I'M YOURS

Parte 12

Habían decorado de una manera espectacular, los centros de mesa estaban frondosos de flores artificiales y un pequeño tazón con caramelos, la pista de baile tenía un azulejo de muchos colores que prendían y se movían al estilo de la música suave, había un Dj y otros mariachis junto a la mesa del ponche, los padres de Acacia se encargaban de darles la bienvenida a los invitados y se quedaban charlando durante unos minutos con cada uno, su madre llevaba un vestido de color salmón que arrastraba por el brillante césped, su cabello estaba rizado y recogido en un moño elegante, presumía sus anillos de matrimonio cómo sí fuese la primera vez, el padre de Acacia llevaba el típico traje negro con corbata del mismo color y camisa blanca, su cabello largo estaba atado en una coleta ordenada y además llevaba zapatos negros, se tomaban de la mano y se veían cómo dos adolescentes enamorados que disfrutaban de su matrimonio.
Yo me encontraba sentada en una de las mesas de los costados, tenían un mantel de color rosa pastel y otro más corto de color blanco, había también platos limpios acompañados de cubiertos y una copa vacía, Acacia se adelantó para conversar con sus padres y pasar tiempo con ellos, también estaba su abuela, llevaba puesto un vestido largo y elegante de color morado, resaltaba su piel blanca, Dylan se había perdido entre los invitados por ir a buscar bocadillos para ambos, supongo que se quedó entretenido con algo más, tomé mi celular de la mesa y lo encendí para enviarle una foto a mis padres de lo que estaba sucediendo en este momento, ellos enseguida respondieron con una foto de ambos en el sofá con un tazón de palomitas en las piernas, sonreí de inmediato al verla.
Oliver: te confieso que siempre he dudado del destino y las casualidades, pero esta vez me está sorprendiendo.- apagué mi celular y me giré para mirarlo, llevaba entre sus dedos una copa con un líquido amarillento que parecía disfrutar, agachó su cabeza para encontrarse con mi mirada, me puse de pie.- quizás suene un poco igualado o algo así, pero te miras muy bien, no me malinterpretes.
Aitana: bueno... tú te ves muy común.- reí, él se miró a si mismo de pies a cabeza e hizo una mueca.- me refiero a que, sí prestas atención a cada uno de los invitados.- ambos nos giramos a ver hacia los demás.- todos parecen pingüinos elegantes, llevan corbata o un moño cómo el tuyo, y ni hablar del cabello, parece que a todos los ha lamido una vaca en el camino.
Oliver: mierda, no sé cómo debería de sentirme al respecto.- reí acomodando un mechón de mi cabello detrás de la oreja.
Aitana: ¿me dejas arreglarlo?- se encogió de hombros, me acerque a él y le quité el moño que tenía torturando el cuello de su camisa, después le quite uno de los botones de esta misma dejando ver un poco su torso, pude notar un poco de un posible tatuaje pero decidí no incomodarlo con preguntas tontas y procedí a lo siguiente, pasé mis dedos por debajo de su cabello y comencé a revolverlo cómo sí jugará con el.
Oliver: espero no arrepentirme de esto.- burló, tenía una sonrisa bastante bonita, sus dientes simétricos decoraban a la perfección sus labios carnosos, sonreí al mirarlo y este aclaró su garganta. Su cabello caía en dos aguas y algunos mechones acariciaban sus cejas, tomé nuevamente mi celular y apunté con la cámara para mostrarsela.- oh vaya, me veo mejor.
Aitana: por supuesto que sí, y da gracias que no puedo cambiar el color del traje, lo único que te beneficia es que la camisa es negra y no blanca cómo la mayoría.- apagué mi celular y lo regrese a dónde estaba.- la fiesta es bonita ¿no crees?
Oliver: por supuesto, Aitana.- suspiró.- no creí que te miraría de nuevo y menos tan pronto.
Aitana: bueno, tú mismo lo dijiste.- lo miré de reojo y después sonreí, algo me sucedía pero no sabía el que, quizás ahora mismo me parecía atractivo.- el destino es muy juguetón y al parecer quiere que nos conozcamos más.
Oliver: uhm.- hizo una mueca, supongo que ese tipo de respuesta no era lo que él esperaba, no le dí mucha importancia.
Aitana: creo que ya comenzarán a bailar, tus tíos ya se están dirigiendo al centro junto a los demás y Acacia, incluso Dylan apareció.- me giré a verlo con picardía, él los veía sin ningún interés o sorpresa.- sería muy estúpido quedarnos en las sillas observando ¿no crees?
Oliver: en lo absoluto.- separó una de las sillas de la mesa que yo había elegido y se sentó cruzando sus brazos sobre su pecho y relajando su espalda.- ¿qué? ¿por qué me miras de esa manera?- puse los ojos en blanco y mire a mis mejores amigos, ellos bailaban entre sí con mucha tranquilidad mientras que el Dj enfocaba a la pareja de festejados. Miré nuevamente al hombre que estaba sentado detrás de mí, este hizo lo mismo y después negó con la cabeza, lo tomé de ambas manos haciendo mucha fuerza para poder levantarlo.
Aitana: ¡Oliver, harás que mis zapatillas se rompan!- sus manos eran grandes y abarcaban por completo a las mías, ni siquiera lo movía de su lugar, al contrario, luchaba por evitar que él me llevará arrastrando hasta su silla.- ¡acompáñame a bailar!- dejó de reír cuándo su mirada se enfocó en otra parte, parpadeo un par de veces y aflojó su agarre, al principio no lo noté pero su mirada cambio en cuestión de segundos.
Oliver: ¡qué no, maldita sea!- se levantó de la silla dándome un empujón y desapareció en el pasillo por el que anteriormente habíamos salido, me quedé estática ante su reacción y sentí cómo un nudo en mi garganta se formaba causandome dolor en el pecho.
Acacia: ¿qué pasó?- me giré a verla y me encogí de hombros, después llegó Dylan acomodándose su cabello húmedo y tratando de controlar su respiración.- ¿te hizo daño?
Dylan: lo siento por haberte dejado sola, preciosa.- reí ante la reacción de ambos, disfrazando lo que sentía, ni siquiera tenía porque dolerme pero tampoco era la forma de decirme que no cuándo antes se estaba riendo.
Aitana: ¿de que hablan?- reí.- no importa, quizás mi insistencia le molestó.- aclaré mi garganta, le extendí la mano a ambos para que me llevarán a la pista de baile.
Acacia: vayan ustedes, yo iré a arreglar un asunto.- ambos asentimos, ella corrió hasta desaparecer en ese mismo pasillo.