Nun / Michaeng

Cap 14

La gente aplaudia ante la pantalla ahora en negro al final de la pelicula, habia sido un show espectacular ante los ojos de la japonesa que también aplaudia entusiasmada, fue la mejor pelicula que vio en su vida.

—¿Y qué te pareció, Minari?.—La voz de Chaeyoung expresaba ternura pura, ver a Mina feliz hizo a su corazón derretirse, la película estuvo buena pero los datos curiosos sobre pingüinos que soltaba Mina cada que podía estuvieron aún mejor. —Nunca imaginé que una persona supiera tanto sobre pingüinos.

—Es que de verdad me fascinan. —Respondió con una gran sonrisa, comenzando a juntar las cosas que quedaban en el suelo, poco a poco la gente se iba retirando del lugar, no había nada más que hacer allí.—¿Tú lo disfrutaste?

—La verdad es que sí, es la primera vez que vengo a ver una película al aire libre.

—No sabia que estos eventos existían, me gustaría venir más seguido.

—Si vuelves al orfanato la próxima semana, me encargaré de que lo podamos vivir otra vez. —Prometió, levantando su dedo meñique hacia Mina, quién al principio la vio extrañada y luego de entenderlo, los juntó.

—Haré lo posible para volver.

Ambas caminaban entre bromas por las calles vacías hacia el orfanato, hasta que Chaeyoung sintió una extraña presencia trás ellas, miró de reojo y noto una sombra esconderse detrás de un callejón, su corazón se aceleró al instante, tomando la mano de Mina quién reía aún por la conversación que llevaban, la japonesa la miró y al notar su rostro serio, se preocupó.

—¿Qué sucede?.—Miró hacia donde miraba la menor, y noto sólo la vereda vacía.

—Creo que nos están siguiendo. —La piel de Mina se erizó ante la idea de estar las dos solas con la presencia de alguien más siguiéndolas, apretó la mano de Chaeyoung más fuerte y entrelazo sus dedos.

—Caminemos más rápido. —Aceleraron su paso, sin mirar hacía atrás hasta que escucharon una risa.

—¿A dónde van? ¡Sólo queremos acompañarlas! .—Eran los chicos del cine, por su voz parecían ebrios, ambas estaban tan asustadas que se cruzaron de vereda.

—Mierda.. —Musitó Chaeyoung asustada, en un descuido de los jóvenes escucharon un fuerte ruido, uno de ellos cayó sobre un cesto de basura debido a su estado de ebriedad, el otro comenzó a reírse y Mina aprovechó ese momento de distracción para tomar a Chaeyoung y esconderse en un callejón oscuro y estrecho. —Pero..

—Shh. —Mina tapó su boca con una mano y con la otra sostenía su cintura, el lugar era muy pequeño, apenas si cabían las dos, pero estaban bien escondidas.

—Por un demonio, ¡Hiroshi! Por tu culpa las perdimos. —Escuchó Mina a uno de ellos gritar, los pasos se escuchaban cerca y ella cerró sus ojos fuerte, intentando ni siquiera respirar.

—No habrán ido muy lejos hermano, ¡Camina!, seguro las encontramos al dar vuelta la cuadra. —Ambas respiraron por fin al escuchar los pasos y sus voces cada vez más lejos, pero aún con miedo de salir de allí.

—¿Qué hacemos? ¿Salimos?.—Chaeyoung susurró cuando Mina sacó la mano de su boca.

—No lo sé. —Mina la miró, sus rostros estaban a centímetros, las respiraciones aceleradas por el miedo se mezclaban.

—¿Esperamos un rato más?.—Los ojos de Chaeyoung cagaban por su rostro, terminando en sus labios que suspiraban aliviados, posó sus manos sobre los hombros de la japonesa para sostenerse mejor, la posición era un tanto incómoda. —No tengo idea de como hiciste para meternos aquí tan rápido.