El timbre de la puerta sonó, por un momento creí que se trataba de Oliver pero me parecía extraño que no haya entrado con su llave, dejé los chocolates sobre la mesita de centro y me dirigí a la puerta para mirar por el pequeño orificio que había arriba, era Camila, abrí dudosa la puerta y ella sonrió mostrando los hoyuelos en sus cachetes.
Camila: buenas noches, Aitana, ¿está Oliver?- negué enseguida, su barbilla temblaba y la punta de su nariz estaba igual de roja que su cabello.- bueno, ¿crees que podamos hablar un momento?- asentí y me hice a un lado para que pudiera pasar, cerré la puerta y la miré mientras ella se acomodaba cerca de la chimenea encendida.
Aitana: tengo chocolate caliente, ¿quieres que te sirva un poco?- ella asintió con una sonrisa, me dirigí a la cocina y comencé a servir el chocolate en una taza, también abrí un paquete de galletas y las deje sobre un plato pequeño, después regrese a dónde ella se encontraba, en cuánto me miró se puso de pie y me ayudó con la taza.
Camila: esta casa se ve con más luz, la última vez que vine estaba un poco apagada.- reí y me senté en el otro sofá individual.- venía a despedirme de Oliver, me regresaré a Estados Unidos ya que allá tengo a mi familia.
Aitana: ¿de verdad?- asintió.- bueno, él está en el club pero puedes pasar mañana temprano y seguro que él estará aquí.
Camila: te admiro, Aitana, aún después de hacerte pasar por momentos desagradables, me sigues dando la oportunidad.- le dió un sorbo a su chocolate y después miró el suelo.- también quería disculparme contigo por eso mismo, tú no hiciste nada malo y aún así, en algunas ocasiones, me atreví a hablar mal de ti, le dí vía libre a los padres de Oliver para que se acercarán a él y le dijeran cosas desagradables, ni siquiera te defendí cuando ellos te atacaron frente a mí, lamento si en algún momento fui la causa de tus peleas con Oliver o de tu inseguridad, hoy vengo a decirte que no me voy a aferrar y dejaré ir a Oliver, que sé que lo tuve que haber soltado desde hace muchísimo tiempo, me quedó claro que él solamente te ama a ti y que eres la niña de sus ojos ahora, la manera en la que te mira es tan especial, tan inocente y sincera, nunca me miró con tanto amor, sé que estás esperando un hijo de él y no sabes lo feliz que me hace saberlo, él siempre deseó ser papá y ahora lo será con la mujer de su vida.- sonrió, podía notar la sinceridad en sus palabras.- es casi la media noche, no quiero quitarte más tiempo, solo quiero desearte que sean muy felices juntos y espero ser una de las invitadas cuándo ustedes decidan casarse.- le dió un último sorbo a la taza de chocolate y después se puso de pie extendiendo su mano hacia mí, la tomé enseguida, estaba tan fría que incluso me daban escalofríos.
Aitana: espera aquí.- solté su mano y subí casi corriendo las escaleras hasta llegar a mi habitación, abrí uno de los cajones de mi closet y saqué un par de guantes acolchados que había comprado hace tiempo, bajé nuevamente y ella se encontraba al final de las escaleras acomodándose su suéter.
Aitana: estás demasiado fría, quedatelos.- ella los miró y sonrió después de hacer un leve asentimiento, se los colocó con suavidad y después me miró.- gracias por haberme dicho todo eso, te deseo mucha felicidad y éxito.- le dí un abrazo sincero que ella no dudó en corresponder, la puerta se abrió casi dándonos un golpe, Oliver nos miró atónito.
Camila: ¿por qué la dejas tanto tiempo sola?- lo regaño y yo no pude evitar reír.- el trabajo te va a consumir, en esta etapa es cuándo más te necesita.- Oliver arrugó ambas cejas y se puso a mi lado.- he venido a despedirme, regresaré a Estados Unidos mañana a primera hora.
Oliver: que te vaya muy bien, Camila, te deseo suerte.- ella asintió con una sonrisa y después abrió la puerta.
Camila: cuídala y amala.- Oliver asintió pasando su brazo por detrás de mi espalda.- gracias por el chocolate y por los guantes.- yo asentí con una sonrisa y luego de lanzar un largo suspiro, se fue.
Oliver: ¿te ha dicho algo malo?- se paró frente a mí y yo negué enseguida, en sus manos traía una bolsa de color café que despedía un olor exquisito.
Aitana: creí que llegarías más tarde.- metí mis brazos por su cintura y lo abracé con anhelo.
Oliver: ahora que Axel y Valentín están en el club, tengo tiempo de salir temprano, ellos son una bomba en el trabajo ¿sabes?- me dió un beso en la nuca y después elevó mi rostro para darme uno en los labios.- al principio fue difícil mantenerlos unidos, discutían por cualquier cosa, pero ahora lo hacen todo juntos, ambas cabezas son un nido de ideas por desenvolver.
Aitana: me da gusto, cariño.- él me separó de su cuerpo y me miró con extrañeza.- ¿qué pasa?
Oliver: ha pasado mucho tiempo desde la última vez que me llamaste así.- reí y noté cómo sus ojos se humedecian.
Aitana: no llores o voy a llorar también.- él se limpió la comisura de sus ojos y después suspiró.- estaba comiendo chocolates.
Oliver: he comprado empanadas de carne y un par de refrescos, así que sube a nuestra habitación y acomodate, a partir de hoy dormirás a mi lado.
Aitana: ush no, eso sí que no.- me burlé mientras le quitaba la bolsa de las manos y me comenzaba a subir los escalones.- aunque...si me convences, puede que acepte.
Oliver: aseguraré todo aquí.- ignoró mi intento de seducción y se dió la vuelta dirigiendose a la cocina, solté una risita y me dirigí a la habitación para encender el televisor y colocar una película.
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I'M YOURS
RomanceNo quiero que seas solo un simple amor pasajero, un amor platónico o algo que se pueda definir cómo "temporal" Me declaro tuyo desde que nuestras miradas se sintieron por primera vez.