Capítulo 78

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Me encontraba en el restaurante con Valentín, las luces exteriores se habían encendido dejando a exhibición sus hermosas macetas con flores brillantes, Valentín había elegido varios platillos de comida y juntos degustabamos de cada uno de ellos, además de que había pedido un gran jarrón con limonada.
Sentía una conexión bastante especial con él y me sentía agradecida de tener un hermano, aunque es cierto que aún no me lo podía creer, todo había pasado tan rápido, hablábamos frecuentemente por mensajes de texto y de vez en cuando me llamaba para saber cómo me encontraba, y además, yo sentía que tenía el deber de protegerlo.
Valentín: cuándo me enteré de que tenía una hermana, tú no me diste la suficiente información, así que lo averigüe con mi madre, aunque claramente ella estaba en las mismas que yo, con la diferencia de que había logrado averigüar tu lugar de trabajo, tu edad e incluso encontró tu cuenta de Instagram, ahí encontró fotos tuyas que me mostró, ese día nos dormimos hasta tarde.- sonrió mostrando sus parejos dientes.- miramos las fotos que tienes en destacadas, algunos platillos, fotografías de paisajes, vídeos cortos donde apareces tocando el piano, que por cierto, ver qué tocabas nos sorprendió demasiado, a mí también me encanta la fotografía y además estoy intentando tocar el violín, no se me da muy bien, pero vaya, lo intento.
Aitana: tienes que mostrarme cómo lo haces.- lo amenacé con el dedo índice y el sonrió nervioso mientras frotaba sus manos sobre sus muslos.- en 2 meses tendré una presentación en la academia, conseguiré entradas para que puedas asistir, aún estamos ajustando detalles y evitando errores.
Valentín: ¿prometido?- asentí sonriendo.- estaré encantado de ir, a veces me cuesta creer nuestro encuentro, crecí creyendo que era hijo único e incluso me sentí tan desafortunado cuándo mis amigos me decían que sus hermanos irían por ellos al colegio o que los mencionaban para cualquier cosa, yo no podía decir lo mismo y para mí fue muy triste, no podía compartir mis logros con nadie, aunque claro que podía contárselos a mi madre, pero, siempre hay cosas que no le puedes contar a mamá.
Aitana: me pasa lo mismo que a ti, pero me siento muy feliz de poder compartir momentos contigo.- me tomó de la mano por encima de la mesa y le dió un suave apretón.- me gustaría que de hoy en adelante te sientas con la confianza de decir "puedo contar con mi hermana", cualquier cosa que necesites, sin importar qué, quiero que me busques, ¿de acuerdo?
Valentín: te digo lo mismo, por el momento no he conseguido un trabajo y además de que mi madre quiere que me enfoque en mis estudios.- suspiró.- pero quiero que me busques cuándo las cosas vayan mal, y si puedo ayudarte, lo haré.
Aitana: gracias, Valen, me da mucha paz tenerte cerca.- su mirada se posó a algo en particular que se encontraba detrás de mí, se le formó una sonrisa nerviosa y después me miró.
Oliver: buenas noches, perdón que haya llegado tan tarde.- sentí sus manos colocarse sobre mis hombros y dejó un beso en mi mejilla, después se sentó en la silla que se encontraba a mi lado.- soy Oliver Ferrer, el novio de Aitana.- dirigió su mano extendida hasta el alcance de Valentín, este la tomó sin dudarlo.
Valentín: yo soy Valentín, el hermano de Aitana.- Oliver le sonrió y sacudió su mano con suavidad, después se soltaron.- bueno, nosotros ya hemos comido y sinceramente no se me antoja comer nada más, estoy hasta el tope ya.- le dió unos golpecito a su estómago y burló.- pero puedo pedir algo para ti.
Oliver: oh no, muchas gracias, he comido en casa.- estaba mintiendo, podía verlo en el color blanco de sus labios.
Valentín: Aitana me habló mucho de ti, podría decir que poco faltó para que salieran corazones y unicornios de su boca.- burló sin dejar de mirarme, me sentí avergonzada.- bueno, sé que quizás no debo decirte esto porque soy mucho menor que tú, sin embargo, me atreveré a decirte esto.- se acomodó en su silla y después aclaró su garganta.- quiero que la cuides y la ames con sinceridad, no quiero ver qué derrame una sola lágrima por amor o por desamor, de lo contrario, no sé que podría pasar.- sonaba tan tierno dando esa advertencia que me fue imposible no sonreír.- necesito que esa sonrisa perdure, a cambio me voy a ofrecer cómo padrino el día que decidan casarse.
Oliver: eso me parece magnífico, Valentín, te tendré muy en cuenta para nuestra boda.- me abrazó por la cintura y nuevamente me dejó un beso en la mejilla.- y sobre lo demás, te aseguro que no tienes de que preocuparte, yo la amo, mucho más de lo que algún día imaginé y haré hasta lo imposible para que ella sea feliz, es la mujer de mi vida y no voy a dejarla ir tan fácil.
Valentín: esas palabras suenan convincentes, pediría una copa para brindar pero voy a conducir y no quiero manchar mi licencia de conducir, no ahora que recién la recogí.- soltó una carcajada que Oliver acompañó.- no me gustaría irme pero sé que si llego después de la hora acordada, mis padres me harán pedazos.- se puso de pie y se abrochó los botones de su suéter.- fue un gusto haber comido contigo, Aitana, y un gusto conocerte a ti.- nuevamente estrechó su mano con la de Oliver y se dieron un abrazo amistoso, después él me abrazó a mi.
Aitana: ve con cuidado y avísame en cuánto estés en casa ¿de acuerdo?- asintió, se despidió nuevamente de Oliver y después salió del restaurante.
Oliver: ¿quieres ir a algún lugar?- negué tomando mi suéter del respaldo de la silla.- oh no, ese suéter está muy simple, ya está más frío, ponte esto.- se quitó su gabardina negra y la colgó sobre mi espalda para después abrocharla.- te miras preciosa.- no le respondí, le dí las gracias a la mesera que nos atendió y después camine hasta salir del lugar.

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