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Amy y yo llevábamos algunos días saliendo y aunque habíamos tenido varias citas, en la escuela no compartíamos mucho tiempo, por lo tanto, mi mejor amigo aún no sabía de mi relación con ella.
Sabía que era un tema delicado, pero estaba decidido a hablar con él y contarle todo.
Me aparecí en su casa y llegué hasta la planta alta con una bolsa de papas fritas sostenidas con mis dientes mientras abrazaba otras más, después de que casi se me caían todas en el tercer escalón.
Pasé por la habitación de Lennard y su puerta estaba abierta. Él estaba acostado boca arriba con la cabeza colgando mientras leía un comic.
Ladeé un poco mi cabeza y alcancé a leer que era de Linterna Verde.
—¿Es nuevo? —pregunté.
Alejó el comic de sus ojos y por el gesto que hizo, caí en cuenta que no me había entendido nada porque yo tenía la bolsa de frituras agarrada con los dientes. Me la quité y volví a repetir la pregunta al sentarme a su lado.
Lennard se incorporó y asintió con la cabeza.
—Tenías tiempo sin venir por aquí —me sonrió.
—He estado ocupado con algunas cosas.
Bastantes cosas...
Devolví la vista a la portada de su comic y al mirar su rostro me di cuenta que se veía un poco melancólico.
—¿Cómo te fue con tu disfraz de Linterna Verde? —pregunté para tratar de animarlo.
—Ya descubrí porqué me aconsejaste no usar licras —resopló.
—Siii... bueno... —compuse la garganta— Es parte de crecer.
Mi comentario pareció afectarlo más de lo que debía y se dejó caer de espaldas a la cama.
—¿Y si no quiero crecer? —murmuró.
—Tienes que hacerlo, no eres Peter Pan —le esbocé una sonrisa, pero al no recibir otra a cambio me di cuenta que el asunto era en serio.
—No me gusta lo que implica crecer, todo es más feo, tienes más responsabilidades, aquellas cosas que te gustaban, ahora ya no lo puedes hacer. Nada es igual... —suspiró.
—Oye, pequeño Sócrates ¿Qué te llevó a pensar todo eso? —dejé las bolsas de frituras por un lado y me acosté para mirar el techo junto con él.
—De pequeño podía usar el disfraz que quisiera sin riesgo a que algo "indebido" se notara a través del traje. Cada vez tengo más tareas y puedo leer menos comics. Tengo que empezar a preocuparme por mis notas al entrar a la preparatoria porque será importante para la universidad... ¡Siento que todo está cambiando! Y no me gusta —su tono se fue apagando—. Ya ni siquiera tú y Xavier son los mismos...
—¿Por qué piensas eso? —giré mi cabeza hacia él.
—Porque ya no han ido al SkateWave, ya no vienes tan seguido a casa ni él va para la tuya, a pesar de que sólo nos separa un pequeño jardín —pasó su brazo por detrás de su cabeza.
