Capítulo 85

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Desperté sintiendo suaves caricias en mis piernas desnudas, abrí lentamente los ojos mirando a Oliver, estaba recostado a mi lado vistiendo un pantalón de pijama y un suéter azúl, me encontraba en su habitación cubierta con una de sus sábanas blancas, me sonrió con ternura y yo hice lo mismo.
Oliver: ¿cómo dormiste?- me besó con delicadeza y después se levantó de la cama.- he preparado el desayuno para ambos, creo que soñé con waffles y papas con queso, desperté con mucha hambre y preparé eso, espero que te guste.- me acomodé mejor sobre la cama cubriendo la mayor parte de mi cuerpo, él colocó una bandeja con los platos llenos de comida.
Aitana: me duele el cuerpo.- reí.- no sé si fue por la caída que tuvimos en el sofá o por lo que sucedió entre nosotros.
Oliver: sería un halago que me dijeras que te duele porque te cogí cómo te lo mereces.- metió un bocado a su boca y sonrió con picardía.- aparte de merecerte el mundo entero, te mereces un millón de orgasmos.
Aitana: hablar de eso me da pena.- probé por fin lo que Oliver había preparado, él soltó una risita y arqueó una de sus cejas.
Oliver: hablé con tus padres después de que te dormiste, sabía que estarían preocupados, así que les envié una foto tuya, también les dije que habías llegado cansada y que te habías quedado dormida después de cenar.
Aitana: muchas gracias, mi amor.- levanté mis labios para que me diera un beso, encantado lo hizo.- este desayuno está delicioso, eres un gran cocinero.
Oliver: eso lo sé, no por nada me hice cargo de un restaurante por un par de años.- dijo sintiéndose orgulloso y yo no pude evitar reír por la postura que tomó.- ¿quieres ir a París?
Aitana: sí, quiero ir.- dije con emoción, él me sonrió y asintió masticando el bocado que acababa de meter a su boca.- ¿y tú quieres ir?
Oliver: digamos que no es algo que me gustaría hacer, pero si mi chica quiere ir, iremos.- acarició la punta de mi nariz, su respuesta no me hacía sentir cómoda.- tengo muchas cosas por hacer, mi amor, recuerda que la boda de mi prima con Axel está muy cerca, después tu presentación, la cuál, no me quiero perder por nada del mundo, quiero capacitar mejor a tu hermano para que sea mi mano derecha ahora que Axel no estará, después de su boda se irá de luna de miel y no puedo dejar el club sin alguien de confianza.
Aitana: desde el principio no te gustó la idea, pude notarlo enseguida.- suspiré desganada.- pero no hay manera de regresar los boletos, mi hermano dijo que no aceptaría una respuesta negativa al respecto.
Oliver: no quiero quitarte la oportunidad de que vayas a París, así que iremos, ¿cuál es la fecha?
Aitana: el próximo lunes.- se mordió el labio inferior y se puso a pensar durante un par de segundos.
Oliver: de acuerdo, entonces me daré prisa para estar libre de pendientes y dedicarte todo el tiempo a ti, ¿está bien?- hice una mueca y él se acercó a mí pasando uno de sus brazos por encima de mis hombros.- no pongas esa carita, cariño, te prometo que será un viaje excepcional.
Aitana: de acuerdo, entonces sigamos comiendo.- asintió levantando su plato de la bandeja, después comenzó a comer.- últimamente me he sentido demasiado emocional, quizás mi periodo esté cerca.- dije con fastidio rompiendo el hielo que se había formado entre nosotros, él dejó el plato casi vacío en la bandeja y después me miró.
Oliver: dime qué necesitas, claro, aparte de toallas sanitarias.- lo miré detenidamente.- te compraré algunos snacks y miraremos películas sí decides quedarte conmigo, de lo contrario, te llevaré las cosas necesarias a tu casa ¿de acuerdo?
Aitana: no es necesario, mi amor, es solo que me siento demasiado vulnerable.- suspiré.- aparte he sentido leves punzadas en el vientre, quizás son avisos de que la fecha está más cerca de lo esperado.
Oliver: bueno, de igual manera, tienes que ir preparada cuándo sea tu hora de trabajo o cuándo te toque estar en la academia, sí te llega a pasar un accidente no dudes en llamarme, iré a ti sin pensarlo.- me recargue en la cabecera de su cama, mirándolo fijamente, ¿en qué momento perdí la cabeza por él?, mi corazón sigue latiendo cómo el de un adolescente con su primer amor, deseo estar a cada momento del día junto a él y platicar sobre cosas sin sentido, cuando lo veo a los ojos, sé con franqueza que no quiero ver a nadie más de la misma manera en la que lo miró a él y tampoco quiero que sus ojos miren a otra mujer de la misma manera en la que me miran a mí.
Sé que no estoy lista para casarme y tener una familia, no aún, pero lo que sé es que quiero formar parte de su vida, despertar cada mañana sobre su pecho y mirar el atardecer mientras platicamos de cosas sin sentido, es es lo que quiero, disfrutarnos y conocer cada mínima cosa uno del otro.

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