
Traga duramente saliva, mirando hacia otro lado estando a punto de hablar, pero lo que dice el mayor hace que sus ojitos le miren algo más abiertos de lo normal y sus manos se alejen al instante de las de el.
- Se que tu y el monarca tienen un vínculo más allá de solo trabajo. - Dice el hombre, y antes que Jimin lo niegue, vuelve a hablar. - No me lo niegues, es pecado mentir, Jimin. Y no deberías mentir solo para salvar el pellejo de el. - Cierra al instante sus labios mientras sus manitos se juntaban.
- Señor... no le diga a nadie, se lo pido. - se acerca, tomando sus arrugadas manos. - hágalo por mi. - Susurra, con su corazón acelerado viendo como el mayor solo daba una ligera sonrisa de costado.
- ¿Quieres que haga algo por ti? - Asiente, con sus ojitos puestos en el. - entonces te daré un consejo. - Dice, con su voz ligeramente temblorosa por la edad antes de que una de sus manos le volviese a tomar una al menor. - Antes de que quedes en cinta de ese alfa, - el menor traga duramente saliva. - cásate con el príncipe, y asegura tu futuro, Jimin.
El menor siente como sus ojos se cristalizan, negando suavemente mientras bajaba su cabeza y ahogaba un suave sollozo, antes de que el mayor levantase su cabeza otra vez - Un omega en cinta, soltero, a tan temprana edad es muy mal visto, pequeño. - acaricia suavemente su mejilla. -
- No puedo casarme con alguien que no amo, Señor... - Susurra, sollozando mientras este le hacía caminar un poco más hasta que se sientan en una pequeña banca. - Yo a él... y-yo lo amo. - Esto último lo suelta con un nudo en su garganta, casi que quitándose un peso de encima. - Estoy enamorado de el... - Sorbe su nariz, pasando suavemente el dorso de su mano por sus ojitos mientras estos soltaban leves lágrimas.
- Jimin - le llama, viendo esos ojos azules mirarle. - Si el también te ama... Te dejará ser feliz. - El hombre ladea muy suavemente su cabeza. - Cásate. El amor llegará después. - El omega estaba a punto de hablar antes de que el mayor lo hiciese. - Y si no llega... Pueden ser grandes amigos, darse una compañía mutua por el resto de la vida. - Jimin Siente como su corazón duele, sorbiendo su nariz. - Taehyung aseguró su futuro con esa muchacha, Jimin... Por que es lo que las personas hacen. - Sonríe ligeramente - son egoístas. - acaricia su mano. - Y se aprovechan de los sentimientos de las personas de buen corazón.
- Yo no quería enamorarme de él... - Susurra suave, casi con un hilo de voz - Pero cada vez que lo miro... mi corazón late tan fuerte. - Acaricia su pecho, cerrando sus ojitos. -
- El se casa mañana, pequeño. - Jimin mira hacia otro lado sintiendo como otra lágrima bajaba lentamente por su mejilla. - Hazlo tu también.. comprométete, y sé feliz. Ten una familia, un hogar cariñoso y pleno. No puedes vivir de amante con ilusiones toda la vida. - Jimin asiente, mientras su labio inferior temblaba - Tu juventud se va a acabar, Jimin... Y vas a arrepentirte por no haber hecho las cosas antes, solo por un amor que no era el correcto...
Y por último, este le abrazó.
Sin importarle que estuviese todo sucio, ni que se encontrase siendo un mar de lagrimas que le dejaría el hombro y parte del pecho mojado.
Si no porque en Jimin, se veía a él mismo. Y en eso momentos, le estaba diciendo todas las cosas que en su momento, le habría gustado que alguien más se las dijese antes de cometer tantísimos errores que le dejasen en lo que está ahora.>>>
Gracias por leer!Si hay alguna falta de ortografía por favor me la indican. Lo agradecería mucho para seguir mejorando. ♡
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El corderito del lobo - Vmin
Teen FictionUn chico con rostro de ángel y algo contestón, tuvo la suerte de llegar al corazón del alfa más codiciado de su pueblo, de tal modo, que ya jamás les podrán separar. Historia ambientada en una época antigua, donde los reyes, príncipes y monarcas aú...