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No mires atrás

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No mires atrás.
Aliana Johnson.

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Yacía allí, sentada frente a esa colina donde las estacas continuaban una división que marcó a las comunidades. En el medio de esas, yacía la cabeza de la mujer que nos dividió de una manera infernal. No podía dejar de mirarla y de sentir impotencia. Debí haber sido yo, debí haber sido la que oyera su último suspiro. La brisa se sentía como esa fría mañana, donde el rostro de mi hermana se envolvía con su oscuro cabello y la mordedura resonaba continuamente en mi oído. Desearía que las cosas hubieran sido diferentes, porque entre tantas personas jamás creí estar preparada para perder a mi hermana. Se encargó de traerme hasta donde estoy y aunque hubieron días donde no la entendía, vivo agradecida por todo lo que sacrifico para mi. Mecía mis brazos, envuelta en sábanas se encontraba aquella tierna niña con bastante pelaje. Samantha aún no desarrollaba sus facciones, pero estaba más grande y empezaba a pesar, se le oía balbucear y eso me llenaba de melancolía. Su única niña y no pudo disfrutarla, como me dolía saber que arrastre a mi hermana hasta su muerte. En el césped se oyeron pasos arrastrado. Levantando la vista, mire como Daryl se sentaba a mi lado, suspirando.

—¿Como te sientes?—le pregunté, mirándolo, él tenía un palillo en su boca mientras que ponía sus brazos en las rodillas, poniéndole peso.

—Nada de lo que sienta la traerá devuelta.—respondió, en su tono frío y cortante.

—Supongo que se ha acabado.—indique, viendo la cabeza de alfa en aquella estaca.

—No. Vendrán a destruirnos, ella era su alfa.—esclareció Daryl, frío.—O eso dijo Negan.—detalló.

—Mi padre sólo recobró venganza.—justifique, sabiendo que muchos no estaban de acuerdo con lo que había hecho.

—Hubiese hecho lo mismo, no lo he culpado.—expresó Daryl, mirando fijamente la estaca vacía que yacía aún ensangrentada, la estaca donde Natasha estuvo.

—Podemos detenerlos.—comente, esperanzada mire a Daryl quien rápidamente negó.

—No debes pensar en eso. Estás embarazada, no te permitiré luchar.—musitó para hacerme mirar a otro lado, aún no podía asimilarlo, aún no.

—Desearía que vivieran en un mundo mejor.—fue lo único que dije para bajar la cabeza y observar cómo Samantha mantenía sus ojos cerrados, dormía en mis brazos plácidamente.

—El mundo era igual o peor como lo es ahora. No hay nada que pudiéramos cambiar.—respondió Daryl, viéndose inexpresivo ante mi comentario.

𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐨𝐦𝐨𝐬── 𝐀𝐥𝐢𝐚𝐧𝐚 𝐆𝐫𝐢𝐦𝐞𝐬 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora