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Según sus grandes cálculos, pensó en darle su gran noticia a Chūya, de una forma especial y maravillosa. Una forma para contarle a Nakahara que lo llevaría de viaje.
Pero como me extendería contando la manera que encontró para tal plan, lo resumiré: Tal parece ser que Yosano le sugirió escribirle una carta; y que además la aprovechará para expresarle aún más sus sentimientos hacía él. Esto, en un principio no le convenció del todo: por una parte, detallar con mayor extensión sus sentires, le agradaba; pero, por la otra, la rechazaba, pues en el pasado ya lo había hecho... La diferencia, era que, en aquellos escritos, nunca hubo destinatario... y ahora sí.
En conclusión, dejó salir su parte más poética y literaria, escribiendo así, una bella epístola.
El esperado cumpleaños del peli anaranjado, llegó.
Transitando las concurridas y principales objetivos de atentados, Dazai caminaba hacia "su punto de reunión" —como decidió llamarlo— de él y Chūya; sí, aquel nostálgico parque. Llevaba entre su bolsillo, con muchísimo cuidado de no arruinar, la carta para el bello hombre de ojos azulados; y por supuesto, un presente: en este caso, una bonita y sencilla rosa blanca.
Aunque, durante su transcurso, la pregunta de "¿por qué nos vemos en un punto estratégico si ya tenemos un lugar en el que vivir?", llegaba con regularidad a su mente; pensó que, o a su pareja le encantaba aquella adrenalina de estar en un lugar conocido solo por ellos dos, o, en su defecto, le gustaba el lugar: estaba seguro de que era la segunda opción. Mas él, al no tener los mismo hábitos, principios y gustos, siempre se pondría a pensar en un por qué.
Ya pasados unos minutos, el esperado novio arribó con tanta seguridad por las calles, que cualquiera lo hubiera confundido por un modelo.
—Chū-chū... —Tomó su mano, lo acercó a él y le implantó un enorme beso en ambas mejillas.
No duraron demasiado tiempo en el ambientado sitio, pues a los dos, el gusto de llegar a casa y recostarse en su matrimonial cama, les llegaba de forma proporcional. Asimismo, al ya no serle un tema vergonzoso, ni mucho menos, contrario a su ego de expresar, Dazai, con sumo cuidado del uso de las palabras, le deseo un maravilloso cumpleaños, haciendo presencia de su bonita flor; por su puesto, el pequeñín, se sintió inmensa e incontablemente feliz por aquello, como a un niño al cual se le daban un par de zapatos nuevos.
Lo abrazó y beso tanto como el otro quiso, y cuando arribaron al lujoso apartamento, se decidió a entregar su escrito.
Supo que no lo leyó al instante, pues se la pasó dormido entre sus brazos, no obstante, a partir de una hora poco recordable —consecuencia de bajar su guardia—, ya no recordaba nada.
29/04/20**
Lo sé, lo sé; pensarás que por qué escribí esta carta, justo el día de tu cumpleaños, ¿verdad? La respuesta es sencilla, se me vino el tiempo, y fue mi último recurso... En fin, el punto es que la tienes, ¿no? No quiero quejas.
Ahora sí, lo que quería decirte...
Verás, Chūya, yo te amo. Así de simple, y así de sencillo.
Me es, en ocasiones, difícil expresarlo; pero he de confesar que, al escribirlo, la sensación de facilidad y graticidad, me llenaban de ánimos para seguir redactando.
Primero hice un borrador, y luego en una hoja en limpio lo pasé; después, la transcribí por medio de una máquina para escribir; y al final, tan solo la copie en un computador, en el cual, mediante una impresora, la imprimí. Si no me equivoco, ahora mismo, leerás la carta que yo mismo anote, por medio del esfuerzo de mis manos; no obstante, te darás cuenta de que, debajo de esta, habrá otros dos papeles, que contendrán lo mismo: son aquellas que acabo de contarte. El punto era ese, confesarte mi extensa dedicación; y, en especial, para ayudarme a mí mismo, a soltar ideas.
Yo jamás conocí un ser, con la dicha que cargas tú.
En mi vida, nadie trato de aceptarme como lo hiciste tú.
Hubo, después, quienes me aceptaron; pero ninguno como tú.
Y a pesar de todos nuestro problemas, yo no me arrepiento, ni un poco, de haber conocido a alguien como tú.
Ayer, hoy o mañana; yo siempre te amaré. Esa, es la única confirmación, que en mi vida he podido mantener. Al menos, es una seguridad, que yo he querido transmitirte.
Sí; impulsaste a este ser andante a un cambio para sí mismo, y dentro de sí; pero, fue un impulso..., yo mismo, tomé la elección...
Y por último, gracias, por haberme aceptado como fuí, como era y como soy...
Y por haber sido paciente de mis incontables cambios.
Como conclusión, mi regalo.
Tal vez, es inesperado y no es lo que querías, pero ten por seguro, que fue la mejor idea que logre encontrar.
¿Qué te parece, ir de viaje a... algún lugar (aún no te lo diré) de este gran país?
Hubo dos inspiraciones para querer llevarte de travesía por un sitio de Japón: la primera fue, mi consideración por ti al hecho de no haber vivido una infancia y vida como la mayoría de los japoneses y de las personas en el mundo; la otra fue, que no podía costear un desplazamiento fuera del país.
Entonces... era eso.
Desde el fondo de mi corazón, te deseo un hermoso, extraordinario y envidiable cumpleaños.
PD: De alguna forma, expresarme en un papel, con unas letras y unas simples teclas, me resulta increíblemente sencillo: más de lo que esperaba. Por ello, con grandes posibilidades, puede que uno de estos días, recibas otra carta mía.
PD2: ¿Cuál te gustaría ser, el de arriba, o el de abajo? De todas formas, aún si eligieras, me da igual, yo sere el dominante.
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No fue más que simple agradecimiento, lo que sintió al leer tan significativas palabras.
Por poco y despertaba al moreno a causa de sus "sorpresivas" acciones.
Pero, era mucho lo que quiso y quería expresar. Además, aún era su cumpleaños, este no acabaría en, por lo menos, una hora...
Esa delgada mano, blanca y sin demacración alguna, era la poseedora perfecta del atrevimiento de su dueño; porque al pasearse de manera muy amigable por el rostro del moreno, ambos, eran propensos de, recibir una mirada del castaño: no obstante, era lo que querían.
Sus cuerpos pegados; y el creciente calor en su pecho y organismo, de a poco, lo llevaban por una ruta, con unas cuantas tomas como decisiones. Claro, individuales...
Pero, la cosa cambiaba, cuando los penetrantes ojos, agudos, seductores y analiticos, de Dazai, lo miraban. Cambio demasiado.
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それはそれでした [Eso Fue Todo] «Sōkoku»
RomanceAmbos estuvieron en la Port-Mafia; después, Chūya estuvo ahí, pero Dazai, se quedó en la Agencia Armada de Detectives... Así, sus tiempos no volvieron a coincidir... "Yo realmente no te odiaba. ¿Cómo podría odiarte? Tú, que a pesar de casi obligarme...