Cap 9

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La mañana del jueves se tornó gris, parecía que una lluvia se aproximaba, a pesar de que el clima se sentía pesado por el calor y la humedad, Mina estaba demasiado feliz ese día. Su alegría sobrepasaba cualquier tipo de pesadez, luego de sus oraciones diarias y su arreglo matutino, se dirigió al patio como el día anterior, buscando con un poco de suerte, encontrarse con Chaeyoung.

Y efectivamente, allí estaba, con el mismo yogurt, bajo el mismo árbol, mirando a la nada misma completamente perdida en sus pensamientos.

—Buen día, Chaeng. —Chaeyoung sin salir de su trance sonrió de lado al escuchar la reconocida voz.

—Amo los días nublados. —Musitó. Mina tomó asiento a su lado, ese día había llevado al patio como excusa sus hilos y aguja para tejer sentada en el verde césped.

—Coincido, no tanto en verano por la humedad.. pero aún así es un alivio para el calor.

—¿Verdad que sí?, estos días fueron muy calurosos. —Miró a Mina por primera vez notando su peculiar hobby. —¿Tejes? ¡Qué hermoso! ¿Qué estás haciendo en este momento?

—Pensaba hacer un pequeño peluche para Heejin, un conejo. ¿Crees que le gustara? —Chaeyoung sonrió ampliamente porque Mina había pensado en su hija como para tejerle un peluche.

—¡Le encantará! Ama los conejos. —Sus ojos brillaban con ilusión, Mina era muy atenta con ellas. —Pero no debiste, Mina, teje algo para ti.

—¿Por qué no? Heejin ama los peluches y quería regalarle uno más, es todo. —Chaeyoung se acercó para tomar su muñeca, con su dedo pulgar acarició la piel un poco expuesta bajo el hábito, la mayor la miró y luego su mano, un poco nerviosa continuó hablando. —Cuando comience el frío me encargaré de hacerle bufandas o gorros.

—Gracias Mina, de verdad. Eres muy atenta, pero no te molestes mucho, puedes ocupar tu tiempo en otras cosas..

—¿Bromeas? Estoy demasiado contenta de tener a quién tejerle, ¿Sabés cuanto espere esto? Jihyo, Sana y Tzuyu deben tener media docena de bufandas hechas por mi, cada una. —La menor soltó una carcajada. —Por fin puedo llenarle de bufandas a alguien más.

—Entonces yo también quiero una. —El corazón de Mina comenzó a golpear contra su pecho otra vez, puso su mano sobre él en un intento de frenar esos latidos extraños. —¿Puedes tejer algo para mí también?

—Claro que sí, me encantaría.. —Mina respondió entusiasmada. —¿Qué te gusta a ti? Hasta podría hacerte un peluche también.—Bromeo pero Chaeyoung no parecía habérselo tomado en broma, ya que se entusiasmo incluso mucho más que ella.

—¡Las fresas! Las adoro, colecciono muchas cosas que tengan fresas. —Mordió su uña nerviosa por mencionar aquel detalle personal. —Mi familia me solía llamar Strawberry Princess.

—Oh, en el convento en el que resido tienen un cultivo de fresas que planté yo misma, le diré a Jihyo que te las traiga la próxima vez. —Mina intentó no preguntar más sobre su familia, aunque casi tuvo el impulso de hacerlo, quería dejar que Chaeyoung contara todo por su cuenta. Y ella, en ese momento, parecía estar demasiado contenta pensando en posibles fresas en el próximo retiro.

—¿De verdad? ¡Por favor! Hace mucho tiempo no las pruebo, están muy caras. —Comentó con un poco de tristeza, eso generó en Mina ganas de salir y traerle algunas en ese momento, no soportaría que la menor siga pasando por más necesidades. —Heejin no sabe como son, jamás las probó y eso me entristece un poco.

—¿Cómo que jamás las probó? .—La miró boquiabierta por esa información, tendría que averiguar de cuántas cosas más están privadas y mantenerlas a su alcance, era injusto que ambas carezcan de oportunidades, por más que sean mínimas. —Juro que se las traeré lo antes posible.

Nun / MichaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora