Capítulo 66

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Estaba sentada en el comedor revolviendo mi fruta con yogurt, mi madre parecía estar incómoda ante el ambiente que había en este momento, mi padre estaba sentado en el pilar de la mesa mientras leía el periódico.
Aún tenía un jodido nudo en la garganta que no quería desaparecer, aclaré mi garganta y después rompí el hielo.
Aitana: papá...me aceptaron en la academia de música.- creí que se dirigiría a mí por primera vez en toda la mañana, sin embargo, no fue así, dobló nuevamente el periódico y lo dejó de golpe sobre la mesa para después ponerse de pie.
Papá: nos vemos en la noche, Priscila.- le dió un beso en la frente y después tomó el maletín que tenía en una de las sillas libres, no siquiera me miró, tampoco se ofreció a llevarnos al restaurante, su indiferencia me estaba haciendo daño.
Baje mi vista al plato y las lágrimas comenzaron a salir, por más de que intenté evitarlo o disimularlo no funcionó, dejé caer el cubierto sobre el plato y me cubrí el rostro llorando con todo el sentimiento que había acumulado en mi alma, mi madre se levantó de su silla y se sentó a mi lado abrazándome por los hombros y besándome la frente.
Aitana: lo lamento, de verdad, lo lamento tanto.- ella no me dijo nada, solo me abrazó con fuerza dejando que sacará todo el llanto que me estaba ahogando desde la noche anterior.
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Mi hora de descanso por fin había llegado, Acacia parecía estar demasiado feliz y yo me sentía tranquila por ella, caminamos durante un rato en busca de algún lugar que vendiera chucherías, nuevamente compramos frituras y gaseosas, nos sentamos en una de las bancas libres y comenzamos a comer.
Aitana: ayer me dijiste que querías contarme algo ¿qué era?- me sonrió con una alegría deslumbrante pero después negó.- oh vamos ¿me dejaras con la intriga?
Acacia: el próximo fin de semana habrá una cena en mi casa y quiero que vayas, necesito que lo hagas.- la miré confundida, irradiaba felicidad y eso de alguna forma me contagiaba.- estoy demasiado feliz, ese día sabrás el porque, por ahora quiero que me cuentes ¿qué te pasa? ¿por qué parece que has llorado toda la noche?- tomé un poco de aire y evite mirarla a los ojos.- no puedes engañarme, sabes que voy a insistir hasta que me lo digas.
Aitana: Oliver terminó conmigo...- un silencio se apoderó de ese momento, ella lanzó un suspiro y miró hacia enfrente.- se enteró de que mi padre no sabía de nuestra relación, no sé quién le dijo, el punto es que se molestó tanto que ya no quiere volver a verme, no responde mis llamadas y ya me bloqueó para no recibir mis mensajes.- suspiré.- mi padre se enteró de mi relación con Oliver y ayer actuó de una forma muy brusca conmigo, no sé si debería justificar su reacción...me dió una bofetada solo porque se encontraba demasiado molesto, hoy por la mañana ni siquiera me dirigió la palabra, a pesar de que le conté sobre la academia, me ignoró y salió de casa, ni siquiera me dió un beso de despedida.- la miré, esta vez trate de contener el llanto.
Acacia: mierda, Aitana, sinceramente no sé que decirte.- suspiré limpiando una lágrima traicionera que resbalaba por la comisura de mi nariz.- estoy aquí para lo que necesites, si tu padre sigue actuando de esa manera contigo a pesar de que tú quieres solucionar las cosas, puedes venir a quedarte a mi casa por unos días, sobre Oliver no te puedo decir mucho ya que es mi primo, sin embargo, no apoyo que ni siquiera haya querido escucharte y que haya preferido terminar contigo antes que aclarar la situación, es un adulto y debería de actuar cómo tal, lamento que estés pasando por todo esto.- dejó sus cosas a un lado y me abrazó dejándome su hombro cómo desahogo.- no tienes que soportarlo todo, puedes romperte si así te lo pide tu corazón, Acacia siempre va a estar aquí.
Aitana: gracias por estar, Acacia, sin ti y sin mi madre no sé que sería de mí en estos momentos.- me sonrió y limpió las lágrimas de mis mejillas con la manga de su suéter.- te amo.
Acacia: ¿nos pondremos románticas?- me hizo reír con su pregunta espontánea, después me dió un beso en la mejilla y acarició mi nuca.- yo también te amo a ti, ya no llores, a partir del lunes tienes que comenzar a brillar.- asentí lanzando un suspiro.- creo que sé quién pudo haberle dicho a Oliver, fue Dylan, él es el único de nuestro entorno que sabe dónde vive mi primo, en varias ocasiones me acompañó a dejarle algunas cosas, además de que últimamente se veía bastante inconforme con las cosas que planeabamos, ambas sabemos que le gustas y que él siempre ha buscado maneras de salirse con la suya en cualquier aspecto, así que tengo esa pequeña sospecha, está celoso.
Aitana: ¿de verdad?, pero...aunque si eso fuese cierto no tendría porque enojarme ¿o sí?- me mordí el labio inferior con nervios y la miré, ella solo se encogió de hombros.- claro que estuvo mal lo que hizo, pero yo fui la principal culpable de lo que sucedió por no haber hablado con la verdad, todo esto yo lo pude haber evitado.
Acacia: ahora entiendo porque mi primo se veía tan amargado.- frunció sus labios.- Axel me comentó que estos días ha estado metido en el club desde muy temprano, se queda quieto mirando a las demás personas cómo sí buscará encontrar algo que claramente no estará ahí, lamento que esto haya terminado así, pero confío en que todo se arreglará.

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