𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 31 - 𝑨𝒎𝒚💜

160 35 24
                                    

En la mesa del comedor había un gigantesco pavo decorado con verduras y salsa; había también copas de cristal, dos candelabros y otras cosas a las que no les presté mucha atención

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En la mesa del comedor había un gigantesco pavo decorado con verduras y salsa; había también copas de cristal, dos candelabros y otras cosas a las que no les presté mucha atención. Mi hermano y mi padre estaban discutiendo sobre el vino que debíamos tomar esa noche. Mi madre estaba frenética en la cocina maldiciendo porque le faltaban cosas por hacer, pero no nos quería cerca de ella para ayudarle, quería hacer todo sola, como siempre.

La abuela estaba sentada frente a mí en la sala. Tenía sus manos entrelazadas en el estómago y miraba la pantalla de televisión, solo la veía, no estaba prestando atención a nada de lo que pasaba en el programa de fin de año que estaban transmitiendo.

—¿Sabes cómo conocí a Arthur? —me preguntó de repente.

Y ahí íbamos de nuevo...

—No abuela, no lo sé —recargué mi codo en el reposabrazos del sillón y posé mi mandíbula en mi mano para escuchar por enésima vez esa historia.

—Nos conocimos cuando teníamos dieciséis años —sonrió y miró hacia arriba, como queriendo recordar mejor—. Los dos éramos muy inmaduros y nadie daba un centavo por nosotros.

Esa historia ya me la sabía al derecho y al revés.

—Incluso una vez llegamos a terminar nuestra relación por algún tiempo —me susurró.

Esa parte no la sabía.

Fruncí el ceño y me enderecé para prestarle más atención.

—Me recordaste a mí misma cuando terminé con él y me deprimí por ello —rio discretamente, cuidándose que mamá no la viera—. ¿También terminaste con tu Arthur? —susurró cubriendo un lado de su boca.

La pregunta me tomó por completa sorpresa. ¿No se suponía que la abuela tenía demencia? ¿Cómo podía notar mi estado de ánimo mejor que mis padres? Mejor que yo, incluso.

—No tengo ningún Arthur, abuela —resople.

—Pero lo tuviste... —levantó una ceja con gracia.

—No quiero hablar de eso —me crucé de brazos. Me resultaba un poco incómoda la situación.

—Sólo te diré algo, escúchame muy bien —levantó su dedo índice— si es para ti, será tuyo sin importar las circunstancias.

Suspiré pesadamente y me hundí en el sofá. Ese tal Arthur ya estaba fuera de mi vida desde hacía semanas atrás.

—¿Qué haces aquí? —espetó mi hermano, en la entrada.

Conocía ese tono de voz, sólo se lo hacía a una persona en el mundo.

Me puse de pie de un salto y me asomé a la puerta principal. Efectivamente, Eddie estaba delante de mi hermano con la cabeza baja mientras éste le decía de cosas. En cierto punto levantó la vista y me vio por encima del hombro de Billy, como siempre lo hacía. Quise esconderme, pero ya era tarde.

RAMÉ || Eddie Munson || ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora