Capítulo 108

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Me encontraba en casa de Oliver, ambos habíamos planeado una cena para el día de hoy junto a mis padres, ellos eran los invitados especiales, nos habíamos esforzado en preparar la cena, aunque tengo que admitir que él se esforzó el triple porque quería que todo saliera perfecto, pediría mi mano y estaba muy nervioso, a comparación de la primera vez, mis padres estuvieron encantados de acompañarnos y también ya sospechaban sobre que se hablaría principalmente, creo que lo estaban esperando desde hace mucho tiempo.
Llevaba puesto un vestido holgado de color violeta con unos zapatos de piso bastante cómodos, mi cabello estaba atado en una coleta, Oliver llevaba una camisa de vestir color blanca y un pantalón del mismo estilo de color negro, su cabello estaba revuelto ya que así le dije que me gustaba aún más.
El timbre de la puerta sonó y Oliver casi cae al subir el escalón que nos dirigía a la puerta, por suerte tuvo equilibrio, soltó un suspiro y después abrió la puerta dejándome ver a mis padres.
Mamá: ¡Hola!- mi padre soltó una carcajada al escucharla pero a ella no le importó en lo absoluto, le dió un beso en la mejilla a Oliver y después entro corriendo para venir a mí, me dió un abrazo fuertísimo, cómo sí no me hubiese visto en muchos días, mi padre entró con un refractario de tapadera roja y le dió unas palmaditas a Oliver por encima del hombro, después se dirigió a mí para abrazarme y darme un beso en la frente.
Papá: tu madre hizo tu tarta favorita, claro que primero miró una infinidad de recetas en internet que al final no la convencieron.- yo reí mientras veía a mi madre, Oliver también lo hizo.
Oliver: pues entonces será una cena un poco larga, espero que disfruten también lo que nosotros preparamos.- mis padres intercambiaron miradas con una sonrisa llena de sorpresas.- adelante.- Oliver les señaló la puerta del comedor y ellos caminaron por delante de nosotros.
Aitana: te ves más tranquilo.- le susurré evitando que mis padres escucharán.
Oliver: ¿de verdad?, me estoy esforzando cómo no tienes una idea pero siento que el corazón se me va a salir por la boca.- le dí un beso fugaz en la mejilla y él me sonrió.- no mejora mi nerviosismo pero te lo agradezco, mi niña.- le sonreí y tomé su mano con ilusión para luego entrar al comedor. Las charolas de la comida estaban cubiertas con sus respectivas tapaderas y los platos estaban perfectamente acomodados frente a los lugares que se ocuparían esta noche, Oliver había insistido en poner un par de velas anchas en el centro del comedor y yo no le quite la intención.
Oliver: adelante.- me dijo mientras apartaba una silla de la mesa, me senté después de sonreírle y él se quedó de pie quitar las tapaderas de las cacerolas, mis padres eligieron las sillas que estaban al otro extremo.
Oliver: hemos preparado algunas variedades.- aclaró su garganta después de desafinar accidentalmente, mi padre soltó una risita que luego mi madre silencio.- preparamos pluma con pollo y brócoli, además fetuccini cremoso con salmón y pulpo al guajillo con camarones.
Papá: mi yerno hizo su propio restaurante.- Oliver sonrió con nerviosismo y después me miró.- todo suena apetecible, sorprendeme, yerno.- escuchar que mi padre lo llame así me llena de ternura pero también suena gracioso, sé que mi madre opina lo mismo.
Aitana: te ayudaré a servir.- me puse de pie y le quite la cuchara que anteriormente había tomado, estaba temblando cómo una gelatina y era demasiado evidente, no quería que se sintiera mal por ello.
Oliver: mi intención no es que me vean así de nervioso, me es inevitable mantener mis movimientos estables.- lo miré, mi padre soltó un suspiro y después se levantó para dirigirse a Oliver, le pasó un brazo por encima de su hombro y lo pegó a su cuerpo.
Papá: nuestra relación ha mejorado significativamente, haces feliz a mi hija y eso es más que suficiente para mí, además de que me darán una nieta.- nuevamente suspiro, yo mientras tanto servía los platos de comida y mi madre les tomaba una foto mientras reía sutilmente.- sé que esta cena es para pedirme la mano de mi pequeña, ya miré el anillo en su dedo, y no queda más que decirte que tienes mi total consentimiento para casarte con mi hija, claro, siempre y cuándo ese sea el deseo de mi princesa.
Aitana: lo es, pa.- le sonreí a Oliver y mi padre asintió.
Papá: de acuerdo, entonces no se diga más, empiecen a planear la boda, sé que tienen el consentimiento de Priscila ya que desde que me pediste ser su novio, fue la primera en defenderte y en opinar que teníamos que darte una oportunidad, así que, bienvenido a la familia Pierce, Oliver.- lo abrazó con una fuerza notoria mientras lo movía de un lado hacia otro, el rostro de Oliver se había ruborizado casi en su totalidad y yo no pude evitar sonreír.
Oliver: muchas gracias, señor Gael, le prometo que cuidare a su hija y la amaré cómo un loco.
Papá: no, cuándo las personas aman cómo locas, normalmente hacen daño, así que amala con sinceridad y lealtad, respetala y que tanto ella cómo mi nieta, sean tu prioridad.
Oliver: así será, yo se lo prometo a ustedes y al amor de mi vida.- me extendió su brazo y yo accedí a ese abrazo, me dió un beso dulce en la frente.
Papá: así que quiero que de hoy en adelante me llames "suegro", ya no más "Gael"- lo señaló con su dedo índice mientras le daba una mirada de advertencia, Oliver asintió y me dirigió a la silla para sentarnos ahí.
Mamá: pondré estas fotos en la oficina del restaurante.- sonrió mientras apagaba su celular y lo guardaba en su bolso, después acomodó su plato ya servido.
Oliver: hemos preparado agua de melón, quería comprar una botella de vino pero Aitana no puede beber absolutamente nada de alcohol, así que, espero que también sea de su total agrado.- mis padres asintieron y cada uno tomó sus cubiertos para comenzar a degustar lo que habíamos preparado.

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