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Lo que es el amor

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Lo que es el amor.

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Estaba sentada en el borde de la cama de aquella camilla. Sabía que podríamos irnos a casa, pero por alguna razón aún quería que la bebe estuviera visible para aquellos que conocían sobre este proceso, quería estar segura antes de tener que irme y llevarla a su hogar, su lugar más sagrado y donde siempre estaría protegida. Mis brazos la cargaban, estaba envuelta en unas sábanas con sus ojos abiertos. Sus ojos eran algo grandes, estaba tan despierta que no podía evitar sonreír con mis ojos humedecidos. Era emoción. Esta sensación que sentía era lo que quizás deseé sentir el día en que nacieron mis dos primeros hijos. Empapada de tristeza y abrazada por la depresión, no podía dejar de sentirme culpable él no disfrutar mi primer embarazo por los acontecimientos que me pusieron sedentaria a la felicidad. La muerte que creí haber vivido me afecto. Cuando estaba tan segura que Carl se había ido para siempre, eso me hizo ver el mundo de una manera grisácea y opaca, hasta que pude aprender amar a mis hijos y entender que ellos eran el único color de mi vida. Ahora eran tres. Mis hijos serían siempre tres, así como lo fuimos mis hermanos y yo.

—Aliana.—limpie mis lágrimas, las cuales cayeron en su rostro, sorprendida la sangre seca se esparció. Pronto le daríamos el primer baño a esta criatura tan péquela y hermosa, estaba ansiosa de poder hacerlo, porque el primer baño de mis bebes fue dado por Rick y Michonne.—Están aquí.—indicó Ethan, asomado por la puerta.

—Pasen.—accedí, levantándome de la cama con algo de dolor en mi cuerpo, estaba exhausta y sentía débil cada parte de mi.

—Niños, entren, en silencio.—pidió Ethan, ampliando la puerta para mostrarme como aquel par de niños venían con una genuina sonrisa.

—Hola.—les salude con emoción, ellos se detuvieron en seco mirándome.—¿No me darán un abrazo?—les pregunté, haciendo un puchero.

—No queremos lastimarte. El tío Daryl dijo que podrías estar débil.—sonreí de lado por la iniciativa tan hermosa de mis niños ante el comentario de Alanna dirigido a mi, incluso del ausente hombre que parecía estar emocionado por la llegada de este nuevo bebé.

—Yo si quiero.—afirmó Caleb, caminando para así abrazarme de lado con tanta sutilidad, dándose paso para que Alanna me sonriera y abrazara igual; me incliné incómoda para besar cada una de sus cabezas, era madre y era fuerte.

—¿Quieren verla?—les pregunté, ellos asintieron emocionados, asentí para así acercarme a la camilla y recostarme; Ethan se acercó ayudando.

—Mamá, ¿puedo cargarla primero?—me preguntó Caleb, quedándose de pie aún lado de mi.—Por favor, ¿puedo Ethan?—se giró para mirar a Ethan, quien puso su mano en el hombro de este para darle una afirmación segura.

—Con cuidado, pon tus manos de esta manera.—le decía Ethan, mientras que Alanna se sentó en la camilla conmigo, ella bajo la cabeza para ver cómo Caleb sostuvo en brazos a su hermana por primera vez, abriendo sus ojos y haciendo una expresión de asombro por completo.

𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐨𝐦𝐨𝐬── 𝐀𝐥𝐢𝐚𝐧𝐚 𝐆𝐫𝐢𝐦𝐞𝐬 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora