Nun / Michaeng

Final

4 meses después

Desde el día uno que Chaeyoung se enteró del embarazo de Mina trató de cumplir todos sus caprichos, mimarla y tenerle paciencia, tenía mucha curiosidad de cómo sería la actitud de su mujer durante el periodo de gestación y se llevó una gran sorpresa, era mucho más tranquila que de costumbre.

Pero ese día en particular, se encontraba bastante.. intensa.

No había nada que la conforme, le molestaba si respiraba, si estaba lejos, si estaba cerca, si tenía helado, si no lo tenía, todo alrededor suyo era solo molestias.

Normalmente Heejin siempre estaba cerca de Mina pero ese día ni siquiera ella quería estar cerca debido al estrés de la mayor.

La noche anterior se llevaron un pequeño susto, experimentaron sus primeras contracciones y fue bastante alarmante para ambas, Chaeyoung por el susto de no saber exactamente qué hacer mientras Mina se retorcia desesperada.

Y allí estaba, consiguiendo un chocolate inconseguible para su novia quejosa y embarazada en casa.

Subió al departamento, quedaban pocos meses en el lugar, luego del nacimiento de Hyejoo se mudarian de vuelta a Takayama, al hogar donde todo comenzó.

Abrió la puerta insegura, mirando que todo estuviera en orden, hasta que vio a Mina sosteniéndose del sofá y respirando pesadamente, su vientre era tan grande en esta etapa que le daba cierta impresión a la coreana, ella pasó por lo mismo y no recordaba que su barriga fuera tan grande.

—¿Lo conseguiste?.—Preguntó con una voz cercana a la de un demonio, Chaeyoung asintió asustada y lo acercó a ella, Mina giró los ojos y tomó la bolsa sacando el chocolate. Comenzando a llorar al instante. —Este no era, Son.

—No puede ser. —Respondió desesperada tomando el chocolate y sacando su móvil para comparar la foto que la japonesa le envió. —¡Es este amor!

—Pero es chocolate blanco. —Comenzó a limpiarse las lágrimas que caían rápidamente por sus mejillas. —No me gusta.

—Uh, amor, perdóname. —Se acercó acariciando su barriga, las lágrimas comenzaron a cesar y Chaeyoung lo tomó como buena señal, así que se acercó y la besó fugazmente.

—Dame otro. —Pidió Mina, con un leve puchero.

—¿Qué cosa?.—Preguntó desorientada, últimamente la japonesa la quería miles de kilómetros lejos.

—Un beso. —Señaló sus labios.

—Oh. —Se acercó y tomó sus labios, besándola tiernamente. Mina suspiró en el beso, disfrutandolo.

Poco a poco la intensidad del beso fue subiendo por parte de Mina, estaba muy hormonal últimamente y tener a Chaeyoung alrededor no ayudaba para nada.

Pero no duró mucho aquel intenso beso cuando la coreana sintió como parte de sus piernas y sus pies estaban salpicados.

—¿Que.. mier..—Se alejó de Mina quedando en shock. —Mierda, Mina, rompiste la fuente.

—Mierda. —Repitió mirando sus piernas empapadas. —No puedo, estoy asustada, no quiero. —Miró a Chaeyoung con suplica.

—No te asustes, todo estará bien, tomemos las cosas como las organizamos y vamos tranquilas al hospital, ¿Si?.—Mina asintió con los ojos llorosos sosteniendo su vientre, Chaeyoung besó su frente y corrió hacia la habitación recogiendo lo necesario. —¡Heejin! ¡Al auto!

Una vez las tres en el auto, Mina fue llorando todo el camino debido al dolor, sudando nerviosa, aunque no era la única sudada en ese auto.

Las manos de Chaeyoung temblaban, estaba apunto de conocer a su hija, sólo era cuestión de horas para que en la familia sean cuatro, estaba demasiado ansiosa porque sucediera de una vez.