Cap 10

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El ambiente eran barullos, voces atendiendo clientes, ruidos de las sillas girando de un lado a otro, Chaeyoung golpeaba una lapicera contra su escritorio, frente a la computadora, esperando que alguna llamada ingrese al sistema, pero casi nadie era transferido a su línea aún y se aburría un poco.

Miró el reloj de la computadora y daban las 8 y 50pm. Faltaban diez minutos para que saliera de allí, suspiro un poco aliviada y a la vez frustrada, esos diez minutos serían los más largos de su vida.

Ya quería llegar a casa, preparar palomitas y llevar todo al salón para su noche de películas con Heejin.. y bueno, ahora sumando a Mina también.

Mina...

¿Qué pasó con ella hoy? ¿De verdad sintió una tensión o solo la imagino?

Se abofeteó mentalmente, tratando de borrar ese pensamiento. "¡Por Dios Chaeyoung, es una mujer y para colmo, religiosa!" Se dijo a sí misma.

Mordió la punta de la lapicera, completamente perdida en sus pensamientos en torno a Mina, por un segundo recuerda haber visto sus ojos, recorriendo desde sus labios hasta su cuerpo, dándole ventaja a ella para observar su rostro detalladamente debido a la cercanía.

De verdad que era una mujer muy hermosa. ¿Cómo es que terminó siendo monja?, una mujer como ella jamás estaría sola debido a su belleza, podría incluso conseguir un buen marido y tener una familia perfecta, pero a cambio de eso decidió estar sola toda su vida.. era extraño.

O quizás no del todo si lo pensaba más a fondo, desde su experiencia con Jaehyun, no confiaba en que los hombres sirvan para algo.

Pero.. Mina tendría hijos hermosos, ¿no?, no podía ni siquiera imaginar lo perfecto que sería un ser humano parecido a ella, con todo su atractivo.

Sus ojos, nariz, el cuerpo curvado que podía apreciar apenas a través de aquel hábito.. y sus labios.. si que los detallo bien, se veían tan suaves.

¿Cómo se sentirían? ¿Igual a como se los veía o incluso mejor?

¿Cómo besaría Mina?

"Espera.. Chaeyoung, ¿Qué?"

La voz en su cabeza le reclamó y chasqueó la lengua cubriendo sus ojos con una mano, ¿En qué estaba pensando? el aburrimiento la estaba consumiendo.

—Por las dudas..—Murmuró, elevando su cabeza un poco hacia el cielo.

"Dios, sé que debes escuchar mis pensamientos.. o eso me dijeron alguna vez, de todas formas.. te hablo para pedirte perdón. No volveré a pensar en los labios de Mina."

Se peregrino y continuó tratando de distraerse mirando la hora una vez más.

9pm, justo a tiempo, ya podía irse.

Marcó su salida y tomó sus cosas, camino a casa.

El orfanato estaba tranquilo, había poco movimiento. Mina como en las últimas dos noches cocinó junto a Heejin, organizando las cosas para poder cenar las tres juntas en el salón donde verían las películas, llevando todo poco a poco al lugar para que Chaeyoung no tuviera que hacer nada cuando llegase.

El encargado del proyector le enseñó a Mina como usarlo, para dejarle la llave e irse, mencionando que nadie solía ir los jueves más que Chaeyoung y Heejin, que ya las conocía y que no había problema con que se quedaran allí.

Aprovechando eso, Mina cargo algunos colchones para estar más cómodas, junto a sábanas de su habitación y almohadas. Una vez todo allí, perfumó los colchones con su fragancia, sólo como toque final, estaba acostumbrada a sentir el olor al perfume al acostarse, por lo que no le podía faltar ese detalle.

Nun / MichaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora