Nun / Michaeng

Cap 2

Mina terminaba de acomodar sus túnicas cuando escuchó un fuerte golpe en su ventana, se asustó por el ruido tomando su rosario con una mano y se acercó al gran ventanal que se encontraba tapado con una cortina oscura.

La corrió a un lado y pudo ver un patio enorme, el césped se encontraba un tanto largo pero irradiaba un verde acogedor, acompañado por varios árboles que ayudaban a darle sombra al lugar.

Busco la razón del sonido y se encontró con una pelota entre la hierba, "que extraño" pensó, ya que no veía al dueño del objeto cerca.. hasta que una niña acompañada de una risa estruendosa corría en dirección a ella. La tomó entre sus manos y miró hacia la ventana encontrándose con la mirada de Mina, quién asumió que la niña tenía alrededor de 3 o 4 años, le sonrió y levantó su mano en señal de saludo, la cual la niña con mucho entusiasmo correspondió.

Aprovecho para dejar la cortina de la habitación abierta, y que la luz consumiera cada esquina de aquel lugar, la hora comenzó a pasar más rápido desde que comenzó a ordenar su espacio para los siguientes 6 o 7 días.

—Hermana, ya es hora del almuerzo. —Tzuyu asomó su cabeza en la habitación de Mina, ella yacía sentada en el borde de la cama leyendo la biblia atentamente mientras resaltaba los salmos que le parecían interesantes. Había leído la biblia incontables veces en toda su vida, pero aun así siempre parecía encontrar más cosas que llamaban su atención.

—Vamos.. —Exclamó acomodando el pequeño libro entre sus manos y siguiendo a Tzuyu por el pasillo, miraba las paredes desgastadas, escritas, incluso algunas habitaciones ni siquiera tenían puertas.—¿La iglesia no aporta donaciones a este lugar? No quiero sonar mal pero..

—Es un asco, lo sé, lo veo también. —Tzuyu se encogió de hombros. —La gente que maneja estos lugares es egoísta, el dinero jamás va a las necesidades de estas personas.

—¿Y no podemos cambiar eso encargándonos de manejar nosotros hacia dónde va el dinero? .—La más alta la miró extrañada por la pregunta.

—¿Dónde van ustedes a sus retiros? No me lo tomes a mal, pero pensé que tu deberías saber más que yo, apenas llevo unos 8 meses aquí. —Rio y Mina parecía pensarlo.

—Es la primera vez que visito un lugar así, lo siento. —Ladeo la cabeza, un poco apenada.

—Lo entiendo, todos esperamos o tenemos la esperanza de que en algún punto algunas personas tengan empatía por estas vidas y le den lo que realmente merecen, sus historias no son nada fáciles y como todos, merecen una oportunidad y forma de vida digna. —Chasqueo la lengua. —Desde nuestra posición no podemos hacer mucho más que traer la palabra de Dios.. las donaciones están, por supuesto, pero..

—Creo saber a qué te refieres. —Mina visualizó desde la gran puerta de entrada al lugar como la mujer, que se presentó anteriormente como directora de aquel lugar, subía a un auto que a simple vista parecía muy costoso.

—Bien, antes de entrar al comedor te daré un pequeño consejo: No insistas. —Abrió las puertas dejando ver un amplio comedor con alrededor de 40 personas en él. —A veces pueden dejar que te acerques a ellos, pero normalmente nunca es así. Rezaremos, quienes lo hacen con nosotras, bien, él que no.. también, es paciencia y tiempo para que nos dejen entrar.

—Entiendo.. —Mina observaba a las personas allí, una por una deteniéndose en algunos rostros, esperaba poder familiarizarse con ellos en estos días.

Caminaron hacia el centro del lugar donde se encontraba un pequeño escenario, el sonido de un micrófono siendo golpeado levemente acompañado del ruido de los cubiertos y sillas moviéndose ambientaba el amplio salón.