Parte 38 (Oliver)

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No había logrado conciliar el sueño desde que llegué, me había dado infinidad de vueltas en la cama tratando de encontrar el típico lugar cómodo, estuve un par de horas en el hospital después de que me enteré, Dylan decidió irse a su casa minutos después de que yo llegue al hospital.
Ya me encontraba listo, le había llamado a mis tíos para que estuvieran al tanto, sobre Aitana no sabía nada y eso me tenía muy nervioso.
El timbre de mi puerta sonó, me coloque rápidamente la chaqueta y baje al primer piso para abrir la puerta, detrás de esta estaba la persona que me había dañado por 2 años, Camila, llevaba puesto un vestido celeste que se ajustaba a su cuerpo esbelto, su cabello estaba teñido de color negro con algunos mechones azules, me sonrió mostrándome los hoyuelos que alguna vez me hicieron suspirar, ella es mi ex novia.
Camila: hola Oliver.- su voz revolvió mi estómago haciendo que quisiera vomitar.- creí que habías cambiado de dirección.
Oliver: ¿qué haces aquí?- ella sonrió despreocupada y entró a mi casa sin siquiera permitírselo.- ¿por qué regresaste?
Camila: llegué a la ciudad hace un par de días, quería visitarte desde que baje del avión pero tenía miedo de que me rechazaras.- se sentó cómodamente en el sofá y me miró.- pero no me rechazaste, eso me sorprendió.
Oliver: no tenía idea de que fueras tú, ha pasado ya bastante tiempo.- apretó sus labios asintiendo.- ya estaba de salida, así que no puedo atender lo que sea que tengas que decirme.
Camila: tranquilo, sólo quería visitarte y ver cómo estabas.
Oliver: pues ya ves que bastante bien, mejor de cómo lo imaginaste.- se levantó bajandose el vestido y aferrándose a su bolso. La puerta se abrió de tal manera que golpeó la pared, me giré para ver de quién se trataba.
Axel: ¡Oliver, Acacia está en el hospital!- me froté entre las cejas deseando que él no haya dicho nada delante de ella.- mira, he tomado un taxi que se quedó varado a la mitad del camino porque al idiota se le olvidó cargar gasolina, corrí hasta acá para avisarte y que me pudieras llevar, así que no me veas ni te frotes la puta frente porque aún así tienes que llevarme al hospital, además ahí también está tu querida Aitana.
Camila: ¿Aitana?- preguntó curiosa, miré a Axel que no parecía arrepentirse de lo que había dicho.
Oliver: ya escuchaste, Camila, tengo que salir con urgencia, te pido que te vayas.- ella examinó de pies a cabeza a mi mejor amigo, él seguía alterado, incluso llevaba puesta su pijama.
Camila: iré con ustedes, Acacia era mi mejor amiga antes de que lo nuestro terminará, así que nada de lo que me digas hará que cambie de opinión.- pasó por nuestro lado a paso apresurado y salió de mi casa.
Oliver: muy bien, Axel.- él revolvió su cabello y salió de la misma manera en la que entró, tomé las llaves de mi auto y salí asegurando la puerta principal.
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Abrí la habitación en la que se encontraba Acacia, el guardia me había ayudado a encontrarla y también le había pedido a mi tía que saliera de la habitación para yo poder entrar, Acacia estaba recargada en una pila de almohadas, llevaba un collarín y tenía un moretón pequeño en la mejilla derecha, tenía también una charola con fruta y caldo de pollo, además de jugo de naranja.
Acacia: ¡Oliver!- me acerque a ella y le dí un abrazo cuidadoso, sus ojos se habían puesto rojos y se habían llenado de lágrimas al instante.- creí que no te volvería a ver.
Oliver: eres una tonta.- me separé de ella y acaricié sus nudillos.- ¿cómo estás?
Acacia: estoy bien, me duele un poco el cuerpo y el cuello, pero según el médico, mejorare pronto.- asentí aliviado y le sonreí.- fue horrible, intenté maniobrar el auto de Dylan, me sentí valiente por un momento.
Oliver: ¿pero por qué tomaste esa decisión?, tú nunca has aprendido a manejar ni siquiera una bicicleta.- me miró ofendida pero después suspiró.- eso te pudo haber costado la vida, Acacia.
Acacia: lo sé pero es que Aitana y yo entramos en pánico.- me senté en la silla que se encontraba a un costado de la cama, ella no soltaba mi mano.- todo por una estúpida broma de Dylan.
Oliver: ¿por qué una broma?- ella no podía girar su cabeza sí que solo me veía de reojo.
Acacia: mira, te contaré.- aclaró su garganta y continuó.- Dylan nos invitó a ir de campamento, esto a un costado de la cascada, compró las casas de campaña, preparó comida, llevaba trozos de madera, en fin, se llegó la noche y Aitana decidió compartir la casa de campaña conmigo, el viento ahí se sentía muy fuerte y se escuchaba aterrador, ambas ya estábamos un poco asustadas, entonces comenzamos a ver sombras por la tela y se escuchaba cuándo pasaban cerca y pisaban las hojas secas, luego se dejaron de escuchar y aprovechamos para salir a buscar a Dylan e irnos a casa, sin embargo, él no estaba dentro de la casa de campaña, solo estaba su celular con el flash encendido sobre las sábanas, nos comenzaron a lanzar piedras y nuestro miedo aumentó, corrimos hasta el auto de Dylan y afortunadamente o lamentablemente ahí estaban las llaves, tomé la mala decisión de conducir yo, lo encendí y todo comenzó a dar vueltas, la palanca de cambios estaba en un laberinto, íbamos de reversa, la carretera era muy estrecha, le moví a la palanca nuevamente haciendo que comenzará a avanzar hacia adelante y entonces no supe cómo frenar, nos estampamos en dos árboles, solo escuchaba los sollozos de Aitana y los míos, después llegó Dylan a auxiliarnos, llamó a la ambulancia y tuvimos que esperar bastante tiempo, hace un rato él me confesó que habia sido una broma de mal gusto por parte de él, que creyó que sería divertido.
Oliver: pedazo de imbécil.- me levanté de la silla frotando mi cabello con desesperación.
Acacia: pero no hagas nada, por favor.- me tomó de la mano, no quise responderle nada.- Dylan me dijo que Aitana aún no despertaba, me dió el número de habitación, es la 203, según dijo estaba cerca a la mía.
Oliver: ¿y por qué me lo dices?- ella sonrió y me miró de reojo nuevamente.
Acacia: he visto la química que hay entre ustedes, y me parece raro que en los últimos días ustedes no hayan estado juntos, también noté que Aitana no llevaba la pulsera que tú le diste.
Oliver: ¿no te ha contado nada?- negó confundida.- pasamos la noche juntos en mi fiesta de cumpleaños...
Acacia: ¡mierda, Oliver, júramelo!- sus movimientos bruscos le causaron dolor en el cuello.- estoy bien, sigue contando.
Oliver: sólo paso eso, por la mañana le pedí que se fuera, también le dije que no habría un nosotros nunca más y que se mantuviera alejada de mí.
Acacia: ¿eres estúpido o algo por el estilo?- no respondí nada, sabía lo que iba a decirme. Tomó un trozo de manzana y me lo lanzó, tuvo mala puntería pero estaba molesta y no le importaba el dolor que pudiera sentir al hacer algún esfuerzo.- mira Oliver, eso que hiciste es una porquería, ¿tú único propósito era llevarla a la cama?
Oliver: no, Acacia, para empezar eso ni siquiera estaba en mis planes, ambos estábamos ebrios.- ella tomó otro pedazo de manzana y me lo lanzó, esta vez dándome en el pecho.
Acacia: es una mierda lo que hiciste, espero que tengas las palabras correctas para disculparte con sinceridad y no ser una basura de por vida.- suspiré, su pecho subía y baja por lo alterada que estaba.- en serio que no me lo puedo creer, le hiciste prácticamente lo mismo que hizo su anterior novio, ella estaba ilusionada contigo, me dijo que le agradabas y se esforzó demasiado para conseguirte un puto regalo de cumpleaños, ahora entiendo porque su madre le pidió que se tomará ese día de descanso.
Oliver: no puedo hacer nada, Acacia, ¿te das cuenta de la diferencia de edad que hay entre nosotros?- rodó los ojos y miró hacia la ventana.
Acacia: te tenía en un concepto muy diferente pero me has decepcionado, no creí que serías tan pocos huevos.- mierda, no pude responder nada.- ella es mi mejor amiga, casi mi hermana, cuándo su ex novio la engañó fui hasta donde vivía para lanzarle huevos con harina a su auto.
Oliver: ¿qué hizo él?
Acacia: lo mismo que tú, la llevó a la cama con falsas palabras endulzadas y después descubrimos que estaba saliendo con otra persona, cuándo Aitana lo enfrentó, el idiota dijo delante de sus vecinos que ella en cualquier cama entraba, jamás la amó, bueno quizás al principio, pero ya después era más diversión por parte de él que amor verdadero, ella sufrió demasiado, se sentía usada, sucia, lloró por mucho tiempo y se sentía muy dependiente de él, afortunadamente lo superó, pero que tú vengas y le hagas lo mismo es completamente inaceptable, no te lo perdonaré, Oliver, nadie lastima a mi mejor amiga, así que retirate, no quiero verte hasta saber que arreglaste las cosas.- hice lo que me pidió, le di un beso en la frente y salí.

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