Te volvemos a tener.
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No podía dejar de mirarlo, mirar como sudaba, como la fiebre lo atacaba. Lo sostenía con fuerza, sabiendo que estaba dando sus últimos suspiros y mi alma no aguantaba verlo en dolor. Caminábamos, mientras que la lluvia caía en nuestras pieles. El ambiente pesado traía tristeza, traía dolor y mucha melancolía. La lluvia me enfriaba el cuerpo pero no dejaba de sostenerlo, no con la ayuda de Cole quien con lágrimas derramándose por su mejilla continuaba caminando, sosteniendo a su gran amigo. Delante de mi, aquellas chicas cabizbajas caminaban con lentitud, estaban a nuestro paso pero más allá de ellas, Aliana estaba aturdida. El peso de mi amigo no se sentía del todo completo, se veía débil y sin fuerzas. Verlo me recordaba a esos dolores que sentí, a eso miedo cuando la fiebre me comía, cuando mi cuerpo estaba débil y mi papá junto a Michonne me cargaron aquella iglesia, aún era capaz de recordar cómo me sentía. Recuerdo el miedo adentrarse por cada una de mis cavidades, recuerdo como mi piel sentía cada instante el escalofrío al pensar o imaginar que moriría. Verlo me recordaba a lo que fui, a lo que dejé de ser y me rompía el alma verlo así, me rompía el alma saber que perdería a un amigo más, que nunca podíamos llegar completos.
—Deténganse aquí chicos, por favor deténganse.—la voz entrecortada de Manuel atravesó mis tímpanos, sintiendo su cuerpo más pesado.—Por favor.—nos pidió, mientras que intente de recostarlo en aquel tronco pero Cole no lo permitía.
—Aliana dijo que estábamos cerca, vamos a llegar viejo.—le alentaba Cole, quien en total negación no podía dejar a su amigo en aquel tronco pero Manuel tosía y se resistía.—Vamos, por favor.—le pidió con tristeza en su voz pero Manuel se negó.
—Ya no puedo continuar amigo.—con cuidado lo bajamos, poniendo su espalda en aquel árbol mientras que las gotas resonaban cayendo en las secas hojas del suelo, las chicas se detuvieron y cabizbajas, observaban la situación.—Nos alcanzaran, nos estaban siguiendo, saben que me mordieron, lo vieron y saben que estamos en desventaja.—dijo Manuel, refiriéndose a los hombres de la comunidad.
—Podemos avanzar, podemos llegar.—le indique, sabiendo que estábamos cerca, sabiendo que faltaba menos para llegar a mi hogar pero Manuel llevo su mano a mi mano y la sostuvo, negándose.
—Es un buen lugar para morir, Carl.—me respondió él, lo miraba a los ojos y negaba.—Has hecho mucho por mí en estos años y podrás recompensármelo en avanzar sin retraso, me lo recompensarás conociendo a tus hijos.—sentía todo en mi interior removerse con sus palabras, él estaba sonriendo aún estando en sus últimos suspiros, él sonreía.—Sammy, no llores princesa. Ha sido un honor estar todos este largo tiempo con cada uno de ustedes pero en especial contigo.—la pequeña rubia se escondía en los brazos de Sarah, quien entre lágrimas le sonreía aquel hombre moribundo frente a mi.
—Por favor, puedes dar más.—le pedía Sarah, sosteniendo a su hija en un abrazo para consolarla.—Podemos llegar a tiempo.—le insistía pero él se negaba, y continuaba sonriendo mientras que sus ojos humedecidos derramaban las primeras lágrimas, se podían escuchar disparos y de seguro eran los hombres matando a los caminantes.
—Ya no doy para más.—le decía Manuel, mientras que sus lágrimas bajaban por sus mejillas y él tenía sus ojos puestos en mi, apretaba su mano y lo miraba.—Recuerdo cuando mi hija murió, ahora se lo que sintió y lo difícil que fue, pero me llena de gratitud saber que estaré compartiendo el mundo con ella y con Samuel.—comentó entre lágrimas, los sollozos delicados de Sarah se escuchaban.—Recuerdo que Sarah se empeñó en meter a mi casa a este chico una semana después de la muerte de nuestros hijos. Había revivido de una mordida y yo estaba impotente, estaba impotente de que no pudieron salvar a mi hija o a Samuel pero a ti si.—hablaba, refiriéndose a mi mientras que yo continuaba mirándolo.—Pero verte crecer estos años junto a mi Carl me hizo entender el gran propósito que tienes aquí en la tierra y estoy orgulloso de haber compartido mis años de vida con un amigo tan extraordinario como tú. Me enseñaste lo que es ser valiente y estaré agradecido porque sin ti, no hubiese podido sobrevivir en este mundo sin mi pequeña.—sus lágrimas caían, a lo que yo aguantaba esas palabras de balde fría en mi cuerpo.
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𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐨𝐦𝐨𝐬── 𝐀𝐥𝐢𝐚𝐧𝐚 𝐆𝐫𝐢𝐦𝐞𝐬 4
Fanfiction𝐋𝐎 𝐐𝐔𝐄 𝐒𝐎𝐌𝐎𝐒─── ❝𝐋𝐨 𝐡𝐚𝐧 𝐩𝐞𝐫𝐝𝐢𝐝𝐨 𝐭𝐨𝐝𝐨, ¿pero de que será capaz cuando vayan a perderlo todo nuevamente?❞ 𝐓𝐡𝐞 𝐋𝐨𝐯𝐞 𝐁𝐞𝐡𝐢𝐧𝐝 𝐖𝐚𝐫 𝐩𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐜𝐮𝐚𝐭𝐫𝐨. ➫ᴄʀᴇ́ᴅɪᴛᴏs ᴀ ʀᴏʙᴇʀᴛ ᴋɪʀᴋᴍᴀɴ. ➫ɴᴏ sᴇ ᴀᴄᴇᴘᴛᴀɴ ᴘʟᴀɢɪᴏs ɴɪ ᴀᴅ...