A menos que, él y Sharon hayan terminado, pero de ser así ya habría venido a buscarme ¿no es así? ¡Por Dios! No era un bebé, tiene Veintiocho años, y puede ir a donde él quiera. Resoplé, frustrada. Aquellas conjuraciones no me llevaban a ningún lado, excepto al mismo laberinto de mi mente.
Pero había alguien que sí podía hacerme saber lo que quería.
Estacioné la camioneta de Jacob en la acera y bajé de ella rápidamente para subir las escaleras hasta mi casa. Miré el reloj, eran las nueve de la noche, allá sería a lo mejor la una o las dos de la mañana. Tenía que hablar con Valerie, así que esperaría hasta que amaneciera.
No sabía si quería saber, pero necesitaba hacerlo. Estas especulaciones en mi cabeza causaban más dolor que la verdad, fuera cual fuera.
Nueve de la mañana. Era como si contara con un reloj despertador en la cabeza que me anunciaba la hora en la que tenía que tomar la computadora e intentar comunicarme con Valerie.
Me desperecé rápidamente y puse la laptop sobre mis piernas; la luz que desprendió al prender me encandiló un poco los ojos.
Me conecté a Internet y sentí un gran alivio cuando vi que Valerie también lo estaba. No dudé ni dos segundos en iniciarle conversación.
- ¡Hola! - Tecleé sobre las negras teclas, haciendo aparecer la letra azul sobre la ventana de conversación.
- ¡Hey, hola! - Me contestó al instante.
- ¿Cómo está todo allá?
Deseaba que Valerie entendiera a la primera lo implícito en mi pregunta.
- Bien, supongo. Tim me llevó ayer a un parque, desayunamos juntos y anduvimos por casi toda la ciudad
Podía apostar que su rostro dibujaba una sonrisa mientras tecleaba la respuesta.
- Me alegro mucho, de veras.
- ¿Y tú? ¿Qué tal? ¿Cuándo fue la última vez que hablamos?
- No lo sé. El sábado creo. Yo estoy bien... mejor.
Me quedé con dedos indecisos sobre el teclado y luego suspiré. Tenía que preguntarlo.
- Dime, Valerie. ¿Cómo está Sharon? ¿Cómo está... él? ¿Sabes algo de ellos?
El segundo que tardó en responder me pareció eterno.
- Olivia dijiste que no los mencionarías.
- Por favor, Valerie. Necesito saber algo. Mis especulaciones me hacen más daño. Por favor.
Esta vez se tardó más en contestar.
- Según Tim, Sharon y Joseph ya no están juntos. Sharon entra y sale de su departamento sola y de vez en cuando Alex la visita.
- ¿Y Joseph?
- Olivia...
- Dime, por favor.
Casi un minuto. ¡¿Por qué esta mujer se tarda tanto en responder?!
- Se fue.
Al momento de leerlo, los ojos se me abrieron como platos. No esperaba que fuera tan directa, ¿se había ido? ¿A dónde? ¿Desde cuándo?
- ¿Olivia? ¿Hola?
Me pregunté cuánto me tardé en contestar. O reaccionar.
- ¿A dónde fue? - Tecleé despacio, letra por letra.
- No lo sé, nadie sabe.
- ¿Cuándo se fue? - Volví a insistir.
- ¿Por qué tanto interés de repente? Realmente no lo sé y creo que por el bien tuyo deberíamos cambiar de tema.
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EL MANUAL DE LO PROHIBIDO/JOSEPH QUINN
Romantik¿Alguna vez has deseado algo prohibido? Como si esa cosa estuviera en la lista de "No toques, no codicies" pero que cada momento te incita más a tenerlo. Falso y pérfido eran sinónimos de mi nombre. De todos los papeles que pude protagonizar, era d...