Cap 8

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Las calles hacia el orfanato estaban vacías, la luz cálida alumbrando el pavimento, pocos autos recorriendo aquel trayecto, era jueves por la noche y Chaeyoung caminaba rozando sus dedos por las cercas de algunas casas que iba cruzando, distraída en su propio mundo.

Su celular vibró y lo sacó para ver si es Mina, le dió su número por la mañana por sí a caso Heejin necesitaba algo, pero no era ella, su anterior jefe le solicito que volviera a trabajar, sumando a esa notificación su hijo, el que se sobrepasó con ella, la había comenzado a seguir en Instagram.

Comenzó a sentir un malestar en su cuerpo, su estómago se revolvió y el malhumor buscaba hacerse presente pero lucho para que eso no afectara su día, extrañamente le estaba yendo genial como para ponerse mal por una situación que ya sacó de su vida.

Guardo su celular y cruzo la calle para ingresar al orfanato, dirigiéndose directamente a la habitación de Mina, golpeando suavemente la puerta.

—Buenas noches hermana Minari. —Sonrio alegremente contagiando a Mina quien trato de ocultar su bostezo, Heejin se durmió temprano ese día y ella no pudo evitar caer en la misma tentación, durmiendose sentada a los pies de la cama.

—Buenas noches, ¿Cómo te fue hoy?. —Se levanto las mangas de su camisón hasta los codos como la noche anterior, recostandose por el marco de la puerta de brazos cruzados.

—¿Estabas durmiendo?. —Mina asintió lentamente.

—Heejin se durmió temprano, así que aproveché, me cambié y cuando me recosté un rato, me dormí. —Bostezo de nuevo. —Fue un día largo, ¿Comiste?

—No te preocupes por eso. —Respondió conociendo las intenciones de Mina.

—Hice Onigiris. —Levantó las cejas sugestivamente, Chaeyoung rodó los ojos. —No creo que te puedas negar.

—Es tentador.

—¿Lo ves? acomodate y cenamos. —Mina siempre fue una persona muy servicial, pero anteriormente no tuvo ninguna experiencia conociendo a alguien como Chaeyoung que la motivase a actuar de la manera en la que lo hacía en ese momento.

Porque únicamente le servía sólo a ella desde que llegó.

Ambas se sentaron en el suelo está vez del pasillo vacío, una frente a la otra mientras Mina acomodaba los pequeños Onigiris frente a Chaeyoung.

—¿Cómo te fue con Heejin hoy?. —Preguntó Chaeyoung mientras tomaba uno y le daba un mordisco, su estómago comenzó a doler solo al sentir el sabor, casi sin darse cuenta tenía muchísima hambre.

—Bien, al parecer desperté en ella una pasión por la música, porque me tuvo enseñándole a practicar guitarra toda la tarde. —Chaeyoung río, ella sabía que eso iba a pasar.

—¿Logró aprender algo? Porque le prometí que le compraría una guitarra solo si aprendía.

—Lo hizo, aprende muy rápido. —Chaeyoung se sorprendió de escuchar eso. —Ya sabe tocar el himno de la alegría, así que yo que tú voy viendo que guitarra comprar. —Bromeo y la menor bufó

—La subestimé, creí que iba a tardar más tiempo. —Mina río ante la decepción de la joven madre porque su hija haya superado el desafío que le aplicó.

—Puedo darte algunos consejos si quieres. —Chaeyoung con un gran bocado cubrió su boca y con su mano libre negó.

—Aún no se la compraré, le daré un poco más de tiempo.. tengo que ahorrar. —Ese comentario despertó en Mina la brillante idea de ser ella quién se la regale, pero al mismo tiempo que se le ocurrió, pensó en que sería una buena sorpresa antes de irse.

Nun / MichaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora