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Mientras haya esperanza

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Mientras haya esperanza.
Meses después.

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—Mamá rápido, lo he visto más adelante.—dijo Caleb, vi como él arregló su sombrero de alguacil mientras sostenía su arma.—¿Por qué estás tan lenta últimamente?—me preguntó.

—Porque le está haciendo los pulmones a nuestro hermano.—respondió Alanna, caminando a mi lado, de igual forma ella sostenía su arma.

—Y juro que será la última vez que le haga los pulmones a un bebé.—comente yo, caminando.

Los meses habían caído sobre nosotros de una manera rápida. En un abrir y cerrar de ojos las cosas habían cambiado, tanto para bien, como para mal. Sostenía mi arma, pisaba las ramas y las hojas secas, el invierno se acercaba y podía sentirlo en la brisa. Irónicamente mis hijos cumplirían ocho años, y parecía ser que pronto daría a luz. Sería una alegría que conjuntaran con su nacimiento. La altura de los niños empezaba a denotar, pero lo más que me ponía sentimental era el hecho de verlos actuar de una manera tan independiente, aunque también podía añadir que cada día se parecían más a Carl y menos a mi. Observaba alrededor. No se oía nada, tampoco gruñidos de caminantes. Luego del último incidente, los susurradores parecieron haber desaparecido frente a nuestras narices y ahora las comunidades se encargaban de hacer resurgir la nuestra nuevamente. Alanna continuaba caminando a mi lado, su cabello se alargaba. Decía que quería tenerlo largo como el mío, mientras que Caleb permitía que Rosita se lo recortara, Alanna no dejaba que nadie lo hiciera. Los tres nos detuvimos para ver al perro de Daryl merodear los alrededores del amplio terreno donde estábamos.

—Hace frío.—comentó Alanna aún lado de mi, mientras que me giré por las hojas pisadas.

—Creí que nunca lo encontrarían.—indicó Hershel Jr, caminando hacia Caleb para así yo acercarme a Maggie.

—¿Todo bien?—le pregunté, en su rostro se veía la tensión envuelta, dejándome preocupada.

—He oído un helicóptero otra vez.—me dijo en un tono de voz bajo, mientras que los niños atrás jugaban con la mascota protectora de Daryl.

—¿Lo has visto?—le pregunté, la brisa removía su cabello, el cual yacía encima de sus hombros.

—No. Eso es lo que más me preocupa.—respondió Maggie, por lo cual asentí en un corto suspiro.—Debemos volver. La comunidad se prepara para recibir el invierno.—expresó ella.

—¡Niños, vámonos ya!—avise, de manera sumisa los tres se giraron el perro para así avanzar luego de nosotras, dejándonos algo atrás.—Lamento que te estés atrasando en Hilltop por ayudarnos. Se que también se preparan para el invierno.—musité, pero Maggie parecía despreocupada.

𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐨𝐦𝐨𝐬── 𝐀𝐥𝐢𝐚𝐧𝐚 𝐆𝐫𝐢𝐦𝐞𝐬 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora