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La tensión se sentía, el alfa de ojos negros miraba penetrante y sin bajar la guardia por un mísero momento la manera en que el otro alfa agarraba la cintura del omega. Jimin estaba... incómodo, sentía prácticamente que había una competencia de miradas,  así que lo primero que hizo fue romper el silencio.

— Majestad. — Saluda de repente estirando su mano para así estrecharla con la del mayor. Ignoraba el hecho de que su cuerpo se había entregado en bandeja al reconocer aquel suave y terso tacto de la mano contraria. Su semblante se mantuvo firme en todo momento y solo duró dos suaves agarrones aquel saludo, dejando a Kim atónito. — Un gusto verle otra vez.

Taehyung no reacciona, claro está.

¿Omega? ¿Por qué-...? ¿Por qué nos tratas así? - Pensó el lobo del monarca.

— Cariño, parece ser que el monarca quedó anonadado. — Mira a las personas del lugar — ¿Alguien podría traerle un vaso con agua? Aun así no lo culpo, cualquiera quedaría así después de ver a mi prometido. — halaga Jeon haciendo que Jimin le de una mirada algo tensa, provocando que su sonrisa se esfume un poco.

Un carraspeo grave se escucha por el lugar.

— Disculpen. —

Solo fue aquella palabra, para que el monarca se diera media vuelta y simplemente se fuera de ahí entrando al palacio otra vez. Por la cabeza de Taehyung lo único que pasaba es que tendría que soportar que ellos durmieran juntos. ¡Y mierda, era algo normal! ¡Eran pareja! Pero le jodía.

— Por favor no hagas más esas bromas. — murmura el menor, mientras se giraba a mirar a Jeon. — Por favor. — reitera, haciendo que este solo suspire y asienta.

— Está bien... Lo siento, pequeño.  — murmura como un niño regañado antes de tomar la mano del omega y caminar saludando a las personas que aún estaban ahí, aun que la mayoría al ver el temperamento del monarca decidió irse para ahorrarse rencillas.

Entran, Jimin saluda a todos los empleados que conocía y pronto va corriendo a saludar al señor Bujoo, el cual en esos momentos se encontraba bebiendo algo de agua con el sol dando bruscamente contra su rostro. Jimin llegó a su lado tocando su hombro y viendo como este se giraba, nota esos ragados ojos casi que desaparecer en una gran sonrisa antes de sentir como le abrazaba.

— Veo que seguiste perfectamente mis consejos, no sabes lo feliz que estoy por ti, mi niño. — se aleja para así mirar si había manchado esa bella ropa, pero no había nada. — Hace dos días anduvo tu amigo Sunwoo por aquí, se le veía tan triste de que no estés. —

— Ah~ también he extrañado muchísimo a Sunwoo — Expresa con sus ojitos achinados por la sonrisa en su rostro.

Le ofrece un costado de la banca y Jimin se sienta a su lado comenzando una larga y tranquila charla, diciéndole lo último que había pasado en su vida. Realmente habían sido demasiadas cosas.

Hace tan solo un mes tenía una confusión amorosa y ahora ya estaba de novio con alguien más. Era confuso, estaba de novio con la persona que no amaba.

— Las cosas por aquí andan bastante bien ha decir verdad. No he logrado ver mucho al señor Kim y su pareja pero... se rumorea que pronto debería venir un bebé en camino. — Su pecho se oprime casi al instante de escuchar aquellas palabras, pero simplemente baja su mirada asintiendo, tratando de dar una ligera sonrisa. — Mi niño... — Murmura el señor Bujoo. — ¿Has hablado con Jeon sobre tu situación?

El menor asiente suavemente. — El sabe todo, señor... nunca quise ocultarle nada o hacerle creer que podía llegar a amarlo, el... e-el sabe absolutamente todo. — El hombre asiente suavemente con una bonita sonrisa.

El corderito del lobo - VminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora