───Transcurso de los seis años.───
Sostenía aquella arma, mientras veía fijamente aquellas montañas. Estaba en la torre de vigilancia más alta, pudiendo ver a cada residente o trabajador de esta gran comunidad caminar por sus entornos. Suspire, recostándome de la baranda, dejando mi arma aún lado de mi. La brisa movía mi cabello, mientras que aún no me acostumbra a tenerlo libremente. No sabía con exactitud cuándo tiempo había pasado pero aún sentía que era imposible acostumbrarme a esta vida, a una vida que no pedí y mucho menos esta. Restregué con suavidad mi rostro, sintiendo aquel vendaje raspar las yemas de mis dedos. Podía ver en las otras torres de vigilancia a más hombres, sosteniendo sus armas y mirando a sus alrededores, veíamos en atardecer en su punto más alto. Sus cálido colores reflejaban un sentimiento en mi interior, uno de esperanza. Giré mi mirada, visualizando aquella chica subir por las escaleras, hasta llegar aún lado de mi. Me miro curiosa.
—¿Qué estás haciendo aquí?—le pregunté curioso, viendo su cabello rubio amarrado en una coleta alta, sus azules ojos se reflejaban ante la iluminación del sol.—Tú mamá no te lo permite, Sammy.—le dije a la niña, quien se encogió de hombros y se acercó a mi lado en las barandas.
—Tengo doce años, y tú debes agradecer que soy la única niña de mi edad que hace que te desahogues.—me dijo, mirándome y cruzándose de brazos.
—No me respondiste.—le dije a ella, viendo como miraba mi arma aún lado de mi con algo de asombro.—Si tu mamá viene a reprenderte yo mismo té voy a lanzar de aquí, no voy a defenderte.—le comenté, viendo como ella rodeaba los ojos.
—Te veías triste en el almuerzo.—me dijo, se recostó de las barandas igual que yo.—También suspirabas mucho, y mi mamá dice que cuando suspiramos a veces es por la falta que alguien nos hace.—continué mirando las luces que el sol me proporcionaba, evadiendo la curiosa mirada que ella colocaba en su semblante.
—Habrán días en donde no estaremos bien, días donde sólo recordaremos a quienes ya no están.—le respondí, sintiendo la fresca brisa.
—¿A quien estás recordando hoy?—me volvió a preguntar ella, giré mi mirada, observándola intrigada ante que yo le contara. Cada vez que la veía, me recordaba a ella, a mi hermana.
—Hoy estoy recordando a todos los que perdí.—volví a mirar al cielo, sintiendo toda la atención de aquella pequeña en mi.—Hoy en la mañana, cuando miraba como tu mamá te trataba no pude evitar en acordarme en la mía, en como siempre me protegió, en cómo prefirió morir para que mi hermana viviera, nos dejó solos pero aprendimos a vivir con eso. Y es algo que deberías de valorarla.—le aconseje, mirando como ella bajaba su mirada ante eso.—Luego, cuando vi a Lucy junto a Marco, no tarde en recordarme a dos amigos míos, eran pareja pero eran inquebrantables, hasta que mi amigo murió y la dejó sola, pero ella fue valiente y supo vivir con eso.—añadí, intentando de visualizar a quienes mencionen caminar por las aceras de aquella comunidad juntos y ahí, pude verlos sostenidos de la mano y con una gran sonrisa.
—¿A quien más te acordaste?—me pregunto, aún más curiosa mientras me prestaba toda l atención del mundo.—¿A quien te acordó Manuel y Cole?—me mencionó ella, a lo que no tarde en sonreír ante su pregunta.
—Manuel y Cole me recordaron a dos buenos amigos, al principio de odiaban pero luego, no podían vivir sin uno al otro. Eran un dúo que iba contra todo sin importar que.—la mire con una gran sonrisa, sentía un vacío pero al hablar y acordarme de ellos, me sanaba.—Tú amiga me recordó a alguien que tuve cuando todo empezó, una gran amiga con la que pasaba el tiempo intentando de olvidar lo que vivíamos pero murió y luego, me quede solo. Empecé a crecer y aferrarme más a este mundo.—le continué contando, mientras sentía los rayos de aquel sol llegar a nuestros rostros.—Perdí a mucha gente en el camino, gente que jamás podré olvidar, no importa cuanto tiempo pase.—finalice en decir, viendo el atardecer y sintiéndome lleno de nostalgia.
—Si pudieras revivir a alguien, ¿a quien elegirías?—me preguntó ella aún recostada de las barandas.—Yo reviviría a mi hermano.—me dijo de una forma tan inocente y sonriente.
—Los traería de vuelta a todos, porque sus muertes de una forma u otra, dolieron igual.—le respondí, recordándome de sus rostros en mi mente, recordando absolutamente todo.—Es por eso que estoy aquí, porque siempre en el atardecer pienso en ellos porque se que al final de la puesta del sol, cada uno está ahí.—añadí, observando el sol cálido escondiéndose.
—¿Y quien es esta chica?—ella alzó su mano, señalando con su dedo el resplandor del collar que sostenía en mi cuello, el cual llamaba su atención, no tarde en sonreír ampliamente.—¿Era tu novia?—me preguntó pícara y negué.
—Era más que eso.—le corregí, mirándola.—Ella fue todo para mi, ella fue quien me devolvió mis esperanzas de que habían cosas que aún valían la pena tener, una de ellas fue el amor. Ella fue mi salvación en este mundo, fue lo que creó una unidad para la familia que teníamos. Fue más que un amor, ella me llenó de valores que pensé que no sería capaz de tener pero al igual que todos los que perdí, también perdí a Aliana pero sé que al final la encontraré, cómo encontraré a todos los que perdí.—sostuve el collar, visualizando la placa de aquel nombre marcado allí, viendo como Sammy me miraba con toda la atención.—La ame, como algún día tu amarás a un chico y cuando eso pase, será el día en donde crees que la vida de esa persona es más valiosa que la tuya porque él peor día de amar a alguien, es el día en cuando lo pierdes.—dije con un hilo en mi voz, intentando de mantenerme fuerte mientras observé el rostro entristecido de Sammy mirarme.
—¿Y a quien te recuerdo yo, Carl?—la mire nuevamente, viendo en ella una gran sonrisa intentando de animar el ambiente, mientras que me baje a su altura, mirándola fijamente.
—Me recuerdas a mi hermanita, Judith.—le respondí, sintiendo un terrible estruendo en mi interior cuando visualicé a mi hermana en el reflejo de ella.—Es por eso que te cuido, porque eres como mi pequeña hermana.—añadí, viendo como ella estrechaba sus brazos para abrazarme.
—Y tú me recuerdas a que aún hay esperanza.—me susurro en el oído, mientras que levemente la solté de mi cuerpo para visualizar ambos como el atardecer reflejaba más colores, unos colores hermosos.
Me retuve de las barandas, sintiendo mis músculos tensos mientras que sentí mi párpado pesado ante mis deseos de soltar aquellas lágrimas. Visualice a aquella niña recostarse de las barandas para ver a mi lado el atardecer, hice la misma acción, me recosté. La brisa del fresco viento nos azotaba, mientras que los colores continuaban brindándome las esperanzas. Mis lágrimas se desprendieron, mientras que no podía dejar de pensar en todo lo que había perdido, en todo lo que fui capaz de dejar atrás a través de los años. Lleve mi mano a mi cuello, sosteniendo con fuerza aquella placa, aquel collar. Mis lágrimas llegaron a mis labios mientras pensaba en esos verdosos ojos, en aquella sonrisa que me cautivó. Cuando miraba el atardecer en esta torre, siempre pensaba en lo que ella fue, en lo que fuimos. Sus ojos siempre estaban en mi mente, aunque no pudiese ser capaz de recordar su voz, la recordaba. La recordaba al igual que a todos los que había perdido, continué derramando esas lágrimas. Mientras que el atardecer me dio esperanza de que algún día, volvería a ver esos ojos verdosos, aunque fuese en otra vida.
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𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐨𝐦𝐨𝐬── 𝐀𝐥𝐢𝐚𝐧𝐚 𝐆𝐫𝐢𝐦𝐞𝐬 4
Fanfic𝐋𝐎 𝐐𝐔𝐄 𝐒𝐎𝐌𝐎𝐒─── ❝𝐋𝐨 𝐡𝐚𝐧 𝐩𝐞𝐫𝐝𝐢𝐝𝐨 𝐭𝐨𝐝𝐨, ¿pero de que será capaz cuando vayan a perderlo todo nuevamente?❞ 𝐓𝐡𝐞 𝐋𝐨𝐯𝐞 𝐁𝐞𝐡𝐢𝐧𝐝 𝐖𝐚𝐫 𝐩𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐜𝐮𝐚𝐭𝐫𝐨. ➫ᴄʀᴇ́ᴅɪᴛᴏs ᴀ ʀᴏʙᴇʀᴛ ᴋɪʀᴋᴍᴀɴ. ➫ɴᴏ sᴇ ᴀᴄᴇᴘᴛᴀɴ ᴘʟᴀɢɪᴏs ɴɪ ᴀᴅ...