Ya había salido de la academia y ahora estaba recostada en mi cama con mis piernas colgando, mi cuello me dolía terriblemente al igual que mi espalda baja, también tenía algunas molestias en la parte trasera de mi cabeza, había estado pensando mucho sobre lo que el médico me había dicho por la mañana, aún me rehusaba a creer que yo estuviese embarazada, ¿cómo se lo diría a mi padre? ¿en qué momento se lo diré a Oliver? ¿qué pasará ahora con mi vida?, me sentía culpable y tampoco podía maldecir al bebé que se estaba formando en mi vientre ya que fue responsabilidad de Oliver y mía por no habernos cuidado, ¿realmente deseaba ser madre?, pasaban un sin fin de preguntas por mi cabeza, de las cuáles, ninguna tenía una respuesta clara.
Mi puerta se abrió con delicadeza y mi madre se asomó por la pequeña abertura, me sonrió y después se adentró a mi habitación.
Mamá: cariño, hemos llegado.- se sentó a mi lado y me tomó de la mano con suavidad.- preparamos pasta con albóndigas en el restaurante y guardamos un poco para cenar contigo, tu padre está abajo esperándote.
Aitana: mamá...¿cómo lo miraré a los ojos?- miró mis manos y después me sonrió nuevamente, quería que me diera las respuestas a todas mis preguntas pero sabía que eso jamás sucedería porque yo tendría que solucionarlas por mi misma.
Mamá: ¿has pensado en que es lo que vas hacer?- negué.- cariño, siempre hay un método y yo no voy a juzgarte si decides no tenerlo, te apoyaré en todo lo que sea necesario y no te voy a presionar para que le digas a tu padre.
Aitana: tengo muchas cosas que pensar, mamá, quisiera poder decirte que no quiero que este bebé nazca porque no estuvo en mis planes y quiero que la maternidad sea deseada, quiero poder darle amor a manos llenas sin pensar ni un sólo segundo en "¿por qué no me cuide?", darle todo lo que él necesita, tanto económica cómo emocionalmente, eso es lo que quiero, y no sé sí estoy lista para dárselo.
Mamá: creo que lo correcto sería que hablaras con Oliver, tu novio tiene que estar enterado de lo que está sucediendo, quizás entre los dos piensen las cosas con más claridad.
Aitana: mamá, Oliver y yo terminamos hace un par de semanas.- me miró fijamente tratando de buscar la mentira en mis ojos, después me abrazó con fuerza.
Mamá: aún así, tienes que decirle, él tiene que hacerse responsable, además de que la decisión tiene que ser de ambos.- suspiró molesta.- no entiendo cómo este chico puede irse y regresar cuándo mejor le parece.
Aitana: él no es el malo de la historia, mamá.- comencé a jugar con mis dedos y ella metió su mano para que no hiciera eso.- yo soy la insegura, no sé que es lo que realmente quiero en un futuro, sé que quiero estar con él, lo amo cómo creí que nunca amaría a alguien, y es encantador conmigo, sé que si le digo lo que está sucediendo brincara de alegría y será el hombre más feliz de todo el mundo.- el tan solo imaginarlo me hizo sonreír con nostalgia.- también sé que no dudaría ni un sólo segundo y se haría responsable, pero el problema soy yo, no puedo pensar con claridad y ni siquiera quiero dar un paso más allá del noviazgo, quiero que todo se quede como está, incluso me siento muy monótona.
Mamá: entiendo por lo que estás pasando.- separó mis manos y las mantuvo así para evitar que estas tuvieran algún contacto.- cuándo tu padre me propuso matrimonio me sentí demasiado feliz, pero también me asusté, lo hice esperar demasiado porque sentía que iba a tomar una decisión equivocada, lo consulté con mi almohada durante varias noches, hablé con mis padres y ellos me dijeron que me imaginará una vida a su lado por un minuto, sí mi corazón se emocionaba y seguía imaginandolo por más de un minuto, es porque realmente soñaba con ello pero el miedo me estaba atormentando tanto que no me estaba dejando pensar con claridad.- suspiró con una sonrisa.- tu padre supo que yo no podría tener hijos, aceptó eso sin ningún problema y me hizo sentir suficiente, sí él te aporta más cosas buenas que malas, y te hace reír más que llorar, es el indicado, cariño, pero eso es algo que solo tú puedes decidir.
Aitana: gracias, mamá.- le dí un abrazo que sentí cómo sí me hubiese librado de absolutamente todo sentimiento negativo.- bajemos a cenar, debes tener mucha hambre.
Mamá: y tú también.- asentí, ambas salimos de mi habitación y bajamos las escaleras mientras nos tomábamos de la mano. Mi padre estaba en la planta baja secando su cabello con una toalla diminuta de color verde, en cuanto me miró corrió hacia mí y me dió un beso en la mejilla.
Papá: ¿cómo te fue?- la manera en la que me miraba me hacía sentir vulnerable.
Madre: hablemos de eso sentados en la mesa ¿de acuerdo?, no puedo esperar más, me siento hambrienta.- mi padre asintió y caminó por delante de nosotras, mi madre me abrazó por la espalda y me llevó hasta la cocina.
Papá: me encargue de desmontar los platos y acomodarlos de la manera más presentable, así que cenemos y después vamos a mirar alguna película.- todo en este momento me causaba sentimiento, me senté junto a mi madre y me tomó la mano por debajo de la mesa.- bueno, ahora cuéntenme, ¿qué les dijo el médico? ¿está todo bien?
Madre: el médico le hizo estudios de sangre y salió que estaba un poco baja en hemoglobina.- mi padre asintió.- eso más que nada se debe a qué tuvo muy malos hábitos alimenticios en los últimos días, o incluso semanas, a partir de ahora me haré cargo de sus comidas, ¿verdad, cariño?- le sonreí y asentí.
Papá: perfecto, mañana antes de ir al restaurante pasaré al supermercado para comprar más verduras, frutas, carnes rojas y blancas, además preguntaré en la farmacia sobre algunas vitaminas, por lo pronto, cenen delicioso.- miré a mi padre con nostalgia, sabía que lo decepcionaría y que incluso actuaría peor que la última vez, lo cuál, es completamente aceptable, le estoy fallando a la persona que más me ama y que más amo, comencé a mover la pasta que tenía en mi plato y sentí cómo una lágrima traicionera quería resbalar por mi mejilla, no hay peor sentimiento que ese, sentía que no lo iba a soportar por más tiempo.
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I'M YOURS
RomanceNo quiero que seas solo un simple amor pasajero, un amor platónico o algo que se pueda definir cómo "temporal" Me declaro tuyo desde que nuestras miradas se sintieron por primera vez.